Nada es como parece
PARADOJAS DE LOS CDs.– Los CDs vírgenes cuestan ahora un 35% más como consecuencia de un canon que compensa los derechos de autor en las copias privadas. Era la forma más práctica de defenderse, pero ha llegado en un momento conflictivo. El problema ha surgido por la simultánea salida al mercado del disco de Alejandro Sanz que incorpora, por primera vez, un sistema que hace imposible la copia directa. Y el resultado es una serie de preguntas sin respuesta ¿Cómo se puede pagar un canon por copias privadas cuando es imposible hacerlas? ¿De qué vale impedir que quien ha comprado el disco haga una copia en su casa, si no puede evitarse el pirateo en los top manta o la descarga por Internet? ¿Serán excluidos en el pago del canon aquellos autores y compañías que saquen discos con sistema anticopia?
LAS CUENTAS DEL FUTBOL.– Tras la operación inmobiliaria que dejó a cero las deudas, las cuentas del Madrid parecían las más claras del sector, pero ya están en entredicho. Cuando el club acaba de anunciar que cerró el último ejercicio con un beneficio de 9,3 millones de euros, una asociación de socios ha conseguido que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas abra un expediente sancionador a la auditora del club por admitir contabilizar como ingresos de un solo ejercicio los derechos anticipados de las retransmisiones de televisión de los próximos años. De haberse periodificado, las cuentas del Madrid hubiesen deparado unas pérdidas de 55 millones de euros.
¿EPIDEMIA?– Una epidemia es una catástrofe o un problema controlable según el momento que se elija para valorarla. Hace dos años, cuando empezaron a surgir las primeras ‘vacas locas’ y el país estaba aterrorizado, el superexperto Juan José Badiola trataba de tranquilizar a la opinión pública diciendo que sólo cuando el número de vacas afectadas por el prión pasase de 55 o 60 podría considerarse una epidemia nacional y una situación muy delicada. Los medios de comunicación fueron olvidando el asunto y, por tanto, a nadie le volvió a importar si se convertía en epidemia o no. Tanto que ahora, el ministro de Agricultura acaba de reconocer en la SER que siguen apareciendo “entre 160 y 170 al año”, restándole cualquier importancia y nadie habla de epidemias. Es cierto que, al analizarse todos los canales procedentes de los mataderos, estas vacas enfermas ya no llegan al consumo, pero no parece justificable que aparezca tal número de animales afectados cuando hace casi tres años que no se comercializan las harinas animales y, por tanto, una gran parte del vacuno que se sacrifica para carne (terneras y novillas) no ha llegado a probarlas.
A MINISTRO POR AÑO.- En tres años ha habido tres ministros de Ciencia y Tecnología, lo que parecen muchos ministros, la verdad, y mucho más con un presidente de Gobierno tan reacio a los cambios. Parece evidente que este Ministerio es una maría y pocos méritos está haciendo para quitarse el sambenito. El famoso Plan Info XXI que iba a poner ordenador con banda ancha a grandes colectivos se quedó en agua de borrajas, a pesar de las cuatro veces que se presentó oficialmente, igual que el anuncio de que no se tocaría la cuota fija de la telefonía. Para colmo, ahora se descubre que buena parte del presupuesto de este Ministerio eran partidas de Defensa que el Gobierno enmascaraba de esta forma. En resumen, que hasta ahora el nuevo Departamento ha hecho poco por la ciencia y menos por la tecnología.
EL DESPIDO VERANIEGO.- El pasado año, el Gobierno puso en marcha medidas inspectoras contra las empresas que despiden a los trabajadores en los puentes o les contratan sólo once meses al año para evitar pagar la Seguridad Social del mes de vacaciones, unas prácticas que engordan ficticiamente el paro y consumen recursos del INEM. Los resultados no puede decirse que hayan sido muy satisfactorios. En agosto, el número de afiliados a la Seguridad Social disminuyó en 157.049 personas, el peor dato en mucho tiempo, pero el mismo 1 de septiembre fueron dados de alta 113.000 trabajadores y la mayoría de ellos habían sido dados de baja un mes antes. Demasiado sospechoso.