Un octubre muy ‘real’

Cantabria ha recibido en menos de dos semanas las visitas de dos monarcas: Alberto III de Mónaco y Felipe VI de España

Octubre ha sido un mes muy ‘real’ para Cantabria, con las visitas del rey Felipe VI y el príncipe Alberto de Mónaco. Aunque el monarca patrio había estado en la capital regional hace unos meses, ha repetido para asistir al Global Youth Leadership Forum (GYLF), del que es presidente de honor. El príncipe Alberto de Mónaco, por su parte, quería rememorar los trabajos en las cuevas del Monte Castillo de su bisabuelo Alberto I, un hombre con gran curiosidad científica y amante de la prehistoria que contribuyó decisivamente con su presencia y sus publicaciones al reconocimiento internacional de estas cuevas.


Desde principios del siglo XX y hasta la llegada de la II República, Santander fue el lugar de veraneo del rey Alfonso XIII, bisabuelo del actual Rey Felipe VI, a quien la ciudad le regaló el Palacio de la Magdalena. En esa época, Alberto I de Mónaco visitó en dos ocasiones las cuevas del Monte Castillo, en cuyo estudio participó y del que fue mecenas.

Cien años más tarde, su bisnieto, el actual príncipe Alberto III, ha revisitado el lugar, como un homenaje a su antecesor. Es la segunda vez que lo hace (la primera fue en 2010) y probablemente habrá una tercera, porque el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla le invitó a estar presente en la inauguración del centro de interpretación de la prehistoria que se está construyendo en Puente Viesgo, que llevará el nombre de Alberto I.

Arte rupestre y gastronomía

La visita de Alberto de Mónaco, aunque apenas ha durado 24 horas, ha dejado un buen número de imágenes y anécdotas.

Tras aterrizar en el aeropuerto Seve Ballesteros, el monarca viajó en coche oficial junto al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, hasta Las Presillas, donde se alojó en el lujoso Palacio Boutique Antique de Helguera.

Su primera parada fue el futuro Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Puente Viesgo, en cuya construcción se están invirtiendo cinco millones de euros. El presidente cántabro le ofreció rotularlo con el nombre de su tatarabuelo, Alberto I para garantizarse de nuevo su presencia en marzo, cuando se inaugure.

Foto de familia con el rey Felipe VI, las autoridades y los participantes en el foro.

Allí, Alberto de Mónaco pronunció un discurso cuyas primeras frases, de agradecimiento, fueron en castellano y visitó las cuevas del Monte Castillo para conocer las últimas investigaciones sobre las pinturas y la conservación del conjunto rupestre, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.

El monarca estuvo atento a las explicaciones de Roberto Ontañón, director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) y no ocultó su entusiasmo por la materia.

Tras la visita, Alberto de Mónaco disfrutó de un menú especial en el restaurante del Balneario de Puente Viesgo, y atendió a cuantos le abordaron para saludarle o le solicitaban una foto, a pesar de la estricta vigilancia que le rodeó en todos sus movimientos.

Presidente de Honor

Felipe VI, que había estado muy recientemente en Santander para conmemorar el 150 aniversario del puerto y el 90 de la UIMP, acudió esta vez para participar en la sexta edición del Global Youth Leadership Forum (GYLF), del que es presidente de honor y que se celebraba en La Magdalena, impulsado por un cántabro, Jacobo Pombo. El GYLF reúne cada año a varias decenas de jóvenes de todo el área hispanoamericana con proyección política y cuenta con el apoyo de la ONU, entre otros muchos organismos.

Felipe VI saludando a un grupo de colegiales. A la derecha, Alberto de Mónaco posando con algunos trabajadores de las cuevas de Monte Castillo.

El monarca llegó al Palacio entre los aplausos de los asistentes, a quienes se acercó tras saludar a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que también acudió a este encuentro, y al jefe del Ejecutivo de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. No dudó en detenerse junto a un grupo de niños de una excursión escolar y en saludarlos chocando sus manos.

Felipe VI reconoció en su discurso que “el contexto actual es realmente difícil”, y por ello cree que las nuevas generaciones deben asumir un mayor protagonismo en una respuesta que, en su opinión, requiere unidad. Además, subrayó la perspectiva de la sostenibilidad desde la que se aborda el foro de jóvenes líderes, puesto que está “llamada a ser uno de los requisitos, ya no del futuro, sino del presente”.

Tras el acto, el Rey se hizo una foto de familia con los participantes en el foro en el exterior del palacio, y charló con los jóvenes y con la presidenta del Parlamento Europeo.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora