El PIB de Cantabria crecerá un 3,6% en 2022, según las previsiones de Unicaja Banco
Las estimaciones realizadas por la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) de Cantabria podría crecer un 3,6% este 2022, mientras el empleo podría aumentar en el promedio del año un 2,5% y la tasa de paro se situaría en el 9,2%.
Para 2023, las previsiones se moderarían con un aumento del PIB del 1,2%, en un contexto de «elevada incertidumbre» en el que ha incrementado el riesgo de recesión en las principales economías mundiales. Se estima un crecimiento del empleo del 0,7% en el promedio del año y una disminución de la tasa de paro hasta el 8,9%.
El informe, que se elabora con periodicidad semestral, apunta a un 3,6% de crecimiento del PIB en 2022, una tasa inferior a la prevista para el conjunto de España y similar a la estimada en el anterior estudio del pasado mes de marzo.
Asimismo, se prevé que, en el promedio de 2022, el número de ocupados -según cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA)- crezca un 2,5%, en torno a un punto más de lo estimado en marzo, debido al mayor crecimiento de lo previsto en la primera mitad del año, sobre todo en el sector servicios y en el agrario.
Por su parte, la cifra de desempleados podría descender en torno a un 20%, lo que situaría la tasa de paro en el 9,2% en el promedio del año, 2,3 puntos por debajo de la de 2021. Para 2023, se prevé un crecimiento del empleo del 0,7%, al tiempo que se moderaría el descenso del desempleo, estimándose una tasa de paro del 8,9%.
El informe recoge que, según datos publicados por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), la economía cántabra ha continuado
creciendo en la primera mitad de 2022, aumentando el PIB un 1% en el primer trimestre y un 0,8% en el segundo, apoyado en la construcción y los servicios.
En términos interanuales, el aumento se situó en el 5,8% en el segundo trimestre (6,8% en España), frente al 5,1% registrado en los tres primeros meses del año, y el volumen de producción se encuentra cerca de los niveles previos a la pandemia (-0,4% respecto al cuarto trimestre de 2019, -2,2% en España).
Desde la óptica de la demanda, algunos indicadores continúan mostrando signos de moderación, en especial de consumo. Las ventas minoristas han aumentado hasta julio un 0,6% (0,3% en el país), aunque descontando las estaciones de servicio se habría producido un descenso del 1%, debido a la caída de las ventas no alimentarias.
También la producción industrial de bienes de consumo está creciendo a menor ritmo, en tanto que las matriculaciones de turismos han disminuido. Por su parte, la producción industrial de bienes de equipo apuntaría a un buen comportamiento de la inversión en maquinaria y bienes de equipo, recuperándose tras el peor comportamiento registrado en la segunda mitad de 2021.
A su vez, las compraventas de viviendas continúan reflejando un significativo dinamismo de la inversión residencial.
El valor de las exportaciones de bienes ha alcanzado en la primera mitad de 2022 los 1.782,6 millones de euros (el más elevado de la serie histórica), lo que supone un aumento del 23% en términos interanuales (24,8% en España), debido en parte al repunte de los precios.
Por sectores, este aumento se ha debido, en gran medida, al
incremento en el valor de las exportaciones de semimanufacturas (fundamentalmente hierro y acero y productos químicos), que suponen casi el 40% de las exportaciones y han crecido un 37,2% con relación al primer semestre de 2021.
Desde la perspectiva de la oferta, el aumento trimestral del PIB regional en la primera mitad del año se ha debido a la aportación de los sectores no agrarios. En el segundo trimestre, destacan los aumentos en la construcción (1,4%) y en los servicios (0,9%), al igual que en los primeros meses del año. En términos interanuales, es el sector servicios (7,4%) el que supone una mayor aportación al crecimiento, destacando el aumento en las ramas de comercio, transporte, hostelería e información y comunicaciones (21,9%).
Respecto al mercado de trabajo, el empleo ha continuado creciendo en la primera mitad del año, recuperándose los niveles previos a la pandemia, si bien los últimos datos publicados de trabajadores afiliados a la Seguridad Social reflejarían una cierta ralentización en la creación de empleo. En concreto, el número de trabajadores
afiliados habría crecido en torno a un 3,1% interanual en el primer semestre, moderándose el ritmo de aumento desde el mes de abril.
Según la EPA, el empleo ha mostrado un notable ritmo de crecimiento en la primera mitad del año, especialmente en el segundo trimestre, aumentando el número de ocupados en 9.200 con relación al trimestre anterior, debido principalmente al incremento en servicios de mercado y en industria.
En términos interanuales, el empleo ha crecido un 4,2% (4% a nivel nacional), destacando de nuevo el aumento registrado en los servicios de mercado, y especialmente en la rama de comercio, transporte y hostelería, con 11.400 ocupados más que hace un año).
Por su parte, la población activa disminuyó un 0,6% en términos interanuales, situándose la tasa de paro en el 8,2% (12,5% en España), 4,3 puntos por debajo de la de un año antes.