Biocantaber denuncia la quema de maquinaria que realiza las catas del parque eólico de El Escudo
La promotora del parque eólico de El Escudo, Biocantaber, ha denunciado ante la Guardia Civil la quema de la maquinaria con la que se están realizando las catas geológicas previas a la construcción del parque por parte de colectivos antieólicos.
Según ha explicado la Asociación Eólica de Cantabria (AEC) en un comunicado, los trabajadores de la subcontrata han encontrado esta mañana la maquinaria quemada, así como el entorno donde se vienen realizando las labores de sondeo.
En la zona se ha personado el Seprona y los hechos ya han sido denunciados por la empresa ante la Guardia Civil, ya que se pueden haber cometido, a su juicio, «varios delitos graves», especialmente por el incendio provocado.
La asociación ha condenado lo que califica como un «sabotaje temerario», sufrido anoche por la empresa en los trabajos que se están realizando en la Sierra de El Escudo, y responsabiliza del mismo a los colectivos antieólicos, que ayer por la mañana se dirigieron «de manera intimidatoria» a los trabajadores avisando de que paralizarían las obras, según explica.
Añade que fue por la tarde cuando se presentaron en el lugar de los hechos «con el ánimo de forzar el cese de las catas», a lo cual los trabajadores no se opusieron con el fin de evitar incidentes mayores.
Según la AEC, «estos individuos alegaban que la empresa había accedido a la zona donde realizan los sondeos por el camino del concejo de Resconorio, sin el permiso de esta entidad, cuando este camino es de libre acceso, al ser de un monte de utilidad pública. Además, señalaban, sin fundamento alguno, que la empresa no tenía permiso para hacer los sondeos».
La asociación destaca que, en contra de lo difundido por estos colectivos, los trabajos que está realizando Biocantaber «cuentan con todos los permisos necesarios» concedidos por la autoridad competente. En cambio, «los pequeños grupos de activistas antieólicos acosan y amenazan con total impunidad y se revisten de una autoridad que nadie les ha dado para imponer su propia ley», agrega.
A su juicio, «cuanto menos resulta llamativo que el sabotaje se haya producido en un monte que es propiedad de una junta vecinal que no se ha opuesto a la construcción del parque eólico, una postura tan respetable como la contraria, salvo para estos colectivos que demuestran no saber aceptar las decisiones legítimas de los demás».
La AEC considera además que este sabotaje ha sido «temerario», dado que sus responsables «han quemado el monte» en plena ola de incendios y alerta máxima en Cantabria por viento sur y altas temperaturas, y tilda de «despropósito» el comportamiento de estos grupos «que se definen a sí mismos como defensores de los montes».
«Ya está bien de acosar a las empresas porque son las únicas que desde hace años están cumpliendo con la legalidad sometiéndose a todas las normas, acudiendo a cada instancia que indica la Administración e invirtiendo en desarrollo rural incluso antes de empezar a construir los parques», continúa.
Por último, la industria eólica considera que «no se puede dar más pábulo socialmente a estos grupos antisistema que actúan de manera violenta al margen de la ley, incapaces de establecer diálogos constructivos e intimidando y acosando a las personas que sí quieren un desarrollo eólico vinculado al desarrollo rural y al desarrollo sostenible».
La AEC condena el incendio temerario
La Asociación Eólica de Cantabria ha condenado el sabotaje sufrido en la noche de ayer por uno de sus asociados, la empresa Biocantaber, en los trabajos de catas geológicas que se están realizando en la Sierra de El Escudo de manera previa a la construcción del parque eólico. Los trabajadores de la subcontrata han encontrado esta mañana la maquinaria quemada, así como el entorno donde se vienen realizando las labores de sondeo. En la zona se ha personado el Seprona y los hechos ya han sido denunciados por la empresa ante la Guardia Civil, ya que se pueden haber cometido varios delitos graves, especialmente por el incendio provocado.
La asociación achaca la responsabilidad de este “sabotaje temerario” a los colectivos antieólicos que ya en la mañana de ayer se dirigieron de manera intimidatoria a los trabajadores avisando de que paralizarían las obras. Fue ya por la tarde cuando se presentaron en el lugar de los hechos con el ánimo de forzar el cese de las catas, a lo cual los trabajadores no se opusieron con el fin de evitar incidentes mayores.
Estos individuos alegaban que la empresa había accedido a la zona donde realizan los sondeos por el camino del concejo de Resconorio, sin el permiso de esta entidad, cuando este camino es de libre acceso, al ser de un monte de utilidad pública. Además, señalaban, sin fundamento alguno, que la empresa no tenía permiso para hacer los sondeos.
En contra de lo que han difundido los colectivos antieólicos, la asociación pone de manifiesto que los trabajos que está realizando Biocantaber cuentan con todos los permisos necesarios concedidos por la autoridad competente. En cambio, los pequeños grupos de activistas antieólicos acosan y amenazan con total impunidad y se revisten de una autoridad que nadie les ha dado para imponer su propia ley.
Cuanto menos resulta llamativo que el sabotaje se haya producido en un monte que es propiedad de una junta vecinal que no se ha opuesto a la construcción del parque eólico, una postura tan respetable como la contraria, salvo para estos colectivos que demuestran no saber aceptar las decisiones legítimas de los demás.
La AEC considera además que este sabotaje ha sido temerario, dado que sus responsables han quemado el monte en plena ola de incendios y alerta máxima en Cantabria por viento sur y altas temperaturas. La asociación empresarial tilda de despropósito el comportamiento de estos grupos que se definen a sí mismos como “defensores de los montes”.
La asociación asegura que ya está bien de acosar a las empresas porque son las únicas que desde hace años están cumpliendo con la legalidad sometiéndose a todas las normas, acudiendo a cada instancia que indica la Administración e invirtiendo en desarrollo rural incluso antes de empezar a construir los parques.
La industria eólica insiste en que no se puede dar más pábulo socialmente a estos grupos antisistema que actúan de manera violenta al margen de la ley, incapaces de establecer diálogos constructivos e intimidando y acosando a las personas que sí quieren un desarrollo eólico vinculado al desarrollo rural y al desarrollo sostenible.
