El ERTE en la planta de Ferroatlántica de Boo de Guarnizo podría comenzar a aplicarse en noviembre
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en Ferroatlántica, que afectará a la fábrica de Boo de Guarnizo, podría ponerse en marcha a partir de noviembre.
Así se lo han trasladado este viernes al consejero de Industria, Javier López Marcano, representantes de Ferroglobe, grupo al que pertenece la fábrica de Ferroatlántica de Boo.
El pasado julio, la empresa ya avanzó que preparaba un ERTE que afectaría a la planta de Boo y también a la del municipio gallego de Arteixo (La Coruña), con 150 y 120 empleados, respectivamente.
Hoy el consejero se ha reunido con el vicepresidente de
Operaciones en Europa y Sudamérica, Alberto Fuentes, y con el director de la fábrica de Boo, Juan Luis Bernardo, quienes han explicado a Marcano que la empresa y los sindicatos continúan con las negociaciones del ERTE y en la actualidad se está redactando el informe que exige la ley para justificar la medida, con lo que prevén que podría comenzar a aplicarse el mes que viene.
MEDIDAS CORRECTORAS ANTE EL ALTO PRECIO DE LA ENERGÍA
En el encuentro, han hablado de los problemas que está generando a la empresa el elevado precio de la energía y que han provocado una disminución de la producción desde el verano de este año, llegando a una paralización total de la actividad desde septiembre en la planta de Boo.
Ante esta situación, desde Ferroglobe reclaman medidas correctoras para la industria electrointensiva que compensen este alto precio de la energía, propuestas que han recibido el apoyo de Marcano.
Concretamente, Fuentes ha reclamado «las mismas medidas de
compensación con las que cuentan sus competidores en Europa» y él y el director de la planta de Boo han planteado a Marcano la necesidad de que se exima a las empresas del ajuste al precio del gas a los PPA (Power Purchase Agreement), contratos de compraventa de energía a largo plazo entre un generador y un comprador que las empresas industriales tienen que firmar para cumplir el Estatuto de Consumidor Electrointensivo.
También han propuesto que se impulse la contratación de PPA con productores de energías renovables y que se pongan en marcha contratos puente hasta el comienzo de los PPA.
Otras de las medidas presentadas es la recuperación del sistema de gestión de la demanda por interrumpibilidad para los consumidores electrointensivos, así como alcanzar la máxima compensación por CO2 indirecto.
También los responsables de Ferroglobe han reclamado el acceso de
una parte de la energía adjudicada en las subastas de renovables para la industria electrointensiva, así como un porcentaje de la energía generada por las instalaciones de renovables, cogeneración y residuos (RECORE) al precio de la tarifa fijada por el Gobierno, así como el desacople del gas y carbón del precio de la energía.
Finalmente han propuesto que la reducción del 80 por ciento en la tarifa de acceso sea definitiva, ha informado en un comunicado el Gobierno regional.
Los representantes de Ferroglobe han mostrado a Marcano la evolución del coste de la energía para sus empresas en España que se ha incrementado debido al elevado precio del gas y que a pesar de la compensación por CO2 indirecto, el estatuto de consumidor electro intensivo y los descuentos en la tarifa de acceso, «se ha multiplicado por cinco» desde 2020 el precio final.
Fuentes ha explicado que, aunque las fábricas españolas, especialmente la de Boo, son de las más eficientes, la energía eléctrica ya supone entre el 40 y el 60 por ciento del coste total de los productos.
Según ha informado el vicepresidente de Operaciones en Europa y Sudamérica, el problema se agrava con la evolución comparativa del precio de la energía en las fábricas europeas, donde se han mantenido competitivos en Francia debido a las tarifas y bonificaciones, y en Noruega gracias a la escasa dependencia del gas y la elevada generación
de renovables, mientras que en España los precios se han disparado, alcanzando en 2022 precios superiores los 200 euros por MWh lo que supone más de 5 veces el precio de la industria electrointensiva en países como Francia y Noruega, frente a los 26 euros de Francia y
los 20 de Noruega.
Fuentes ha comentado que en la empresa siempre han tenido un diferencial, que, sin embargo, se «salvaba» con una mayor competitividad y con mayor eficiencia, pero ha asegurado que la situación es «insostenible», con un diferencial que, según ha dicho, «supone precios casi diez veces más que los que se tienen en Europa».
En la reunión, también ha estado presente el director general de Industria, Minas y Energía, Daniel Alvear.