El Concurso Nacional de Callos 2024 y Masia Can Tomàs, uno de los finalistas
En el universo culinario, los callos sobresalen entre los platillos tradicionales de la gastronomía española por su textura y su sabor. Esta receta proveniente de la región asturiana se prepara combinando panza de ternera, chorizo, morcilla y garbanzos, cocidos lentamente con especias que realzan la sazón.
Sin embargo, cada persona le puede dar su toque único y original. Este manjar ha trascendido fronteras, ya que se prepara en muchos países del mundo. En España, uno de los lugares que destaca en esta área es la Masia Can Tomàs, tanto así que se posicionó entre los finalistas del Concurso Nacional de Callos 2024, organizado por el ayuntamiento de Lena.
Tomàs Group y su reconocimiento como finalistas del Concurso Nacional de Callos 2024
El motivo por el cual Masia Can Tomàs se convirtió en uno de los finalistas del Concurso Nacional de Callos es por su toque suculento a la hora de preparar el popular platillo. Concretamente, los cocinan con una receta especial que ha cautivado a muchos comensales nacionales e internacionales.
Dicha receta es un secreto que atesoraba Miquel Tomàs, el padre de Eduard Tomàs, CEO y chef ejecutivo del grupo Tomàs. Sin embargo, lo reveló a su hijo, quien le ha sabido sacar máximo provecho en los dos restaurantes en los que se encuentra al frente: la Bodega Tomàs y Masia Can Tomàs, ubicados en Sant Cugat del Vallès, Barcelona.
Los callos en este grupo de locales gastronómicos son literalmente aclamados por los clientes. Y es que no pueden resistirse a su sabor, donde se fusiona perfectamente la panceta ibérica, el jamón, el chorizo, los vegetales como el tomate y la cebolla y las hierbas aromáticas como el laurel. No obstante, la verdadera esencia de este plato solo la conocen quienes tienen la oportunidad de trabajar en la cocina de los restaurantes.
Callos y mucho más
En Masia Can Tomàs, no solo se preparan exquisitos platos, sino que hay una oferta gastronómica que se amolda a todo tipo de gustos, incluso a los paladares más selectivos y exigentes. La carta es bastante variada, pues las personas pueden elegir tapas frías como, por ejemplo, un montadito de filete de anchoa con mantequilla ahumada o un brioche de tartar de gamba roja con mayonesa de lima y cilantro.
También hay tapas calientes como las patatas bravas de la casa, la croqueta de pato con manzana caramelizada y foie o los torreznos de cerdo ibérico sobre totopos y guacamole. Además, hay pescados como bacalao y tartar de atún preparados de forma apetitosa, opciones de carne como escalopines de milanesa de cerdo, costillas de cerdo, lagarto ibérico, entre muchas cosas más.
En conclusión, Masia Can Tomàs puede resultar una excelente alternativa cuando apetecen unos callos en la hora del almuerzo, ya sea en la semana o durante el fin de semana