La guerra del cine se libra en los sofás

Cine Yelmo, la cadena líder en España, ha reabierto las salas que adquirió en el Centro Comercial Peñacastillo de Santander después de transformarlas a un formato premium: proyectores de alta definición y grandes butacas reclinables con una bandeja en la que no solo se podrán comer palomitas, sino una auténtica cena. La cadena responde así a la oferta que Ocine puso en marcha hace dos años y medio en otro centro comercial, Bahía Real.

Las cadenas de cine compiten ciudad a ciudad y cada movimiento estratégico de cualquiera de ellas es respondido por los competidores. Si en 2021 la familia Agustí, propietaria de Ocine, introdujo en el entorno de Santander una nueva forma de ver el cine, un formato premium que pretende convencer al espectador de que deje el sofá de su casa ofreciéndole aún más comodidad, ahora es Yelmo la que reacciona. La multinacional mexicana adquirió los locales que durante veinte años estuvo explotando la cadena sevillana Unión Cine Ciudad en el centro comercial de Carrefour en Peñacastillo y que UCC cerró en 2021, al no poder hacer frente a la subida de los alquileres y a la nueva competencia.

Ocine es el tercer exhibidor más importante del país y Yelmo el primero, con 530 pantallas y 13 millones de espectadores previstos para este año. Yelmo es la filial española de la mexicana Cinepolis, que a su vez es la segunda cadena del mundo por número de espectadores, con salas de exhibición en 18 países.

“Esta reapertura supone un nuevo hito en el compromiso que desde Cine Yelmo llevamos reforzando desde hace 40 años: ampliar el acceso de los espectadores a una experiencia diferencial en la que disfruten de la mejor película y de unas salas más espaciosas, unas butacas más cómodas y proyectores digitales láser de última generación, entre otros”, declara Jaime Gerbolés, director de Inversiones, Crecimiento y Planificación Estratégica de la compañía.

Este formato premium ha llevado a reconvertir las 12 salas que había construido UCC en el centro comercial de Peñacastillo en solo siete, para poder instalar amplias butacas reclinables y ofrecer una mayor separación entre una y otra, para mayor comodidad. Cada una de ellas dispone de un puerto USB a disposición del espectador.

Servicio de cocina

Si en el pasado la batalla del cine se sustanciaba, principalmente, en ofrecer los mejores estrenos, el hecho de que las programaciones estén cada vez menos diferenciadas y la fuerte competencia de las plataformas de televisión hacen que ahora se libre en el campo del confort para el espectador, con grandes butacas reclinables y un formato más hostelero, destinado a hacer más atractivo el producto e incrementar el ticket medio por cliente. Los Yelmo de Peñacastillo disponen de una cocina propia, lo que les permite ofrecer en su bar tanto productos dulces como salados. A su vez, las butacas cuentan con una bandeja para que el espectador pueda consumirlos durante la proyección, imitando la forma de ver las películas en el domicilio.

Esta ampliación de los servicios hace que el nuevo complejo requiera una plantilla de 17 trabajadores.

Los contenidos tampoco se limitarán al cine. Yelmo incluye en sus salas una oferta alternativa que denomina +Que Cine, con la retransmisión de espectáculos de ópera, teatro, ballet o conciertos para ver en la gran pantalla. También proyectará grandes títulos de cine en versión original los martes y fines de semana.

Campaña de marketing

La compañía ha gastado cinco millones de euros en esta remodelación a fondo de los cines existentes y ha empezado una agresiva campaña de marketing para que los espectadores de la región conozcan de primera mano las nuevas salas, con una promoción de ticket de entrada y menú (fingers de pollo o pizza) por 5,90€, y algo más barato aún (5,40€) para los miembros de su programa de fidelización MovieYelmo.

Para Ángela Domingo, gerente del centro comercial, la reapertura de los cines supone “una alegría, ya que completa nuestra oferta de ocio y servicios en mitad de la renovación que estamos llevando a cabo en Peñacastillo”.

La galería comercial está en pleno proceso de captación de nuevas enseñas de hostelería, con las que pretende reactivar la afluencia a este complejo propiedad de Carmila, la filial de patrimonio a la que el Grupo Carrefour ha transferido 202 centros comerciales que posee en Francia, España e Italia.