Felipe VI inaugura en la UC el curso de las universidades españolas

El Rey llama a la Universidad a dar respuesta a las necesidades formativas y del mercado laboral

El Rey Felipe VI ha inaugurado este lunes el curso 2023-24 de la Universidad de Cantabria (UC), que cumple 50 años, en un acto en el que ha puesto de relieve los «diversos retos» académicos a los que se enfrentan estas instituciones, a las que ha instado a «hallar las soluciones más adecuadas» para atender las necesidades «de una sociedad en constante evolución».

En el acto han intervenido también el ministro de Universidades, Joan Subirats; la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; la presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Eva Alcón; y el rector de la UC, Ángel Pazos.

Estos dos últimos han puesto de relieve la necesidad de mejorar la financiación de las universidades españolas para poder competir con otros países, mientras que el ministro ha trasladado su «firme compromiso» con esta reclamación al igual que la presidenta cántabra, que ha asegurado que su Gobierno apoyará «la continua mejora de nuestra universidad».

El Rey ha inaugurado el curso de la Universidad de Cantabria como ya lo hizo en 2011, entonces como Príncipe de Asturias. A las 11.30 horas, Felipe VI ha llegado al Paraninfo de la UC, donde esperaban decenas de personas que le ha recibido entre aplausos y ovaciones de ‘¡Viva el Rey!’, ‘¡Viva la monarquía!’ y ‘¡Viva la Constitución!’, que también han gritado numerosos vecinos desde sus balcones. Frente a ellos, otro grupo de ciudadanos le ha pitado y gritado ‘¡Viva la libertad de expresión!’.

El monarca ha descubierto una placa conmemorativa en la entrada al Paraninfo y, ya durante su intervención, ha dado comienzo al curso académico en el sistema universitario español, que han iniciado 1,7 millones de estudiantes en 91 universidades del país –50 públicas y 41 privadas–.

Un sistema universitario que el Rey ha calificado de «muy heterogéneo», formado por más de 1.000 Facultades y Escuelas vinculadas a más de 9.000 titulaciones oficiales.

Además de remarcar el actual escenario de «cambios sobrevenidos e inéditos» ante el que las universidades han demostrado «una gran capacidad de transformación y adaptación», Felipe VI ha puesto de relieve que este será el primer curso completo en el que esté en vigor un nuevo marco normativo, el de la LOSU, tratando mejorar la calidad de la educación superior y poner solución a «algunas de las dificultades más sustanciales de las universidades: recursos económicos, humanos y proyección o repercusión e impacto centran los esfuerzos más inmediatos».

En este sentido, tanto el Rey como el ministro han destacado que, de las 50 alianzas existentes en el programa ‘Universidades Europeas’ de la Comisión, hay universidades españolas presentes en 43 de ellas –en el 88%–.

Subirats también ha puesto en valor la importancia de las universidades en sus territorios, ya que cada una tiene un impacto de entre el 2% o el 3% del PIB local. En este sentido, ha calificado a la UC como «un ejemplo de compromiso con las necesidades de la región», ya que colabora en proyectos de Cantabria e impulsa titulaciones que «responden a las necesidades» del sector empresarial.

Al igual que el Rey, el ministro ha señalado la «capacidad de resiliencia» de las universidades en este «cambio de época» y se ha centrado en la aplicación de la LOSU, esa ley que, «con sus luces y sus sombras», pretende «adaptar la Universidad a la situación actual».

FINANCIACIÓN

Así, se ha referido a objetivos que recoge como la internacionalización, la modernización de la oferta universitaria, la estabilidad del profesorado, la reducción de los precios o la duplicación de la dotación para becas, siendo consciente de que «todo ello pivota sobre la mejora de la financiación».

Por su parte, la presidenta de Cantabria ha recordado que el Ejecutivo trabaja en la elaboración de un contrato-programa plurianual para la universidad que «dé estabilidad y durabilidad y construir sobre certezas», además de que desarrollará en su mandato la Ley de Ciencia aprobada la pasada legislatura.

Y es que la UC es algo de lo que «los cántabros se sienten orgullosos», ha dicho, destacando que «ha transformado la región» y está «situada siempre en la parte alta» de los rankings.

Mientras, tanto el rector de la UC como la presidenta de la CRUE han reclamado más recursos a las autoridades. Alcón ha asegurado que «a la universidad no le asustan los retos y está dispuesta a abordar los desafíos sociales y científicos de este siglo», pero ha incidido en que «urge una financiación acorde a la magnitud de esos retos».

No obstante, ha destacado que el español es «uno de los diez sistemas universitarios más equitativos y potentes», ya que «el 81% de las universidades públicas españolas se sitúa entre el 5% de las mejores del mundo».

Por su parte, el rector de la UC ha dicho que la institución debe «reorientar» su estrategia para poder seguir haciendo un papel de «ascensor social» de los ciudadanos y hacer frente a las nuevas demandas de educación, potenciación internacional, mejora de su capacidad investigadora y de transferencia.

En este sentido, ve «urgente» abordar, junto al Gobierno central, las comunidades y las universidades, un incremento «significativo» de la financiación universitaria, porque «solo así las universidades españolas estarán realmente en Europa».

El acto de apertura del curso, al que han asistido 28 rectores de las universidades españolas, ha dado comienzo con la lección inaugural pronunciada por la catedrática de Medicina de la UC y jefa del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Valdecilla, Carmen Fariñas.

LECCIÓN INAUGURAL

En su discurso, titulado ‘Las enfermedades infecciosas: viajando a través del tiempo’, ha repasado las infecciones que han tenido «un impacto destacado en la salud y en la sociedad» a lo largo de la historia, dejando para el último ha dejado la resistencia a los antibióticos, que «amenaza con revertir muchos de los avances médicos logrados».

No obstante, se ha mostrado optimista respecto al futuro ya que las nuevas tecnologías de diagnóstico, los avances en prevención y vacunación o el uso de la inteligencia artificial «ayudarán a predecir brotes».

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