El Obispado está buscando ‘las mejores soluciones’ para atender Santo Toribio tras la marcha de los Franciscanos
El obispo de Santander, Arturo Ros, ha señalado que la Diócesis está buscando «las mejores soluciones» para atender el monasterio de Santo Toribio, la custodia del Lignum Crucis y los pueblos de la zona de Liébana, tras anunciar la orden de los Franciscanos su marcha del lugar.
A preguntas de la prensa, Ros ha explicado que todavía no se ha determinado el «momento concreto» para que esta orden abandone Liébana porque aún deberá reunirse con el Provincial de los Franciscanos para revisar el acuerdo previo con la Diócesis.
«(Tenemos) la inquietud, pero al mismo tiempo, la sinceridad y la paz de que lo conseguiremos y saldrá todo bien, y Santo Toribio seguirá teniendo el esplendor que tiene y que merece y que todos esperamos y deseamos», ha dicho.
En ese sentido, ha asegurado que hay «algunas cosas que son muy claras», como que el trozo más grande de la cruz de Cristo, el Lignum Crucis, «está y estará en Santo Toribio», y que el monasterio también «está y estará abierto».
En relación con el anuncio de los Franciscanos de la marcha del monasterio antes de fin de año, Ros ha opinado que «se ha hecho más ruido del que realmente hay» porque la orden contemplaba abandonar Santo Toribio desde hace «algunos años».
«Desde que era obispo Vicente Jiménez ya anunciaban la posibilidad de marchar por las dificultades que tienen de personal», ha continuado el obispo, quien ha añadido que los Franciscanos son «muy pocos y muy mayores» y están cerrando casas en diferentes lugares de España, como Santander, de donde se fueron hace tres años. Por estas «necesidades físicas» manifestaron la voluntad de dejar Santo Toribio, ha recordado el prelado.
Asimismo, el obispo ha afirmado que desde la Diócesis tienen preparados «proyectos ilusionantes» para los próximos años en Liébana, no solamente de cara al próximo Jubileo, sino a los siguientes, ha asegurado.