Sarabia y Asociados ya ha abierto cinco sedes y suma 70 profesionales
El bufete que fundó Antonio Sarabia cumple 40 años y está a punto de entrar entre los 50 mayores del país
El abogado santanderino Antonio Sarabia se licenció en derecho en la Universidad de Valladolid y, tras una breve experiencia laboral como abogado de Comisiones Obreras, abrió su primer despacho junto a dos socios en 1979. Poco después, en 1981, su nombre saltó al panorama nacional por ser el abogado de la primera sentencia de divorcio emitida en España. Cuarenta años después, su bufete está formado por 70 profesionales especializados en todas las ramas del derecho que trabajan en cinco sedes repartidas por el país.
En la España de los años 70 el número de abogados era muy inferior al actual y la mayor parte eran generalistas, es decir, llevaban asuntos de todas las ramas del derecho. También era el caso de Antonio Sarabia, que si bien tenía cierta especialización en derecho laboral, por su etapa anterior como abogado sindicalista, inició su andadura en solitario con casos de todo tipo.
Dos años después de abrir su propio despacho, en 1981, un Antonio Sarabia de apenas 27 años apareció en los medios de comunicación nacionales por llevar el primer caso de divorcio de la democracia, lo que le sirvió para tener una inusual notoriedad dentro y fuera de la región.
Años más tarde, llegaron otros casos muy relevantes en el panorama nacional, como el de la mafia policial y la desaparición de el Nani, en el que Sarabia defendió a Federico Venero, el joyero santanderino que denunció la existencia de una red de corrupción policial. Muchos años después representó a familias de militares fallecidos en el YAK-42, a su regreso de misión en Afganistán.
Pero el gran salto de dimensión del bufete santanderino se ha producido en la última década, cuando apostó por un nuevo modelo de despacho, más amplio en especializaciones y con más sedes. “A partir de 2010, iniciamos nuestra expansión, con la apertura de un despacho en Málaga y otro en Madrid, gracias al apoyo de buenos e importantes clientes”, explica Diego Sarabia, hijo del fundador del bufete y uno de los seis socios actuales.
Apuesta por el crecimiento
A estas tres sedes se han incorporado, más recientemente, las de Valladolid y Barcelona, lo que le ha abierto las puertas de clientes y operaciones más grandes a nivel nacional.
Esta expansión geográfica ha coincidido con una mayor especialización, al incorporarse especialistas en las distintas ramas del derecho. “Es imposible saber de todo, más aún con la extranormativización que hay”, admite Diego Sarabia.
Aunque en los últimos años lo que más ha crecido es su departamento de Derecho Mercantil, también cuentan con equipos especializados en derecho de familia, laboral, penal, administrativo y contencioso-administrativo, civil y bancario, así como un departamento de fiscal, que decidieron crear para complementar los servicios que ofrecían en el campo jurídico. “Tener una plantilla tan grande nos facilita dar un servicio óptimo a los clientes, sin necesidad de acudir a agentes externos”, recalca el responsable del departamento Mercantil.
Justo antes de la pandemia el bufete vivió dos grandes cambios que han impulsado su crecimiento: la compra de unas instalaciones más grandes en el centro de Santander y la incorporación de veinte compañeros, procedentes de otra firma local que absorbieron.
La penúltima sede regional del PSOE, de tres plantas y casi 1.000 m2, en la calle Bonifaz, se ha convertido en el nuevo centro de trabajo de Sarabia Asociados, donde ha acondicionado unas instalaciones modernas y cómodas.
La planta baja está reservada para que los clientes “tengan su privacidad y no interfieran en el ritmo de trabajo de los equipos”. Además de la sala de espera, se han dispuesto cinco salas donde son atendidos por los profesionales. No obstante, la joya de la corona de la nueva sede es un auditorio en el que caben 90 personas, lo que no solo les permite hacer grandes reuniones internas del despacho sino ofrecérselo como un servicio más a los clientes, que pueden solicitar el espacio para celebrar una junta general, una presentación u otro evento.
Las plantas superiores están destinadas a los trabajadores, que están divididos por equipos. Salvo algún despacho de socios, prácticamente todas las instalaciones son abiertas, lo que permite el trabajo multidisciplinar de varios equipos.
El bufete está compuesto en estos momentos por 70 personas, de las cuales 43 trabajan en Santander. “Aunque seguimos incorporando a muchos jóvenes desde su pasantía, buscamos un perfil más sénior, que viene con un largo recorrido en despachos grandes”, explica Diego Sarabia, quien reconoce que con las incorporaciones recientes, “el espacio se está quedando pequeño”, aunque la firma no tiene intención de hacer más traslados.
Grandes objetivos
En el mundo del derecho, lo habitual es que los grandes despachos de Madrid decidan abrir sedes regionales para continuar su crecimiento, y llama la atención que, en el caso de Sarabia y Asociados, el proceso haya sido el inverso: es uno de los pocos bufetes de provincia que ha dado el salto a la capital y a otras comunidades, con una estrategia muy decidida de nuevas aperturas, incluso en tiempos de crisis, que pretende continuar en 2022.
Su intención más inmediata es ampliar las plantillas de los despachos que ya tiene abiertos, especialmente los de Madrid y Barcelona, y la apertura de alguna sede más, entre las que se encontraría una en las Islas Canarias.
El bufete santanderino ya está a punto de entrar en el Top 50 de los mayores despachos jurídicos de España por volumen de negocio. Lo conseguirá pronto si continúa el crecimiento de la facturación que ha vivido en los dos últimos ejercicios, en los que se ha incrementado a un ritmo del 20% anual.
María Quintana