Breve guía para iniciarse en las inversiones inmobiliarias
El dinero que se queda estancado en una cuenta bancaria acaba perdiendo valor. Diversificar los activos es un aspecto clave para sacarle mayor rendimiento a los ahorros, y las inversiones inmobiliarias son un sector especialmente atractivo para quienes piensan en el futuro.
¿Por qué invertir en bienes inmuebles?
La pandemia ha puesto sobre la mesa una realidad que los expertos ya conocían: las inversiones en bienes inmuebles son sinónimo de estabilidad económica y retorno de la inversión incluso en los escenarios más adversos.
Entonces, ¿por qué todavía existe cierto temor a invertir en propiedades? El único motivo razonable es que se trata de inversiones orientadas sobre todo al largo plazo. Los intereses y la rentabilidad de la compra de un inmueble no son inmediatos.
Empresas inmobiliarias como Masteos se enfrentan a diario a estas dudas y miedos típicos del inversor. Por este motivo, frente a las transacciones tradicionales proponen otras fórmulas con las que activar la rentabilidad de una compraventa, como la inversión en viviendas de alquiler.
Ventajas de invertir en bienes inmuebles
Aparte de la estabilidad que genera tener un inmueble en propiedad y de la revalorización del capital a medio/largo plazo, la compra de un inmueble también está asociada a otro tipo de beneficios:
- Es un escudo eficiente frente a la inflación. Las propiedades se revalorizan cuando suben los precios, y también suben los alquileres, en caso de optar por esta modalidad de explotación.
- Aunque los bienes se amortizan a medio/largo plazo, también la inversión tiene su propio ritmo. Frente a inversiones más inestables y volátiles como la bolsa, en las que hay que el pago es instantáneo, la compra de un inmueble permite una financiación más flexible y prolongada en el tiempo.
- Existen muchas opciones de explotación. Alternativas como el alquiler vacacional o los alquileres de larga estancia ayudan a que las hipotecas se vayan pagando solas.
- Incremento del patrimonio familiar. Comprar una vivienda no solo es invertir en el presente sino en el bienestar y la solvencia de futuras generaciones.
5 prácticas clave del buen inversor inmobiliario
- Conocer bien el mercado: la información es fundamental para hacer una inversión de éxito. Un estudio en profundidad del mercado inmobiliario implica conocer las mejores áreas de una ciudad, el estado de sus edificios, el precio medio de venta o alquiler, etc.
- Valorar algo más que la propiedad: el buen inversor tiene que mirar siempre hacia el futuro. En este sentido, es importante valorar el potencial de la zona en los próximos años en función de los servicios y facilidades que ofrece en la actualidad (colegios, comercios, instalaciones deportivas, zonas verdes…).
- Consultar varias opciones de financiación: la adquisición de un inmueble supondrá un desembolso importante. Tanto en inversiones por libre como a la hora de trabajar con asesores inmobiliarios (lo más recomendable) es importante barajar diferentes opciones y valorar sus ventajas e inconvenientes.
- Vienda nueva, de segunda mano o a reformar: es un aspecto que hay que tener muy claro a la hora de definir objetivos. Lo ideal es no cerrarse del todo a ninguna propuesta y plantearse la rentabilidad actual y futura de cualquier propuesta.
- Disponer de un buen asesoramiento legal: las transacciones de compraventa de inmuebles generan una serie de obligaciones fiscales y tributarias. Muchos de esos impuestos son de carácter autonómico y varían en función de la ubicación de la propiedad, sus características y la situación personal del comprador. En cualquier caso, son gastos que se deben añadir al presupuesto total de la inversión.
La compra de un inmueble puede convertirse en una importante fuente de ingresos a largo plazo. Todo el tiempo dedicado al estudio de estas inversiones ayuda a minimizar los riesgos e incrementa las posibilidades de hacer la elección más adecuada.