La escasez de mano de obra dificulta las entregas en plazo
Las presiones de los constructores para conseguir que la Consejería de Obras Públicas utilice el procedimiento de concurso en lugar de la subasta pura y dura (el mejor precio) se han relajado, aunque también es cierto que Miguel Angel Revilla ha optado por volver al sistema de concurso para los proyectos de más entidad. Este apaciguamiento no sólo responde a las cesiones de unos y otros, sino también al buen momento que atraviesa el sector. Hay muchas obras para todos, y eso evita el dramatismo de los primeros años de la anterior legislatura, en que llegaban a presentarse ofertas con un 50% de baja.
La calma va a durar. Fidel González Cuevas, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de Cantabria, sostiene que las perspectivas de la construcción siguen siendo buenas. González Cuevas, que no se ha caracterizado por ser contemporizador, ni siquiera teme en esta ocasión al periodo post-electoral, que tradicionalmente se ha caracterizado por un parón en la obra pública.
Frente a las críticas que los constructores plantearon en anteriores comicios, cuando se quejaban de que se producía una hiperactividad antes de las elecciones y una parálisis total después que provocaba grandes problemas en las empresas, en esta ocasión afirman que la obra pública mantiene una tendencia presupuestaria homogénea “por lo que no hay saltos de continuidad y no se distorsiona el mercado”.
Los problemas son ahora otros, como el de la mano de obra. La coincidencia de un momento muy brillante de la promoción inmobiliaria con grandes obras públicas han provocado que, según González Cuevas, en algunas ocasiones no sea nada sencillo entregar las obras en plazo por la escasez de operarios especializados que padece el sector.
González justifica que, a pesar del buen momento que atraviesan las obras, las constructoras hayan apostado cada vez con más firmeza por la diversificación, desde la gestión de servicios públicos a la hostelería, pasando por la logística: “La construcción es un sector maduro, donde los márgenes de beneficio son cada vez más estrechos y eso hace que las empresas busquen otros horizontes y entren en campos más rentables y, sobre todo, más estables en el tiempo”.
El Consejo del Noroeste
La patronal cántabra de Promotores y Constructores acaba de entrar a formar parte del Consejo de la Construcción del Noroeste Ibérico, un lobby en el que tendrá como aliadas a las asociaciones del sector de Oporto (Portugal), Galicia, Castilla y León y Asturias. El objetivo del Consejo es promover una unidad empresarial que impulse la superación de los déficits de infraestructuras que padece toda la zona.
El Consejo de la Construcción del Noroeste Ibérico parte de la idea de que “sin infraestructuras adecuadas resulta imposible cualquier tipo de despegue económico” y la unión de todas las fuerzas sociales puede dar una mayor capacidad reivindicativa frente a las Administraciones.
Para Fidel González Cuevas, el Consejo del Noroeste va a favorecer la unión del sector de la construcción y a propiciar un gran eje de comunicación entre todas las regiones implicadas. González Cuevas insiste en la necesidad de completar los enlaces por autovía y ferrocarril de toda la Cornisa Cantábrica, desde Irún hasta Galicia, y sus conexiones con Extremadura y Andalucía. El presidente de los constructores y promotores cántabros recuerda que, en el caso de Cantabria, cada año recibe más de millón y medio de turistas y algo más de 500 viviendas se venden a ciudadanos de otras regiones como residencia de verano o de periodos de vacación. Una interrelación económica que aún crecería más con buenas comunicaciones.