‘Combinar fisioterapia y deporte es la clave de una buena salud’
ALBERTO PÉREZ, Losada y Asociados
Hace cinco años, la clínica de Alfredo Losada en la calle Alcázar de Toledo de Santander abrió un gran centro en Revilla de Camargo que aúna deporte, tecnología y salud. Su hijo Damián junto a Alberto Pérez y Ángel Navedo recogieron el testigo del prestigioso fisioterapeuta en unas instalaciones de casi mil metros donde combinan la fisioterapia con el ejercicio físico para lograr la recuperación de los pacientes. Muchos de ellos son personas que padecen dolores crónicos por enfermedades degenerativas o deportistas profesionales que quieren mejorar su rendimiento o recuperarse de una lesión.
P.- ¿Cómo decidieron montar Losada y Asociados?
Alberto Pérez.- Abrimos el centro hace cinco años y somos tres responsables: Damián Losada, Ángel Navedo y yo. Antes estábamos en la clínica que tenía Alfredo Losada en la calle Alcázar de Toledo, en Santander, hasta que nos vinimos a Revilla de Camargo. Yo había estudiado Actividad Física y Deporte y también Fisioterapia en Madrid. Fue allí donde conocí a Damián y empecé a trabajar en la clínica de su padre. Alfredo Losada ha sido mi mentor y estuve con él durante nueve años. A Ángel Navedo también le conocemos de entonces y junto a él y a Damián pusimos en marcha este proyecto. Los tres somos fisioterapeutas y preparadores físicos y esa es la clave de Losada y Asociados: combinar la fisioterapia con el deporte para mejorar la salud.
P.- ¿Cuántas personas trabajan ya en este centro?
R.- Con el tiempo hemos ido incorporando a más personas y hemos ido ganando mayor capacidad. Ahora somos catorce en plantilla y tenemos un equipo multidisciplinar. Además de fisioterapeutas, hay preparadores físicos, podología y nutrición. Ha sido un crecimiento progresivo y hemos ido contratando a medida que íbamos ampliando nuestros servicios tanto en la parte de terapias para la salud como en la de entrenamiento.
P.- ¿A qué atribuyen ese crecimiento?
R.- Hemos crecido muy rápido porque ofrecemos un trato muy personalizado y porque, desde el principio, contábamos con el respaldo de Alfredo Losada, que tiene un nombre en el mundo de la fisioterapia. Alfredo, que sigue trabajando con nosotros por las mañanas, nos ha enseñado una filosofía basada en la capacidad de trabajo y en una forma especial de atender al paciente, con empatía, poniéndonos en la situación de esa persona para ayudarla a mejorar su calidad de vida.
P.- ¿Qué les hace diferentes?
R.- Además de esa combinación entre fisioterapia y ejercicio físico y de la atención personalizada al paciente desde que entra por la puerta, nos diferencian la calidad de los tratamientos y el uso de la biomecánica. También tenemos un importante respaldo de la tecnología, ya que contamos con las últimas novedades para el conocimiento y valoración de las lesiones, así como para hacer ejercicio.
P.- Póngame un ejemplo de esas tecnologías al servicio de la recuperación física.
R.- Máquinas como la cinta antigravitatoria, que permite caminar o correr eliminando el 80% del peso de una persona, lo que le ayuda a recuperarse mucho más rápido después de ciertas lesiones o intervenciones quirúrgicas. Siempre realizamos una valoración muy exhaustiva del paciente para ofrecer tratamientos individualizados y tenemos una vocación de formación continua. La fisioterapia es una profesión en la que siempre tienes la necesidad de seguir formándote.
P.- ¿Cómo influyó el traslado a Camargo sobre el negocio?
R.- El cambio ha resultado muy positivo. La ubicación actual, en el Crucero de Revilla, es estratégica, tanto desde el punto de vista de la accesibilidad por carretera como por la facilidad de aparcamiento. Y hemos ganado mucho espacio, llegando a duplicar los metros que teníamos en la sede anterior.
P.- ¿Cómo se distribuyen las instalaciones?
R.- Son cerca de mil metros repartidos en varias zonas. Una parte está dedicada a la fisioterapia, con despachos y boxes. También hay un gimnasio para las fases iniciales de la recuperación; una zona de pilates, con clases dirigidas, y otra de readaptación, que es la fase final previa a la actividad deportiva. Finalmente, hay otra de recuperación pasiva de las lesiones y un laboratorio de biomecánica en el que hacemos distintos estudios, sobre todo, dirigidos a deportistas profesionales, especialmente a ciclistas y corredores.
P.- ¿Cuál es el perfil del paciente?
R.- Son personas interesadas por la salud, bien porque tienen dolores crónicos o porque quieren conseguir mayor rendimiento deportivo o recuperarse de una lesión. En la consulta de fisioterapia también vemos lesiones de más corta evolución, pero, sobre todo, son pacientes con patologías degenerativas que necesitan un tratamiento continuo. En ese sentido, podemos decir que nos hemos especializado en enfermedades músculoesqueléticas degenerativas. Lo más habitual son las lesiones de hombro, columna, lumbar y cervical. Este tipo de pacientes pasan primero por la parte de fisio y después conseguimos grandes mejoras gracias al ejercicio.
P.- Usted lleva quince años en la profesión. ¿Ha cambiado mucho el sector en estos años?
R.- Sí. Hace tiempo que venimos observando un aumento del estrés y un cambio en el ritmo de vida de la gente, con un claro aumento del sedentarismo. Una de cada cuatro personas no hace deporte. Por eso, uno de nuestros objetivos es crear una mayor adherencia hacia el ejercicio físico.
P.- Resulta curioso que diga eso porque cada vez se ven más gimnasios y gente haciendo deporte por la calle.
R.- Es que tenemos más facilidades de acceso, pero todavía no hemos conseguido interiorizar la importancia del ejercicio físico para prevenir enfermedades. Nosotros, por ejemplo, llegamos a crear un servicio de rehabilitación cardiaca con entrenadores y un cardiólogo que poníamos a disposición de las personas que habían sufrido algún problema de corazón, y no salió adelante. Lo mismo que cuando hemos ofrecido hacer pruebas de esfuerzo. Hay deportes en auge como el ciclismo o las carreras de montaña, pero la gente no se mira lo suficiente.
P.- ¿Hay intrusismo, como en otras profesiones relacionadas con la salud?
R.- Yo creo que el intrusismo va disminuyendo y que la fisioterapia ha crecido y se ha profesionalizado. Los clientes también son más responsables y, antes de decidir dónde acuden, se informan y orientan. La formación y la investigación también han mejorado y, además de la universidad, hay muy buenos profesionales y formaciones externas de gran nivel.
P.- ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
R.- Ayudar a la gente y ser un gestor de salud para que esa persona pueda mejorar su calidad de vida. Lo que me hace más feliz es ver que, después de un tiempo de tratamiento, un paciente se ha recuperado totalmente. El deporte siempre me ha gustado y tengo pasión por los de resistencia, como la bici o las carreras de montaña. Por eso, juntar mi pasión por el deporte con mi dedicación a la fisioterapia me parece el engranaje perfecto.
Patricia San Vicente