¿Los hipospadias dan muchas complicaciones?

El hipospadias es una malformación congénita que se define por dos elementos: la posición del orificio de salida de la orina en el pene (meato) y una incurvación ventral. La gravedad de esta afección depende principalmente de la localización del meato, no obstante, en cualquiera de los casos puede generar complicaciones para realizar una micción normal y para tener relaciones sexuales.

El diagnóstico temprano puede ayudar a prevenir complicaciones hipospadias a futuro, por lo que es recomendable consultar con un urólogo pediátrico, como lo es el Dr. Daniel Cabezalí, que pueda proporcionar a los padres todas las orientaciones y tratamiento necesario para abordar esta condición.

¿Causas y complicaciones de el hipospadias?

Si bien no hay un motivo específico para la aparición de esta malformación, son diversas las causas atribuidas al hipospadias, siendo una de las principales el factor genético. Según estudios, el 8 % de los padres que tienen un hijo con hipospadias también sufren de esta condición. Se estima que se trata de una afección que afecta a uno de cada 300 niños, siendo más habitual generalmente en bebés prematuros. Además, puede presentarse como consecuencia de factores hormonales y ambientales que afectan el crecimiento y desarrollo del feto.

El hipospadias puede diagnosticarse a través de un examen físico tras el nacimiento del niño. Un pediatra, urólogo pediatra revisará el prepucio, así como la ubicación del meato, para determinar la existencia de esta malformación.

Se trata de una afección tanto funcional como estética, ya que dificulta la micción normal en niños y, a futuro, la incurvación presentada complicará el desarrollo de relaciones sexuales, al alterar la eyaculación y dificultar la penetración. Además, en caso de no tratarse, tendría una apariencia anormal, lo cual puede influir en la autoestima y autoconfianza de la persona afectada.

¿Cuál es el tratamiento para el hipospadias?

El tratamiento de hipospadia generalmente incluye una cirugía que permite la reubicación del orificio de la uretra en niños y en los casos necesarios, el enderezamiento. Lo más habitual es realizar esta cirugía cuando el niño tiene entre 6 y 12 meses. En la mayoría de los casos, los resultados de la intervención son satisfactorios, logrando normalizar la función urinaria y la sexual.

En Madrid, el Dr. Daniel Cabezalí, especialista en cirugía uretral, brinda la posibilidad de diagnosticar y corregir este tipo de malformaciones de forma oportuna, contribuyendo al bienestar integral de sus pacientes. A través de un diagnóstico específico, el profesional médico proporciona a las familias la orientación y asistencia necesaria en función de las condiciones de cada paciente. En ocasiones, es necesaria estimulación hormonal previa a la cirugía para facilitar la intervención, por lo que contar con la explicación médica es fundamental para comprender cada parte del proceso y garantizar su éxito.

Desde la página web del Dr. Daniel Cabezalí, es posible conocer más detalles sobre el hipospadias y contactar con este urólogo pediátrico.

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