La planta de Solvay reducirá un 33% su producción anual
La compañía dejará de producir 300.000 toneladas al año
La planta de Solvay en Barreda (Torrelavega) reducirá su producción de carbonato sódico en torno a un 33% anual, lo que supone dejar de fabricar unas 300.000 toneladas.
Esta medida corresponde a una decisión tomada por el Grupo Solvay a nivel internacional que afecta a la planta cántabra, según ha informado a Europa Press el presidente del comité de empresa, Roberto García.
En concreto, la nueva estrategia supone pasar de producir 900.000 a 600.000 toneladas de carbonato al año, según ha comunicado recientemente a Dirección al comité de empresa.
La planta torrelaveguense, que emplea a alrededor de 400 personas, está a su vez inmersa en un proceso de descarbonización para sustituir el consumo de carbón por una caldera de CDR (Combustible Derivado de Residuo) y continúa buscando financiación para el proyecto, que estima en un coste en torno a 140 millones de euros.
USO ve ‘grave’ la situación y acusa a la empresa de ‘intentar minimizarla’
El sindicato USO ha calificado de «grave» la situación de la planta de Solvay en Barreda (Torrelavega), que reducirá su producción de carbonato sódico en torno a un 33% anual, y ha acusado a la empresa de «intentar minimizarla».
Para el sindicato, esta decisión del Grupo Solvay a nivel internacional supone «un duro mazazo» para la economía y el empleo en Torrelavega y Cantabria, y ha advertido que «supondrá la destrucción del entorno del 15% del empleo propio, pudiendo ascender a 130 empleos entre directo, indirecto e inducido».
En nota de prensa, USO ha lamentado que la planta de Torrelavega «deja de ser estratégica» para el Grupo, renunciando a la fortaleza como planta exportadora mundial del carbonato sintético europeo siendo remplazada por la plata de Wyoming (EEUU), y queda relegada a un centro productivo regional, con las consecuencias que puede deparar ello a futuro.
Asimismo, ha denunciado que Solvay «oculta la gravedad» del recorte anunciado en la planta de Torrelavega, que es, ha asegurado el sindicato, «la punta del iceberg» si no se resuelve con urgencia la transición energética.
A su juicio, a esta situación se ha llegado por la «falta de inversión» del Grupo en la planta de Torrelavega, a diferencia de las realizadas en otras instalaciones, y por la «nefasta política» energética del Gobierno central, que empieza a tener consecuencias «letales» para el presente y futuro de la industria.
«La empresa ha venido de manera constante minimizando y negando la realidad», ha señalado el sindicato, que ha avanzado que, ante la «gravedad» presente y futura para la economía y el empleo, la próxima semana se reunirá y volverá a poner sobre la mesa sus propuestas y alternativas.