La inteligencia artificial como catalizador de un cambio social sostenible
La sociedad vive una revolución tecnológica con la llegada de la inteligencia artificial, impactando a diferentes niveles.
Hay quien la denomina la cuarta revolución industrial. Una revolución que ha llegado sin ningún tipo de regulación, donde la tecnología en sí misma es la gran protagonista. La opinión pública se divide, unos ven una gran oportunidad para el progreso de la civilización y una oportunidad para la evolución de la humanidad.
Otros, con sensaciones más negativas, consideran que su llegada e implantación tiene implicaciones muy negativas a diferentes niveles, provocando el fin de la sociedad como la conocemos. En estas circunstancias, está la oportunidad de conocer a Jesús García Fernández, consultor de marketing digital, divulgador y escritor, humanista y apasionado de la tecnología, considera indispensable poner a las personas en el centro.
Es un apasionado de la idea de que la IA, cuando se utiliza de manera ética y centrada en el humano, puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo personal y profesional. A través de sus escritos, talleres y eventos, Jesús busca desmitificar la tecnología y mostrar su potencial para empoderar a las personas, especialmente a aquellos que pueden sentirse desplazados o abrumados por el ritmo del cambio tecnológico.
Un ejemplo reciente es el taller «IA, Redes y Sueños en Acción: +50 y más allá», donde se explora cómo la IA puede ser una herramienta para potenciar el talento y la experiencia de las personas mayores de 50 años.
También es un defensor de la responsabilidad, tanto individual como corporativa, sobre cómo se implementa y se utiliza la IA, teniendo siempre en cuenta el impacto a nivel personal como social.
Hoy, Jesús comparte con sus reflexiones sobre la IA su impacto en la sociedad y cómo se puede navegar en este terreno cambiante con consciencia y propósito. Entrevistado por Claudia Ferrara, mentora de mujeres +50, acompaña a resolver el dilema de cómo diseñar la siguiente etapa de su vida.
Hola, Jesús, ¿podrías compartir con nosotros cómo fue tu primer encuentro con la inteligencia artificial y qué te fascinó de ella?
Mi primer encuentro fue en 2022 con Dall-e, la herramienta de OpenAi para generar imágenes, aunque resultaba curioso como se podían generar imágenes mediante una instrucción, la calidad de las mismas y errores en manos y caras resultaba un poco decepcionante.
Sin embargo, en esa época, pude probar Rytr, un generador de contenido. La experiencia fue tan positiva que la utilicé de ejemplo en un curso sobre posicionamiento SEO.
En ese momento, ya se apreciaba que había llegado una tecnología que iba a marcar un antes y después a nivel social y laboral.
Desde tu perspectiva, ¿cómo puede la IA contribuir al bienestar social y cómo podemos asegurar que así sea?
Una pregunta compleja. Actualmente, el desarrollo de la inteligencia artificial la lideran empresas privadas en un ámbito corporativo y seguramente con objetivos claramente de copar mercado, generar beneficios y desarrollar la mejor AI con más capacidades en el menor tiempo posible.
Ya vemos como hay una carrera frenética en ese sentido. Por lo que posiblemente no se evalúe ni analice el impacto de su uso en la sociedad y los posibles efectos de un mal uso de la AI. Es evidente las ventajas que puede aportar esta tecnología si se centra en las personas, en aportar valor, calidad de vida y una mejora sostenible a todos los niveles de nuestra sociedad.
No creo que sea fácil que ningún gobierno intente regular actualmente una tecnología incipiente, ya que los propios creadores desconocen su evolución a medio plazo y efectos negativos, por lo que crear leyes concretas puede resultar bastante complejo. Teniendo en cuenta las inversiones millonarias y los intereses de determinadas empresas en su aplicación práctica, los gobiernos sufrirán muchas presiones para no regular su uso.
Por lo que, según mi punto de vista, legislar y regular el buen uso de la AI va a ser muy difícil si no imposible, por lo menos a corto plazo.
¿Cómo puede alguien utilizar la IA para fomentar su desarrollo personal y profesional?
La AI más popular y accesible en este momento es la Inteligencia Articial generativa, que cualquier persona puede utilizar con conexión a internet, aunque ya existe la opción de descargar la AI en un ordenador y que funcione en el mismo. Lo que permite que cualquier persona que disponga de internet y ordenador acceda a una masiva cantidad de información para conseguir respuestas específicas en tiempo real.
Podemos ampliar conocimientos en determinadas áreas fácilmente con información que conseguiremos con una simple consulta o “prompt”.
Por lo que en este punto, toma relevancia nuestra experiencia personal o profesional, nuestros conocimientos actuales, nuestro pensamiento crítico, nuestra motivación y actitud para esa evolución personal.
Aquí quiero hacer un apunte, siempre tener en cuenta que la información que nos facilita la inteligencia artificial la tenemos que comprobar y contrastar, porque puede ser falsa o inexacta.
¿Qué significa para ti una tecnología centrada en el humano y cómo podemos trabajar hacia ella?
Cualquier tecnología puede poner foco en las personas, no es una característica específica de la tecnología, más bien del uso que se da en su aplicación práctica.
Con la llegada de la AI, podemos tener 2 escenarios:
Intereses económicos o políticos, quizás sean los más habituales, los que mueven a las empresas a invertir miles de millones en una tecnología nueva. Que puede ser, sustituir al ser humano para reducir al máximo el coste en producción, aumentar el rendimiento, la manipulación de la población mediante información falsa, mantener de forma interesada determinados sesgos, falta de privacidad en nuestros datos personales o vigilancia masiva entre otros usos.
Intereses sociales y centrados en las personas, que buscan el bien común por igual, con soluciones a problemas generales, nuevos fármacos o tratamientos a las enfermedades más graves, o desarrollar nueva tecnología más fácilmente que impactará positivamente en la sociedad con el apoyo de la AI.
Depende de nosotros como queremos trabajar con ella.
¿Cómo ves la IA potenciando la creatividad humana en lugar de reemplazarla?
El ser humano se suele autolimitar, aferrarse a una zona de confort que le da una falsa seguridad y evita enfrentarse a lo desconocido. ¿Te imaginas llevar a cabo ideas que tienes y no te atreves por su complejidad? Podemos escribir un libro, escribir poesía, componer música, crear un corto de vídeo más fácilmente que antes.
Por lo que podemos explorar intensamente nuestra creatividad, ya que tenemos a la AI generativa que nos apoya y facilita la información necesaria para acelerar el proceso y poner en práctica proyectos que habíamos descartado por inalcanzables.
Si pudieras dejar a nuestros lectores con un mensaje clave sobre la IA y nuestro futuro, ¿cuál sería?
Continuamente, veo información polarizada respecto a lo que supone la inteligencia artificial en nuestras vidas. Por un lado, los defensores a ultranza porque es la salvadora de la humanidad y, por otro lado, los que ven el fin del ser humano.
En ambos casos, se habla mucho de la tecnología y poco de las personas y qué hacer para una gestión efectiva de la AI en relación con el ser humano. Yo sugiero investigar, probar, evaluar, adquirir conocimientos y capacidades, utilizar el pensamiento crítico y nuestra experiencia profesional y vital para enriquecernos en el proceso.
Esta, como cualquier otra tecnología, no es buena o mala por sí misma, sino por el uso que hacemos de ella.