La consideración del suicidio como accidente laboral; un enfoque renovado
En un contexto laboral en constante evolución, la comprensión y categorización del suicidio como accidente de trabajo dentro del ámbito laboral ha experimentado significativos avances jurisprudenciales.
Un reciente Auto del Tribunal Supremo, que confirma una Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, abre la puerta a cambiar la forma de probar y abordar el suicidio como accidente laboral, marcando un precedente en el reconocimiento de la salud mental en el trabajo.
Históricamente, la legislación y la jurisprudencia tendían a excluir el suicidio de la categoría de accidentes laborales, dado su carácter voluntario. Sin embargo, los avances recientes han subrayado la importancia de considerar las condiciones psicosociales en el trabajo como factores determinantes en estos trágicos eventos.
Un caso particular en Cantabria ha sido decisivo, donde se declaró el suicidio de un trabajador como accidente laboral, a pesar de no ocurrir en el lugar o tiempo de trabajo. Este cambio se fundamenta en la evidencia de que el estrés laboral y los problemas en el entorno de trabajo pueden ser causas subyacentes significativas.
Además, el enfoque ha sido complementado con la introducción de herramientas como la «autopsia psicológica», que busca entender las circunstancias psicológicas del individuo antes de su fallecimiento. Este método ha permitido establecer una conexión más clara entre las condiciones de trabajo y el acto suicida.
Según el despacho de abogados laboralistas Laterna Laboral, esta decisión de considerar estos casos como accidentes laborales no solo refleja un avance en la protección de los derechos de los trabajadores, sino que también subraya la necesidad de una evaluación más profunda de los factores de riesgo psicosocial en el ambiente laboral.
Es imperativo que las organizaciones adopten medidas preventivas y evalúen los riesgos a los que están expuestos sus empleados para mitigar posibles tragedias.
El reconocimiento legal de la relación entre las condiciones laborales y el suicidio no solo es un paso hacia la justicia para las víctimas y sus familias, sino que también promueve un entorno laboral más seguro y consciente para todos los trabajadores.