¿Cómo hacer feliz a los hijos sin malcriar?, por el colegio Casvi Villaviciosa
En la búsqueda incansable de la felicidad para los hijos, cada decisión que se toma tiene el potencial de moldear sus sonrisas futuras. Como padres, se quiere siempre lo mejor para los hijos y su felicidad es una prioridad que siempre preocupa. Sin embargo, a veces la gente se pregunta cómo lograrlo. La clave fundamental radica en crear un ambiente de amor y seguridad en todo momento dentro del núcleo familiar. Pero otra elección transcendental para ello es el entorno educativo en el que se desenvolverán. El Colegio Privado Internacional, Eurocolegio Casvi, en Villaviciosa de Odón, se erige como un faro de luz en esta misión gracias a su filosofía, basada en la creencia de que “un niño feliz es un niño que aprende, explora y crece desarrollando lo mejor de sí”.
Creando un ambiente de amor y seguridad
La tarea de fomentar la felicidad infantil es una responsabilidad compartida, pero es indudable que comienza con el trabajo de los padres.
Ser padres significa ser los primeros maestros, los guías iniciales en el camino de la vida. A través de un ejemplo, paciencia y comprensión, se enseña a los niños a valorar sus emociones, a enfrentar desafíos y a encontrar satisfacción en las pequeñas cosas. Al proporcionar un ambiente hogareño lleno de positividad y apoyo, se establecen las bases para que los hijos construyan su propia felicidad.
La felicidad no es un objetivo a largo plazo, sino una experiencia diaria que se desarrolla en el tejido de cada actividad, lección e interacción.
Para ello, desde el Departamento Psicopedagógico de Eurocolegio Casvi, aconsejan actuar de la siguiente manera:
Establecer rutinas regulares y predecibles brinda a los niños una sensación de seguridad y les permite desenvolverse con confianza en su día a día.
Pasar tiempo de calidad con los hijos, mostrándoles atención plena y escuchándoles atentamente.
Darles abrazos sinceros, palabras de aliento y mostrar un interés genuino por sus actividades e inquietudes. Al construir una base sólida de amor y seguridad, se están sentando las bases para su felicidad duradera.
Promoviendo la autonomía y el sentido de logro
Los niños necesitan desarrollar un sentido de autonomía y logro para sentirse felices y realizados. ¿Cómo conseguirlo?
Fomentar su independencia les ayuda a construir su confianza en sí mismos.
Alentar a asumir responsabilidades y elogiar sus esfuerzos fomenta en ellos una mentalidad positiva de crecimiento. “También les enseña a valorar el proceso de aprendizaje, no solo los resultados finales”, añaden desde el Departamento Psicopedagógico de Casvi.
Es importante recordar que el error es parte del aprendizaje. No hay que temer al fracaso, sino alentar a los hijos a aprender de sus errores y seguir adelante. “Brindémosles el apoyo emocional necesario cuando se enfrenten a dificultades y ayudémosles a buscar soluciones. ¡La vida está llena de oportunidades!”.
Al aprender a superar obstáculos, desarrollarán una mentalidad resiliente y confianza en sus habilidades, lo cual contribuirá a su felicidad a largo plazo.
Celebrar los éxitos de los hijos, sin importar cuán pequeños puedan parecer, les enseñará a valorar su trabajo y a sentirse capaces de superar desafíos.
Fomentando relaciones sociales positivas
Las relaciones sociales desempeñan un papel crucial en la felicidad de los niños. Hay que ayudarles a desarrollar habilidades sociales y a construir relaciones positivas con sus compañeros y familiares. Fomentar el respeto, la empatía y la amabilidad en sus interacciones.
“Anima, también, a tu hijo, a participar en actividades extracurriculares o deportes que le interesen. Esto les permitirá hacer nuevos amigos y desarrollar habilidades sociales, aprendiendo valores necesarios en su día a día”. Este es otro buen consejo de los profesionales del Colegio Privado Internacional Eurocolegio Casvi.
Además, es importante dedicar tiempo de calidad en familia. Planificar actividades divertidas y significativas fortalecerá los lazos familiares y creará recuerdos duraderos. Tener un entorno familiar positivo y solidario les brinda a los niños un sentido de pertenencia y seguridad emocional, lo que contribuye en gran medida a su felicidad.
“Y por supuesto, no seáis impacientes con su aprendizaje. Debéis darles el tiempo que necesiten. No es el mismo para todos. Recordad que cada niño es único y es importante adaptar estas pautas a las necesidades individuales de tu hijo”.
Promoviendo una mentalidad equilibrada y saludable
La salud mental y emocional es esencial para la felicidad de los niños. Por eso, hay que ayudarles a desarrollar una mentalidad equilibrada y positiva. Para promoverla, desde el Colegio Casvi en Madrid, ofrecen estos consejos.
Fomentar la expresión de emociones y enseñarles habilidades de manejo del estrés les proporcionará herramientas valiosas para afrontar los desafíos de la vida.
Enseñarles a identificar y comunicar sus sentimientos de manera adecuada les brinda un espacio seguro para expresarse.
Promover el autocuidado y la importancia de mantener un estilo de vida saludable es fundamental.
También lo es enseñarles a establecer límites saludables en el uso de la tecnología y las redes sociales. El exceso de tiempo frente a pantallas puede afectar negativamente en su bienestar emocional y social.
Fomentar actividades creativas, el juego imaginativo y la interacción cara a cara les ayudará a desarrollar habilidades sociales y a mantener un pensamiento creativo y crítico para conseguir el equilibrio personal a lo largo de su vida.
Importancia de elegir un colegio orientado a la felicidad del niño
Salir del núcleo familiar y descubrir un nuevo entorno como es el colegio, puede ser la clave para seguir colaborando en la felicidad de los hijos. ¿Qué colegios elegir? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Se comparten las mismas felicidades? Estas son, seguro, algunas de las preguntas que se hacen los padres a la hora de buscar el mejor colegio para sus hijos.
Y ese es, sin duda, el colegio en el que se respete la diversidad y se fomente la felicidad de los alumnos. Ambos aspectos son la clave para una calidad educativa que debe desarrollar, en todas las etapas y desde edades muy tempranas, las ganas de vivir y de querer aprender para conseguir un mundo mejor.
Un colegio en el que se valore el esfuerzo y el compromiso y que transmita a sus alumnos confianza y seguridad.
Nunca hay que subestimar el impacto positivo que se puede tener en la vida de los hijos. Juntos, se puede construir un camino hacia la felicidad duradera y el bienestar emocional.