El triunfo de la integración tecnológica en los procesos de selección es Hirint
El mercado laboral de esta segunda década del siglo XXI se caracteriza por ser cada vez más dinámico y competitivo. Un entorno en el que, como estrategias de reclutamiento, las habilidades blandas o soft skills se perfilan como el factor clave para alcanzar el éxito profesional y la excelencia en el entorno laboral.
Es aquí donde Hirint marca la diferencia, con una herramienta capaz de evaluar las habilidades blandas de forma totalmente objetiva y contribuyendo así a que las empresas puedan constituir plantillas en las que la diversidad se convierte en un punto fuerte. Un elemento que ayuda a marcar la diferencia y a conseguir ventaja competitiva en el mercado.
El papel de las soft skills en la contratación
La cualificación técnica de quienes están buscando empleo suele ser bastante elevada. La formación y la experiencia hacen de los demandantes de empleo personas muy capacitadas desde el punto de vista técnico, pero las empresas buscan algo más.
En el panorama laboral actual, las habilidades blandas tienen cada vez más peso en la decisión de contratación porque resultan esenciales a la hora de abordar las tareas propias de un puesto con éxito.
Evaluar las soft skills se ha vuelto esencial dentro del proceso de selección de personal, porque estas tienen un impacto directo sobre la productividad, la retención del talento y la productividad laboral.
Atributos como la capacidad de adaptación y la empatía de sus miembros, pueden marcar la diferencia cuando se trata de conseguir que un equipo de trabajo cumpla con sus tareas de manera efectiva y con la máxima eficacia.
Mientras que las habilidades duras o técnicas pueden aprenderse en un período más o menos ajustado de tiempo, las habilidades blandas son el fruto de un conjunto de experiencias y vivencias personales. Por tanto, su adquisición es mucho más compleja y lenta. De ahí que las empresas estén interesadas en personas que ya tengan estas competencias desarrolladas.
La importancia de la objetividad
A la hora de seleccionar personal para una empresa, los sesgos cognitivos de los reclutadores pueden ser un obstáculo. Se trata de ese conjunto de creencias limitantes que llevan a valorar en exceso o a minusvalorar a una persona por ciertas condiciones personales o sociales: su edad, su género, su origen, su raza, su nivel formativo, el lugar en el que ha estudiado, etc.
Si dejar de lado los prejuicios es complicado en una selección basada en habilidades técnicas, lo es todavía más cuando esta se orienta hacia la búsqueda de unas habilidades blandas concretas.
Para los reclutadores, resulta muy complicado evaluar cuestiones como la capacidad de trabajo en equipo de una persona, o su nivel de empatía. En consecuencia, pueden recurrir de forma inconsciente a sus sesgos para elegir entre un candidato u otro. Fenómeno que da lugar, en la mayoría de los casos, a que la elección no sea la más adecuada, porque no se ha basado en factores objetivos.
La solución de Hirint para una selección objetiva por competencias
Frente a este problema, la plataforma de Hirint se perfila como una solución muy útil. A través de ella, las empresas pueden realizar test psicométricos a sus candidatos. Esto les permite conocer mejor su perfil profesional y personal y, muy especialmente, sus habilidades blandas. Y hacerlo, además, de una manera totalmente objetiva.
Un sistema de cinco pasos en el que las empresas son las protagonistas. Ellas deciden qué habilidades blandas van a evaluar y, en última instancia, serán las que tomen la decisión sobre la contratación.
Con Hirint, crear equipos de trabajo de alta eficiencia, diversos y con el personal más talentoso, resulta mucho más sencillo.