Confidencial
EL TERRENO NO EDIFICABLE, OBJETO DE DESEO
La proximidad de la nueva reforma del Plan General de Santander está levantando muy fuertes expectativas inmobiliarias, cuando ni siquiera se conocen sus líneas básicas. En concreto, se han multiplicado las ofertas de compra sobre los terrenos de Rostrío y, en general, de todo lo que el ayuntamiento denomina como Parque del Atlántico. Que un suelo que no sirve para construir, dado que además está afectado por el POL, encuentre ahora tantos compradores no es una casualidad. La operación es idéntica a la que se realizó en Las Llamas: conseguir los derechos de edificabilidad que luego el Ayuntamiento permutará por otro suelo donde sí se podrá construir. Una maniobra muy saneada donde los más beneficiados no serán precisamente los propietarios originales de los terrenos.
DIA tampoco es segura EN MORERO
La decisión de la cadena de supermercados Dia, del Grupo Carrefour, de instalar un centro logístico en el polígono de Morero (Guarnizo) como plataforma de distribución para el norte de España, ha quedado en suspenso. La dirección del Grupo mantiene conversaciones con Sican desde hace más de un año y parecía haber llegado a un acuerdo para ocupar una de las dos parcelas mayores –en torno a los 40.000 m2– que quedan en el polígono, pero no ha decido aún cual será la ubicación final de la plataforma logística, aunque las alternativas que maneja para su emplazamiento continúan estando situadas en Cantabria. Dia busca desde hace varios años un emplazamiento para instalar un gran centro de distribución en la región, tras no poder llevar a cabo su idea inicial de hacerlo en Requejada (Polanco).
LAS AGITADAS AGUAS DE MARINA DEL CANTABRICO
La sociedad concesionaria de Marina del Cantábrico y 23 titulares de atraques en ese puerto deportivo deberán ponerse al día en el pago de las cuotas que adeudan a la comunidad de propietarios y que ascienden a 68.284 euros (11,3 millones de pesetas). La Audiencia Provincial ha rechazado su recurso de apelación contra la sentencia que les condenó en primera instancia. Las cantidades adeudadas oscilan entre las 39.000 pesetas y los seis millones acumulados por la concesionaria, “Marina de Santander S.A”. La sentencia estima válido el contrato firmado en 1987 entre la concesionaria y la Comunidad de Propietarios de Atraques del Puerto Deportivo por el que ésta se hizo cargo de la explotación de los servicios náuticos, aportando 65 millones de pesetas en momentos difíciles para el futuro del Puerto. También se rechaza en el fallo la pretensión de justificar el impago de cuotas mediante la creación por los demandados, en fechas posteriores, de otra comunidad de propietarios.
Es un eslabón judicial más en la cadena de litigios que enfrentan desde hace años a la Comunidad de Propietarios de Atraques de Marina del Cantábrico con la sociedad concesionaria, a la que acusan de no haber completado el proyecto de ejecución del puerto deportivo tal y como se preveía en el título concesional.
Crece el interés por entrar en bANCANTABRIA
Bancantabria tiene al menos cuatro pretendientes internacionales de primera línea y uno de ellos sigue siendo Fortis, el gigante belga-holandés, cuyo interés parecía haber disminuido tras el cambio de su cúpula directiva. La filial de Caja Cantabria se está dejando querer, con vistas a tener un socio estratégico que le permita un salto cualitativo en el mercado y no le faltan pretendientes.
Los bancos extranjeros creen que es una plataforma muy interesante para entrar en el complicado mercado español de la financiación especializada y hacerse con un equipo humano que les dé una proyección que no tendrían con la simple adquisición de una cartera de clientes. Por su parte, la Caja pretende aprovechar esa oportunidad para encontrar un aliado poderoso que le dé el músculo financiero que, por sus dimensiones, nunca podría darle a Bancantabria. Aunque la Caja esté dispuesta a vender hasta un 70%, además de exigir el mantenimiento del equipo humano, la sede y el nombre de Bancantabria, pedirá una representación en el consejo idéntica a la del futuro socio mayoritario.