Cantabria aprueba su Programa de Inspección Ambiental para 2021 y 2022
El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) ha publicado esta semana la orden de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por la que se aprueba el Programa de Inspección Ambiental de la región para los años 2021 y 2022.
Está destinado a comprobar el grado de cumplimiento de la normativa ambiental y de los requisitos impuestos en las autorizaciones y evaluaciones ambientales, así como la detección de actuaciones no autorizadas ni evaluadas, buscando un «elevado nivel de protección del medio ambiente» en la comunidad autónoma, al tiempo que asegurar su desarrollo sostenible.
Se trata, según ha destacado este domingo el Ejecutivo, de un programa que afecta a las actividades con mayor potencial de contaminación debido a su tamaño y a los procesos productivos utilizados e incluyen, a partir de determinados umbrales de tamaño de las instalaciones y capacidad productiva, instalaciones de combustión, industrias de producción y transformación de metales, industrias minerales, industrias químicas, instalaciones de gestión de residuos, industria textil, industria agroalimentaria y actividades de consumo de disolventes orgánicos.
Las propuestas de actuación que se plantean afectan a 49 empresas e incluirá, entre otras cuestiones, el intercambio de información a través del sistema de inspección ambiental estatal REDIA y europeo MEL.
Con el objetivo de cumplir los objetivos del programa, se llevarán a cabo inspecciones ambientales programadas de instalaciones sometidas a Autorización Ambiental Integrada; inspecciones de los sistemas de medición de emisiones en continuo de las instalaciones objeto de inspección del Programa de Inspección Ambiental, y el fomento de la colaboración entre las administraciones con competencias ambientales en las labores de inspección.
ELEVADO NIVEL DE PROTECCIÓN
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha destacado la importancia de este programa como parte de una estrategia renovada que permitirá garantizar el nivel de protección del medio ambiente «más elevado» aplicando principios de prevención y control ambiental de forma integrada para impedir la transferencia de contaminación de un medio a otro.
Con la puesta en marcha de este plan se persigue, según Blanco, «conseguir un elevado nivel de protección ambiental en todo el territorio de la comunidad autónoma, sin perjuicio del mantenimiento constante de un desarrollo sostenible».
PLAN DE INSPECCIÓN AMBIENTAL DE CANTABRIA 2021-2027
Este programa de inspección ambiental forma parte del Plan de Inspección Ambiental de Cantabria 2021-2027, un documento estratégico plurianual aprobado este año por la Consejería de Medio Ambiente con el objetivo de ordenar la inspección de las industrias e instalaciones que precisan de Autorización Ambiental Integrada debido a sus especiales características de riesgo para las personas o el medio ambiente.
Esta iniciativa «va mucho más allá de la mera supervisión derivada de quejas o denuncias o de la que implican los procesos de otorgamiento de permisos previos a la entrada en funcionamiento de una concreta instalación o actividad».
Se trata de un documento marco cuya ejecución se desarrolla a través de sucesivos programas de inspección anuales y tiene el objetivo de asegurar que las instalaciones de los sectores primario y secundario que generen ruidos, residuos, vertidos o emisiones a la atmósfera se mantengan dentro de los límites establecidos en la normativa medioambiental aplicable.
Su aplicación se lleva a cabo a través de programas anuales, con protocolos específicos de trabajo y mejoras técnicas en el uso de medios electrónicos de forma que el sistema de inspección medioambiental proporcione el servicio en las mejores condiciones de seguridad y eficacia.
En cada programa anual se da prioridad a aquellas inspecciones que presentan un mayor riesgo, de tal manera que las clasificadas como de riesgo alto reciben una inspección anual; a las de riesgo medio se les asigna una inspección cada dos años, y las de riesgo bajo cada tres.