Valles Unidos del Asón quiere levantar en Ramales una industria láctea
Crear envasadoras ligadas a los propios ganaderos ha sido siempre el recurso más eficaz para reforzar la posición del productor frente a los intereses de las grandes industrias lácteas. Sin embargo, este tipo de iniciativas son todavía algo insólito en Cantabria.
Desde el pasado mes de abril los ganaderos del valle del Asón han situado en los lineales de los supermercados de la región su propia marca, aunque para ello han debido recurrir a una industria foránea. Tras diversos intentos de ampliar sus instalaciones de Ramales para dar cabida en ellas a una planta envasadora, sin lograr la autorización del Gobierno cántabro, la Cooperativa Valles Unidos del Asón ha optado por envasar en otra comunidad la leche que han comenzado a vender en Cantabria con su marca envasada en bricks.
Envasado temporal en Soria
La imposibilidad de contar con unas instalaciones propias ha limitado la cantidad de leche puesta a la venta. Cerca de 100.000 litros al mes son enviados desde Ramales hasta la Central Lechera de Soria para, una vez envasados con la marca de Valles Unidos del Asón, retomar el camino de vuelta hacia Cantabria. Esta cantidad representa tan sólo el 4% de la producción de la cooperativa, que reúne una cuota de 35 millones de litros. La mayor parte de la leche a granel se sigue enviando a industrias lácteas como Pascual –que adquiere el 60% de la recogida–, Lagasa o Central Lechera Asturiana, y a queserías como García Baquero o Lafuente.
Mientras la nueva iniciativa de Valles Unidos del Asón se afianza en el mercado, y a la espera de que la Cooperativa puedan poner en pie su propia industria láctea, la pequeña partida envasada sirve de válvula de escape para las puntas de producción de leche que suelen producirse en primavera y que tienen difícil acomodo en el mercado.
A pesar de que la distancia a la planta envasadora supone un sobrecoste en el transporte, la elección de la central soriana ha venido determinada por la antigua relación entre las dos cooperativas: “Con la Central Lechera de Soria mantenemos una relación de confianza desde hace quince años –explica el gerente del Valles Unidos, Emilio Higuera– y además nos garantizan que la leche que se envasa es nuestra”.
Las limitaciones del entorno
Cuando los poco más de cien ganaderos que fundaron en los años ochenta la Cooperativa de Valles Unidos levantaron en el límite entre Ramales y Valle las instalaciones para la recogida de leche, el interés turístico de la zona estaba muy lejos de la pujanza que ha cobrado en los últimos años.
En buena medida, la actividad de los propios ganaderos y su arraigo, potenciado por el éxito de la cooperativa, han sido factores decisivos para la conservación de una comarca recientemente descubierta por el turismo rural. Tanto desde los ayuntamientos del Asón como desde la propia administración regional se quiere potenciar los recursos del valle con un plan de dinamización turística, y en el futuro diseñado para esa zona no parece que haya sitio para la ampliación de instalaciones industriales como la que la cooperativa tiene en el barrio de Vegacorredor, en cuyas proximidades se instaló años después un complejo hostelero. “Cuando se hizo la cooperativa –señala su presidenta, Charo Arredondo– en aquella zona no existía nada; ha cogido vida con la Central y ahora parece ser que los que sobramos somos nosotros”.
Los planes de expansión de Valles Unidos del Asón les llevaron hace cinco años a adquirir dos hectáreas de terreno en las inmediaciones de la central de recogida de leche. El propósito de la cooperativa era construir un nuevo almacén para forraje y, en el espacio liberado en las instalaciones poner en pie una industria láctea para el envasado de leche y la fabricación de mantequilla y yogures. La negativa del Ejecutivo cántabro a autorizar la construcción de una nueva nave paralizó el proyecto.
La falta de espacio en sus instalaciones ya había impulsado a la cooperativa a adquirir la quesería de Julio Cortázar en Valle, donde produce actualmente 3.500 kilos de queso semanales con denominación de origen. El queso de nata de Valles Unidos se distribuye ahora en Madrid y en Bilbao y los responsables de la cooperativa estudian su incorporación al consorcio Cadex para abrir nuevos mercados en el exterior.
Tanto la quesería como las instalaciones de Ramales se han quedado pequeñas para las posibilidades de crecimiento de esta cooperativa, cuyos planes de expansión se ven lastrados por la inexistencia de suelo industrial en la zona del Asón. La tardanza del polígono anunciado hace años en la mies de Riancho, está limitando el desarrollo de un proyecto industrial que podría ser pionero en Cantabria de una nueva forma de entender el papel que debe jugar el ganadero, y al que están vinculados 450 pequeñas explotaciones de la zona.