El cántabro Álvaro Martínez Bueno, premiado con el ‘Óscar de los cómics’

Los Premios Eisner, que reciben su nombre del mítico creador Will Eisner, se otorgan desde 1988 y se pueden considerar los Oscar de los comics. En su última edición, ‘The Nice House on the Lake’ ha sido la ganadora del premio a la mejor serie nueva. Sus autores son el cántabro Álvaro Martínez Bueno y el americano James Tynion IV, con largas trayectorias en la firma americana DC Comics, donde Martínez también ha ilustrado a personajes tan emblemáticos como Batman o Aquaman.

Como tantos otros niños de los 80, el torrelaveguense Álvaro Martínez Bueno creció leyendo Mortadelo, Superlópez y Zipi y Zape, aunque sus favoritos eran los comics de Tintín. Más tarde, se aficionó al mundo de los superhéroes.

No recuerda cuándo empezó a dibujar, porque fue tan pronto como alcanza su memoria, pero sus padres conservan cómics dibujados por él cuando tenía solo cuatro años. Por eso, decidió estudiar Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. “Tuve clara mi vocación desde muy pequeño y la suerte de que en casa me la estimularon. Estudiar esta carrera parecía el paso lógico para llegar a ser dibujante de cómics”, comenta.

Pero su faceta artística va más allá. Además de dibujante, es vocalista de Templeton (un grupo de pop que formó con sus amigos), y doblador de canciones de series de animación, como la famosa ‘Hora de Aventuras’.

De la publicidad a los cómics

Al acabar la carrera, Martínez Bueno se inició en el mundo de la ilustración, trabajando para productoras y agencias de publicidad. Ilustró campañas de grandes marcas como Coca Cola, Vodafone, El Corte Inglés o Peugeot.

En estos primeros años también ilustró libros y diseñó portadas de varios álbumes y posters musicales. Incluso fue dibujante de storyboards de películas como ‘Lo Imposible’, de J. A. Bayona, o ‘Zipi y Zape y el Club de la Canica’.

Tras varios años preparando su portafolio, en febrero de 2013 consiguió introducirse en la industria norteamericana del cómic, dibujando para Valiant las series ‘Harbinger’ y ‘Archer and Armstrong’. Unos comienzos “muy exigentes”, que le sirvieron para llegar hasta donde está.

Poco después pasó a la mítica Marvel Comics, donde intervino en títulos como ‘X-Men’, una experiencia que describe como cumplir “un sueño de niño”.

Desde 2014 trabaja en exclusiva para otra compañía editorial americana, DC, y las series ‘Aquaman’, ‘Secret Origins’, ‘Batman Eternal’, ‘Teen Titans’, ‘Detective Comics’ o ‘La Liga de la Justicia Oscura’ llevan sus dibujos. En ellas ha colaborado con guionistas de la talla de Scott Snyder, James Tynion IV, Tom King y Tim Seeley.

“Aunque ya tenía una pequeña carrera en Marvel, mi nombre no era relevante. Empecé en DC y me gané la confianza de mis editores. Recuerdo cómo mejoraba página a página. De hecho, sigo con el mismo editor que hace siete años –algo muy poco común en este mundo– y he ido creciendo a medida que lo ha hecho él”, explica.

Un cómic de terror

Como si su carrera en el mundo del cómic estadounidense no completara sus aspiraciones, el dibujante cántabro ha creado su propia serie de terror,‘The nice house on the lake’, junto con el guionista americano James Tynion IV, publicada originalmente bajo el sello Black Label de la firma americana DC Comics y editada en España por ECC.

El dibujante cántabro lo define como “un cómic de terror existencial”. “No es una serie que se basa en los sustos ni en el gore”, agrega. La historia tiene un trasfondo apocalíptico pero parte de una situación muy convencional, la de diez personas encerradas en una casa, para derivar en algo totalmente inesperado. “Enganchó mucho a la gente porque se apoya en la sorpresa, en lo que se descubre capítulo a capítulo”, explica.

Aunque la historia se  había pensado antes de la pandemia, al estar ambientada en el interior de una casa decidieron recoger muchas experiencias del confinamiento cuando la desarrollaron.»No íbamos a poder evitar que la gente pensara en el confinamiento, así que decidimos meter elementos muy reconocibles, aunque la historia no tiene nada que ver con la pandemia”.

La serie premiada se convirtió en un best-seller desde el principio. El primer número llegó a vender casi 200.000 copias y los restantes han obtenido muy buenos resultados. “Pero lo importante en una serie es que tenga vida posterior, que se reedite, y ese es nuestro objetivo”, explica el dibujante.

La guinda del pastel ha sido la obtención del premio Eisner –el equivalente a los Oscar de los cómics– a la mejor serie nueva en la última Comic Con. “Siempre tienes expectativas cuando das lo mejor de ti, pero no sabes cómo va a acoger tu trabajo la gente o qué repercusión va a tener. Yo no tenía expectativas tan grandes, así que los éxitos tanto con la crítica como de ventas y la culminación con el Eisner han sido un regalo”, manifiesta el dibujante cántabro con entusiasmo.

Quedan dos números para que la serie ‘The house on the Lake’ finalice. Toca pensar en el futuro y, aunque no lo confirma, puede que haya una secuela.

María Quintana