El Gobierno muestra su «cabreo» tras saber que otras 19 empresas habrían hecho pagos al funcionario encarcelado
La investigación solo implica a las cuatro sociedades ya conocidas dado que los hechos anteriores han prescrito
El vicepresidente del Gobierno cántabro, Pablo Zuloaga, ha mostrado su «cabreo y condena» tras conocer a través de la prensa que se han descubierto más pagos por parte de otras 19 empresas desde el año 2003 al funcionario encarcelado por la presunta trama de adjudicaciones irregulares en el Servicio de Carreteras.
Así lo habrían detectado los investigadores del caso, según publica este jueves El Diario Montañés, si bien solo hay implicadas en la causa cuatro empresas –Rucecan, Api Movilidad, Cannor y La Encina– y sus responsables, además de al jefe del Servicio de Carreteras y a su mujer, dado que se centra en los hechos ocurridos a partir de 2019, pues los anteriores han prescrito.
A preguntas de la prensa acerca de esta información, el vicepresidente ha asegurado que el Gobierno se ha enterado «a través de los medios de comunicación» ya que el vínculo a esas otras 19 empresas «no obra en la documentación» que tiene el Ejecutivo como parte personada en la causa.
«Me reservo cualquier declaración más allá de la sorpresa, cabreo y malestar al ver una noticia como ésta», ha lamentado Zuloaga, denunciando que «supuestamente habrían sido muchas las empresas que habrían participado de este tipo de prácticas que ahora investiga la Justicia y que, por lo tanto, han desviado recursos de su objetivo final, mejorar las infraestructuras».
En este sentido, ha apuntado que, además, «de confirmarse esta información» habrían detraído esos recursos públicos del desarrollo de otras políticas que eran «necesarias en Cantabria en momentos complejos», como los derivados de la crisis económica de 2008.
Zuloaga, que ha hecho estas declaraciones tras la rueda de prensa que ha ofrecido para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno de esta mañana, ha subrayado que en esos años se vivieron «momentos verdaderamente complejos y de crisis para muchas familias y trabajadores», por lo que ha condenado estas prácticas irregulares «ya no solo como vicepresidente, sino como cántabro que padeció la crisis junto a miles de jóvenes de mi generación».