Eduardo Lamadrid (presidente AEHC): ‘La calidad en el turismo ha de ser innegociable’

El flamante presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) pertenece a la cuarta generación de un negocio familiar nacido en torno a la pastelería y sigue viviendo en el Hotel Vejo de Reinosa, propiedad de su familia. Se formó en Turismo y Administración de Empresas y, después de unos años de experiencia dentro y fuera de la región, ha tomado las riendas de la Asociación, que también presidió su padre. Sus intenciones son hacer más atractivo el sector para los trabajadores, regular los pisos turísticos y reivindicar la importancia de la hostelería ya que, en su opinión, se habla más de la cifra de turistas y del peligro de masificar Cantabria que de la riqueza que genera.


P.- Hábleme de sus inicios profesionales. ¿Se ha dedicado siempre a la hostelería?

R.- Sí, desde pequeño ya ayudaba en el hotel. Los trabajadores eran como uno más de la familia. ¡Nos hacían hasta los biberones! Nunca me he planteado trabajar en otro sector. Somos cuatro hermanos, yo soy el pequeño, y el único que se ha dedicado al turismo, pero lo he hecho con gusto. Prueba de ello es que sigo viviendo en el hotel.

P.- ¿Cómo lleva lo de vivir en el mismo sitio en el que trabaja?

R.- A veces me cuesta desconectar porque estás presente en todo momento. Cuando pasa algo ya estás allí en lo que tardas en bajar en el ascensor. Pero yo no lo cambio por nada porque esta profesión tiene muchas ventajas. Eres una persona más abierta por llevar toda tu vida rodeado de gente y a mí me encanta el trato con el público. Eso es algo que tiene la hostelería y no otros sectores.

P.- ¿Ha trabajado en otros negocios de hostelería que no fueran los suyos?

R.- Sí, he estado en grandes cadenas, como Hotusa o Santos, y en otros hoteles independientes. Cuando acabé el bachillerato en Reinosa, me marché a estudiar la carrera de Turismo y la de Administración y Dirección de Empresas a la Universidad San Pablo CEU. Después de un tiempo trabajando para otros, pensé que era el momento de volver a casa, a Reinosa. Soy un firme defensor de los pueblos por su mayor calidad de vida. 

P.- La Asociación de Hostelería que ahora dirige también la presidió su padre Gregorio Lamadrid, Goyo Vejo. ¿Le ha dado algún consejo?

R.- Fue uno de los que estuvo al principio, en los años en los que se creó la AEHC. Siempre me ha remarcado la importancia de la honestidad y de la transparencia, de llevar la cabeza alta. Lo importante es que uno esté siempre a gusto con lo que ha hecho. Esta nueva etapa me tiene muy ilusionado porque nos esperan muchos retos y un gran trabajo por delante, rodeado de un buen equipo.

P.- Uno de esos retos es regular los pisos turísticos. ¿Cómo lo van a lograr?

R.- La clave es evitar la competencia desleal que suponen para los hoteles tradicionales. Nosotros estamos sometidos a una normativa, pero a ellos nadie les controla el tamaño que tienen o los servicios que ofrecen. Si en Cantabria queremos evitar la masificación y otros problemas asociados a estas viviendas tenemos que saber, en primer lugar, cuántos hay porque la cifra que calculamos nosotros dista mucho de la que ofrece el Gobierno. Habrá que hacer un análisis más detallado y llevar a cabo una inspección para comprobar su cumplimiento.

‘Se habla mucho del número de turistas pero no de los impuestos que pagamos’

P.- ¿Cómo se puede conseguir un crecimiento turístico sostenible?

R.- El control de este tipo de alojamientos es fundamental y también el poder crecer desde la calidad. La prioridad no debe ser facturar más sino prestar una buena atención a los clientes. Hay mucha gente que lo está haciendo bien, reduciendo incluso las horas de servicio o el número de mesas en las terrazas. Trabajando menos, pero con mayor calidad. Tenemos que situar a Cantabria en el top del turismo y, para ello, la calidad ha de ser innegociable. 

P.- Existe cierta preocupación entre los cántabros ante la llegada masiva de turistas. ¿Hay motivos?

R.- No, no hemos llegado a la saturación y no queremos llegar. Si se planifican bien las cosas no tiene por qué ocurrir. Al contrario, la gente debería ver la repercusión tan positiva del turismo en nuestra comunidad. Hay gente que se queja, por ejemplo, de los atascos que se encuentra al venir hasta Santander, pero eso no es un problema derivado del turismo sino de las infraestructuras, que igual no son las correctas. 

Muchas veces solo se habla del número de turistas que llegan y no de los impuestos que pagamos los establecimientos por ellos. Los titulares mencionan el récord de visitantes, pero no la facturación ni la riqueza que generan para la región.

P.- También saltan las alarmas por la falta de trabajadores en hostelería. ¿Cómo enfrentarse a eso?

R.- Es un problema general que preocupa no solo en nuestro ámbito y a nosotros nos toca de lleno. Lo peor no es que falten, a la gente le tiene que apetecer trabajar en este sector. Lo importante es que nos elijan y para ello la mejor solución es conocerlos de una forma más personalizada para poder adaptarnos a sus necesidades. Si lo menos bueno de esta profesión es que debemos cubrir muchas horas, luchemos para mejorar sus condiciones personales y hacérselo más fácil. Así conseguiremos que venga más gente a la hostelería y, para que se queden, tenemos que ofrecerles formación continua.

P.- Desde la AEHC han anunciado que van a acercarse más al socio. ¿De qué manera?

R.- Vamos a ayudarles a complementar la formación de sus trabajadores, a sacarla fuera de Las Carolinas y llevarla hasta otras zonas de la región. Eso ya se hizo hace un tiempo, pero ahora vamos a ponerlo en marcha de nuevo y a intensificar la formación. La idea es hacer cursos en la sede de alguno de nuestros asociados en la zona, visitando un día Torrelavega, otro Castro Urdiales, Potes… para impartir formación in situ. Es un viejo problema al que estamos buscando nuevas soluciones.

P.- En los últimos años la entidad ha cambiado muchas veces de presidente. ¿Qué espera de su mandato?

R.- Es cierto que ha habido bastante movimiento, pero hay que contextualizarlo todo y tener en cuenta por qué se han producido estos cambios. La mayoría ya habían anunciado desde el principio que iban a estar poco tiempo. Mi intención es tener continuidad y hacerlo con un equipo que combina empresarios más jóvenes y otros que tienen una gran experiencia, como María Ángeles Pérez (Balneario de Puente Viesgo), de los que podemos aprovechar su conocimiento. Nuestro primer logro ha sido conseguir que se quede con nosotros. 

P.- Ahora estarán a tope en pleno verano. ¿Qué tal ha arrancado la temporada?

R.- Regular, sobre todo, porque el tiempo en Cantabria no ha sido muy bueno y tampoco ha habido grandes olas de calor en otras zonas de España, que hagan que la gente venga aquí huyendo de las altas temperaturas. Las viviendas de uso turístico están registrando una ocupación más baja y, de hecho, los precios de los hoteles están empezando a bajar.

P.- ¿Y los negocios que dirige, el Hotel Vejo y la cafetería Vejo Habitare?

R.- Estamos contentos y trabajando bien, aunque la zona de Campoo está infrautilizada, a pesar de tener grandes atractivos, como el nacimiento del Ebro o la estación de esquí. 

En los últimos años hemos crecido fuera de nuestra zona de confort con la apertura de la cafetería de Bezana y estamos abiertos a seguir haciéndolo con otras oportunidades en torno a la pastelería, que siempre ha sido el alma de nuestro negocio. Ya somos la cuarta generación familiar.

P.-Háblenos de usted. ¿Alguna afición cuando no está trabajando?

R.- Me encanta el baloncesto. He jugado hasta hace un par de años cuando ya lo dejé. Siempre que puedo me escapo a ver eventos deportivos relacionados con este deporte.

Patricia San Vicente

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