Recomendaciones para iniciar una reclamación por accidente laboral
Ningún trabajador está exento de sufrir un accidente laboral, en especial, si las empresas no toman las medidas necesarias para minimizar sus riesgos. Dependiendo de los daños ocasionados y la negligencia del empleador, lo más recomendable es buscar asistencia legal. Un bufete de abogados de lesiones en la construcción o cualquier otro ámbito laboral estará más capacitado para valorar los daños y establecer el curso de acción más conveniente. A continuación, daremos otras recomendaciones para iniciar una reclamación por accidente de trabajo.
Conocer los derechos del trabajador
En primer lugar, es fundamental conocer los derechos del trabajador para asegurarse de que la empresa cumpla con todos ellos. En este sentido, lo más importante es reconocer que es el derecho de todo empleado iniciar una reclamación para que la empresa otorgue una indemnización, en caso de que el accidente se produzca por negligencia. Desde luego, habrá que evaluar los daños sufridos por el trabajador, siempre teniendo en cuenta que estos pueden ser físicos, psíquicos y económicos. Por otro lado, es importante destacar que también se consideran accidentes las enfermedades previas de una persona que se agraven como consecuencia de las actividades laborales. Conocer todos los derechos permite tomar las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento.
Iniciar la reclamación en el tiempo estipulado
El Estatuto de los Trabajadores indica cuál es el plazo para iniciar una reclamación por negligencia de una empresa, en caso de que se produzca un accidente. Este período es de un año, pero es importante identificar correctamente a partir de qué momento empieza a correr ese lapso de tiempo. La ley establece que el año comienza cuando el trabajador determina el alcance de los daños ocasionados por el accidente, sin importar si se trata de lesiones físicas o emocionales. Esto es así porque, para solicitar la indemnización, el empleado debe saber exactamente el alcance de sus lesiones.
Ahora bien, lo primero que se valora son los daños relacionados con la salud. Sin embargo, no se puede conocer su alcance hasta que el empleado no termine su período de recuperación. Esto quiere decir que, mínimamente, el año en el que se puede iniciar la reclamación comenzará cuando el trabajador reciba el alta médica. En ese momento, la persona podrá determinar qué secuelas tiene y cómo estas afectarán su rendimiento laboral. Puede que las secuelas del accidente dejen al empleado parcialmente inmovilizado, haciendo que este no pueda retornar a su puesto de trabajo. Esto deberá determinarlo un médico.
En segundo lugar, es necesario valorar los daños relacionados con la economía de esa persona. En el ejemplo que hemos dado recién, el empleado no puede retomar su actividad laboral, por lo que su patrimonio se verá afectado. Si el trabajador recibe incapacidad permanente, el plazo para iniciar la reclamación comienza a partir de ese momento.
En suma, la indemnización que intentará recibir el empleado se determinará del conjunto de daños físicos o psíquicos, sus secuelas y su continuidad laboral. Como cada caso en particular es muy complejo, nuestro mejor consejo es consultar siempre con un abogado que evalúe la situación y determine cuál es el mejor camino a seguir.