Bidefox: Una app que subasta coches de ocasión entre profesionales
Jaime Rodríguez ha creado esta herramienta que intermedia entre concesionarios y compraventas
Entregar un coche viejo al comprar uno nuevo es una práctica muy frecuente en los concesionarios. Su destino suele ser la venta a un compraventa de vehículos que lo vuelve a poner en el mercado, pero a veces quedan un tiempo parados. Con tan solo 18 años, el santanderino Jaime Rodríguez ha creado Bidefox, una app que se convierte en el puente entre concesionarios y compraventas y que, a través de pujas rápidas, permite la gestión de estos coches.
Cuando se tienen las ideas claras no hay que dar muchas vueltas. Es lo que le ocurre al santanderino Jaime Rodríguez que, a sus 18 años, se ha iniciado en el mundo del emprendimiento. “Primero pensaba estudiar una carrera y después emprender, pero decidí que no tenía por qué seguir este camino establecido. Al acabar Bachillerato, me centré de lleno en mi emprendimiento, en Bidefox”, relata.
Su idea surgió de una manera casual. Su padre, trabajador del sector automovilístico, comentaba en casa los problemas que tienen los concesionarios para dar salida a los coches usados más antiguos entregados por sus clientes. “Suelen ser vehículos con más de 10 años y más de 200.000 kilómetros, que tienen que repararse”, resume el joven, que agrega que “las empresas de compraventa los adquieren, acondicionan y venden de nuevo, pero esta transacción suele hacerse a fuerza de emails y teléfono, y puede demorarse, ya que no hay una plataforma que conecte a estos profesionales”.
Jaime explica que los concesionarios suelen estar relacionado con 10 o 15 negocios de compraventa, y estos, a su vez, con una decena de concesionarios, lo que provoca que cuando un concesionario quiere dar salida por su cuenta a un coche antiguo, las operaciones se dilaten en el tiempo, lo que resta valor al vehículo y ese dinero parado le suponga un coste financiero.
A su vez, para los compraventa a veces es difícil encontrar stock, sobre todo cuando un cliente les pide un modelo específico que no tienen los concesionarios con los que trabaja.
Su app pretende acabar con los problemas de ambos: “Como he estado estudiando programación, mi madre me propuso atajar este problema con una app y así empezó todo”, relata. Jaime empezó a trabajar en su plataforma el pasado mayo y Bidefox ya es una realidad: una empresa constituida y una aplicación disponible en AppleStore y Playstore, así como una página web.
Subastas rápidas
Bidefox fusiona dos palabras inglesas: bid (pujar) y fox (zorro), “un animal astuto e inteligente”, como destaca Jaime. Esto resume perfectamente qué se hace en Bidefox: pujas inteligentes.
Al tratarse de una plataforma para profesionales (concesionarios, que serán vendedores, y compraventas que pueden ser tanto compradores como vendedores), cuando se registren tienen que enviar el Impuesto de Actividades Económicas para verificar su CIF o NIF, que irá asociado a su identificación como usuario.
Los vendedores sacan sus vehículos a subasta, que puede ser inglesa u holandesa. La inglesa es la que todo el mundo conoce; se abre en una cantidad mínima y los compradores van subiendo las cuantías ofrecidas para hacerse con el bien. Por el contrario, en la holandesa –que se suele utilizar en las lonjas de pescado–, se parte de un precio elevado y se va reduciendo hasta que algún comprador detiene las pujas.
“La inglesa se usa más cuando no tienes claro el valor del vehículo y no quieres limitarte; en cambio, cuando conoces más o menos su valor, se recomienda la holandesa porque aumenta un poco el estrés del comprador”, explica Jaime.
Bidefox también ofrece la posibilidad de subastar lotes de vehículos, algo que puede ser útil cuando hay alguno al que el vendedor le está costando dar salida. “Se puede poner con uno o dos más llamativos, para que el pack le resulte atractivo a los compradores”, explica el joven emprendedor.
Una vez el vendedor elige subastar uno o varios vehículos, el tipo de puja y precio de salida, tiene que elegir el día y hora de la subasta (entre las 24 horas siguientes y un máximo de una semana).
“A diferencia de una subasta habitual por internet, que puede durar días, en Bidefox duran una media de cinco minutos”, avanza Jaime, que aclara que “la subasta inglesa tiene un tiempo de dos minutos, pero si alguien puja cuando quedan segundos, se suman otros dos minutos”.
Debido a esta rapidez, los usuarios de Bidefox pueden conectarse en directo a las subastas pero también dar órdenes de pujas automáticas. Esta opción puede configurarse en función de los deseos del usuario y que se enfoque solo a determinadas marcas o vehículos con ciertas características (años, kilómetros…) o de forma generalizada.
Por el momento, Bidefox no permite realizar el pago dentro de la plataforma, sino que, al finalizar la subasta, pone en contacto al comprador y vendedor para que cierren la operación. Como intermediario, Bidefox se lleva una comisión del 3%, “mucho más baja que en cualquier otra subasta”, apunta Jaime. Por defecto, esta cantidad la debe pagar el comprador, pero el que crea la subasta puede decidir asumir la comisión si lo desea.
Bidefox está a punto de empezar una prueba piloto con varios concesionarios y compraventas, que han acogido muy bien esta idea. Esto le servirá para iniciar su andadura. Después, Jaime centrará su trabajo en hacer crecer este número de usuarios hasta conseguir que haya varias subastas diarias. Para fomentar este crecimiento, cuenta con un sistema que fomenta y recompensa el boca a boca con un descuento para nuevos usuarios y un porcentaje de la comisión de venta para quien los ha invitado.
Aunque el joven asegura vivir siempre en el presente y no marcarse grandes objetivos, tiene claro que su aplicación puede generar otras líneas de negocio en el campo de los automóviles y no descarta hacerlo una vez esté asentada.
En su corta vida, Bidefox ya empieza a cosechar éxitos: Jaime ha sido uno de los seleccionados para participar en la nueva edición de Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig, algo que, además de un reconocimiento a su idea, supondrá un fuerte empujón para desarrollarla.
María Quintana