Fibratec, materiales de construcción novedosos
Fibratec nace en el año 2009 en plena crisis del sector de la construcción para ayudar a las empresas a salir adelante. Lo hace introduciendo productos novedosos que además de facilitar el trabajo, baja los costes y los tiempos de ejecución, aportando eficiencia a las empresas. Manuel Demirci López funda la empresa con sede principal y stock en Madrid y 13 delegaciones por todo el territorio español para estar siempre cerca de sus clientes que son principalmente los almacenes de materiales de construcción. La expansión de Fibratec ha sido rápida y consistente.
Los productos de Fibratec se han centrado en la aplicación de la construcción de soleras y losas de hormigón. Con sus fibras para hormigón, ha revolucionado el mercado porque no son fibras normales como las que se conocían hasta ese momento. En estos últimos 13 años, Fibratec ha suministrado fibras de vidrio AR fabricadas en Japón con el mayor contenido de zirconio a nivel mundial para la sustitución de los mallazos calzados en el tercio superior de las soleras de hormigón en más de 6,5 millones de m2 construidos con total éxito. Estas microfibras de 13 mm de longitud, con una resistencia a rotura por tracción de 1620 N/mm2 son más resistentes que el material utilizado para las fibras de acero. El peso específico de las fibras de vidrio AR modelo V12-AM de Fibratec es de 2,68 g/cm3 lo que garantiza una distribución totalmente homogénea dentro de la masa en tan solo 6 minutos de mezclado en la cuba del camión.
Las microfibras de vidrio AR V12-AM aportan a sus clientes numerosos beneficios, entre los que se pueden destacar el ahorro del 50 % del tiempo de ejecución, evitar los peligros de la manipulación de los mallazos de obra (mallas electrosoldadas) que requieren ser cortadas, calzadas, atadas con alambres, transportadas en camión, cargadas y descargadas con grúa y casi siempre oxidadas debido a que se almacenan en el exterior por el gran espacio que ocupan. Fibratec V12-AM, además, ahorra en coste de material en torno al 30 %, mejorando la calidad de los trabajos, ya que, después de ser mezclado, protegerá todos los recovecos de la solera, sin necesidad de cortar mallas para su adaptación. Terrenos inclinados que requerirían de una colocación de mallazos en diferentes alturas dejan de ser un problema, ya que, una vez vertido el hormigón, toda la solera quedará protegida y sin necesidad de colocar los engorrosos mallazos.