Abierto al tráfico el primer tramo acondicionado del Desfiladero de la Hermida
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) abre hoy al tráfico un primer tramo de 600 metros de la N-621 acondicionado en el marco de las obras de mejora de la carretera entre Castro de Cillorigo y Panes, en el Desfiladero de la Hermida.
La vía sobre el que se está actuando, con una longitud aproximada de 17,2 kilómetros, discurre por Cantabria y Asturias, y la sección reformada que se ha puesto en funcionamiento está ubicada en la zona de Lebeña (Cantabria), entre los kilómetros 156,500 y 157,100. Además, a lo largo del verano está previsto abrir el tamo contiguo hasta sumar 1,1 kilómetros.
En el tramo abierto se ha ensanchado la plataforma hacia el río para evitar desmontes que puedan afectar a la estabilidad de los taludes.
Para ello se han acometido actuaciones de tres tipos: en los casos más favorables, en los que hay anchura suficiente hacia el río, se ha explanado y saneado el terreno para colocar la capa de firmes; donde eso no es posible se ha adoptado la solución de muro, de hormigón o de escollera, en función de las características del talud existente; y donde la anchura necesaria no se puede conseguir con muros se han ejecutado voladizos, consistentes en una losa de hormigón anclada a dos vigas de hormigón que se cimentan sobre micropilotes.
Una vez realizada la ampliación hasta conseguir la anchura de plataforma de ocho metros, se ha procedido a ejecutar la sección de firme, ha informado el Mitma en nota de prensa.
El objetivo de los trabajos, que cuentan con un presupuesto de obra de 73,4 millones de euros (IVA incluido), es lograr una conducción «segura, responsable y respetuosa con el entorno», sin incrementar la velocidad de circulación.
Para ello, se está trabajando en rectificar el trazado de varias curvas, en ampliar la plataforma para que tenga como mínimo ocho metros de ancho, con dos carriles de tres metros y dos arcenes de un metro cada uno, y en realizar otras mejoras de elementos de la carretera como drenaje, señalización, balizamiento y sistemas de contención.
Así, además de mejorar de seguridad y conseguir un diseño de trazado legible y consistente, las actuaciones están encaminadas a facilitar el uso de la carretera por ciclistas y peatones, a adecuar los miradores y zonas de parada existentes y acondicionar zonas para aparcamiento.
La carretera discurre encajonada, adaptándose al relieve, por el Desfiladero de La Hermida, entre las laderas de los Picos de Europa y el cauce del río Deva, al que cruza en cuatro ocasiones, con sendos puentes de un único vano. Por lo tanto, el proyecto se desarrolla en un entorno natural con varios espacios protegidos.
Para ejecutar las mejoras se ha analizado en cada punto de la carretera la mejor solución posible para su acondicionamiento, compatible con las estrictas condiciones.
El resultado es una obra de artesanía en la que se van alternado diferentes tipos de soluciones para lograr la anchura de plataforma y el encaje de un trazado que permita circular con seguridad y comodidad en un entorno singular.
Las diferentes soluciones consisten en muros de escollera, muros de hormigón, voladizos de anchuras variables y estructuras de apoyos aislados.