La UC coordina un proyecto para desarrollar un mercado de datos europeo descentralizado, seguro e inteligente
La Universidad de Cantabria (UC) coordina científicamente el proyecto europeo SEDIMARK (Secure Decentralised Intelligent Data Marketplace), que trata de desarrollar un mercado de datos descentralizado, seguro e inteligente para Europa.
Esta iniciativa está financiada en el marco del programa Horizonte Europa e implica a doce socios de varios países, bajo el liderazgo de la empresa española ATOS IT y con la participación del Ayuntamiento de Santander, ciudad en la que se desplegará una de las cuatro experiencias piloto previstas. La reunión de inicio del proyecto tuvo lugar los días 26 y 27 de octubre en las caballerizas del Palacio de la Magdalena, y el proyecto se desarrollará hasta 2025, ha informado hoy la institución académica.
El profesor de Ingeniería Telemática e investigador principal de SEDIMARK, Luis Sánchez, ha explicado que «se trata de democratizar el acceso a los datos, logrando que estos permanezcan bajo el control del proveedor o productor y evitando las soluciones centralizadas que hay hoy en día». Smart-watches, móviles, ordenadores…, todo genera datos y éstos se suben a la nube, «a repositorios centrales dominados por terceras partes, que suelen ser multinacionales estadounidenses».
El objetivo es aplicar los valores europeos a los datos, que se entienden como «el nuevo petróleo, el nuevo oro en la economía del siglo XXI». «El reto es mantener el control sobre ese valor, hacerlos más fácilmente disponibles a los proveedores de servicios, que se puedan generar aplicaciones y servicios de valor añadido y que florezca lo que se ha venido a denominar la economía de los datos», ha indicado el profesor.
Dos de los proyectos piloto son en las ciudades de Santander y Helsinki, asociados a la Smart City, otro en una compañía eléctrica griega, en el campo de la Smart Grid, y el último en una pequeña empresa dedicada a la gestión de agua en Francia. «Son pruebas de concepto, pero la tecnología pretende ser horizontal y podrá aplicarse a cualquier otro ámbito o espacio de datos (Internet de las Cosas, industrias 4.0, Smart Agriculture, etc.)», ha ahondado Sánchez.
En todos ellos prima el uso inteligente de la información que, venga de donde venga y tenga las características que tenga, debe ser soportada por la tecnología. Ésta tiene que poder almacenarlos, proveerlos, publicarlos y asegurar las transacciones de datos en un «entorno de confiabilidad», de modo que los proveedores comprueben que no se filtran datos a consumidores no autorizados, y los consumidores tengan acceso a información de calidad. «El mercado debe ser capaz de distinguir la calidad de los datos», ha subrayado.
Una parte del desarrollo del proyecto se basa en blockchain, una tecnología de seguridad cuya clave es la trazabilidad, que en un mercado es fundamental. «Se usa para asegurar la procedencia de los datos y para fomentar la denominada autosoberanía: que la confiabilidad sea distribuida, para que ningún nodo central tenga demasiado poder», ha añadido Sánchez.