Un investigador del IBBTEC recibe 2 millones para estudiar la respuesta a tratamientos del cáncer
El investigador Fernando Calvo, del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), ha obtenido una ayuda Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), dotada con dos millones de euros para llevar a cabo su proyecto de investigación ‘AntiCAFing’ con el que estudiar la posibilidad de que un paciente no responda o deje de responder a los tratamientos del cáncer.
En concreto, en el trabajo -que se centrará en casos de colon- se plantea que, en muchos casos, no son solo las características propias de los cánceres las que determinan dicha respuesta.
«La gran mayoría de los tumores no solo están compuestos por células cancerígenas, sino que, como cualquier otro tejido, existen células no cancerígenas que, sin embargo, pueden ser corrompidas por el tumor y no funcionar como es debido, pudiendo, en muchos casos, contribuir al desarrollo de la enfermedad», ha explicado este viernes el científico del IBBTEC, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Cantabria (UC) y el Gobierno de Cantabria, a través de SODERCAN.
La ayuda ERC, la cuarta que logra un investigador de un centro perteneciente a la UC o sus institutos mixtos, permitirá desarrollar una investigación que se centrará, principalmente, en un grupo particular de células llamadas fibroblastos, foco de investigación de Calvo y que han demostrado ser factores esenciales en el desarrollo de tumores y metástasis.
Así, utilizando el cáncer de colon como modelo, este proyecto propone estudiar en detalle las características y el comportamiento de los fibroblastos en tumores (CAFs, por sus siglas en inglés) en cánceres sometidos a distintos tratamientos actuales (quimioterapia, terapia dirigida e inmunoterapia), y determinar si son un componente esencial en el desarrollo de resistencias.
Según ha explicado el científico en la rueda de prensa de presentación de la ayuda concedida, el proyecto incluirá el estudio de distintas estrategias para modular el comportamiento de estos fibroblastos, entorpecer su papel en la aparición de resistencias y mejorar la eficacia de dichos tratamientos.
En objetivo final de ‘AntiCAFing’ es proponer el desarrollo de terapias anti-CAF, capaces de modular específicamente a los fibroblastos en tumores, «lo que supondría un avance terapéutico contra el cáncer novedoso y con gran potencial, siempre y cuando se superen cierto número de obstáculos que han impedido su implantación hasta el momento y que pretendemos afrontar de manera exhaustiva en este proyecto».
Y aunque la ayuda obtenida es individual, en el desarrollo del proyecto participa un amplio abanico de colaboradores nacionales e internacionales, sin los cuales sería «prácticamente imposible desarrollarlo», ha apuntado Calvo.
Se incluyen bioingenieros (Emad Moeendarbary, University College London, Reino Unido), oncólogos (Fernando Rivera, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, España; Marco Gerlinger, St Bartholomew’s Hospital, Reino Unido), inmunólogos (Marcos López-Hoyos, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, España), bioinformáticos (Anguraj Sadanandam, Institute of Cancer Research, Reino Unido) y bioquímicos (Fernando Pastor, Universidad de Navarra, Spain).
La de Fernando Calvo es la cuarta ayuda ERC lograda por un investigador de la UC, tras la obtenida en 2014 por Ignacio Varela, Ana B. Marín-Arroyo en 2018 y Álvaro Rada en 2019, perteneciendo el primero y el último también al IBBTEC.
Se trata de un hito «muy importante» en palabras del rector de la Universidad cántabra, Ángel Pazos, que coloca a la institución «en la élite» de la investigación científica en España, y «en la Champions» a nivel nacional y europeo, según Piero Crespo, director del instituto, que se ha convertido en «polo de atracción» de talento externo también.
Por su parte, Luigi dell’Olio, vicerrector de Investigación y Política Científica de la UC, ha resaltado la importancia y dificultad de conseguir estas ayudas, pues son «muy competitivas».