Diego Jardinería convierte su nueva sede de Bezana en un exuberante escaparate vegetal

La empresa fundada por Diego Cuartas hace veintidós años se ha trasladado desde Puente Arce

Una nueva nave llama la atención de quienes circulan por la A-67, a la altura del polígono de Otero, en Bezana. Su rótulo blanco contrasta con el negro de la fachada, pero nada destaca tanto como los jardines verticales, en los que se ha especializado, y la vegetación que rodea el edificio. Diego Jardinería se ha mudado desde sus instalaciones originales, en Puente Arce, a este nuevo espacio. En los casi 3.500 m2 construidos aúna una exposición exterior y otra interior, un almacén y unas oficinas de diseño.


Un jardín vertical parece abrir una espectacular brecha verde de vida en la fachada negra de una nueva nave del polígono de Otero, en Santa Cruz de Bezana. En realidad, nada recuerda a una nave industrial: dos palmeras, plantas exuberantes, bancos y ornamentos de jardín convierten ese espacio en un islote vegetal, un oasis frondoso en medio de tanto cemento. Unas letras blancas, que se iluminan por la noche, indican lo que es, la sede de Diego Jardinería, la empresa autora de este y de otros muchos jardines verticales. 

La nave está dividida en la zona de atención a los clientes y oficinas por un lado, y el almacén (en la foto), por otro.

Esta compañía, especializada en diseño paisajístico, construcción y mantenimiento de jardines, jardines verticales, cubiertas vegetales y cerramientos, ha trasladado la sede de Puente Arce, en la que nació hace algo más de veinte años, a esta nueva ubicación, donde dispone de una gran exposición, espacio para ventas de servicios de jardinería al público, un almacén y sus oficinas.

Las obras, realizadas por la constructora Fernández Rosillo, se iniciaron en septiembre del pasado año y han supuesto una gran inversión para Diego Cuartas, fundador y gerente de la empresa de jardinería, para conseguir la sede de sus sueños.

En las nuevas instalaciones no solo ha podido triplicar el espacio que tenía en las originales, sino que tanto la amplitud de espacios como el emplazamiento le ha permitido mejorar la logística del día a día.

Los responsables del departamento de paisajismo diseñando un proyecto.

“Antes teníamos varias pequeñas naves, por lo que los operarios tenían que recoger los materiales en un sitio, las plantas en otro, las herramientas en otro… Perdíamos mucho tiempo. Aquí está todo en el mismo lugar  y tenemos más espacio para que todos los equipos puedan prepararse a la vez, además de que estamos al lado de la autovía”, explica el propietario, que también destaca las ventajas que ha supuesto para sus proveedores: “No solo estamos en un lugar más accesible, sino que ahora los tráilers pueden entrar en nuestro recinto y descargar dentro de la nave”. 

Las instalaciones

La parcela tiene una forma irregular y una superficie de 3.439 m2, de los que el edificio ocupa 1.180. El resto es para aparcamiento y espacios diáfanos. 

El edificio está distribuido en dos partes, que son, en realidad, dos naves conectadas. La primera –para recibir a los clientes– tiene una exposición interior, la sala dedicada a los jardines verticales y decoración interior. Arriba están todas las oficinas, salas de reuniones y un office. En la segunda nave se encuentra el almacén donde se guarda el material de trabajo (herramientas, cerramientos metálicos, césped artificial, semillas, abonos, materiales de ocultación, arena del césped…). También sirve de garaje para los vehículos de los equipos de trabajo y aloja los vestuarios, un office y las instalaciones técnicas. 

La responsable del departamento de decoración interior con vegetación, y a la derecha, los responsables del departamento técnico.

Desde la constructora, destacan la forma de la edificación, que permitió adaptarse a los límites urbanísticos que condicionaban el diseño, por estar situada la finca junto a la autovía y rodeada por otras naves. “Esta geometría tan particular hizo necesario un meticuloso trabajo de diseño de ingeniería para la estructura metálica que permitió que todos los pilares, vigas y correas de la nave que se instalaban en obra mediante uniones atornilladas encajaran como un puzzle, con piezas hechas a medida en taller”, explica el jefe de obra, Alberto Cruz.

Los grandes ventanales y los paneles traslúcidos de policarbonato que se han colocado en la nave principal, además de un lucernario auténtico sobre la cubierta del hall de entrada hacen que el interior sea muy luminoso. El proyecto de iluminación especial y electricidad, realizado por la empresa Luz Técnica, ayuda a mantener esa luminosidad en los días más grises.

El aparcamiento.

Esta empresa también ha instalado los sistemas de videovigilancia con IA, seguridad, domótica y telecomunicaciones y los paneles fotovoltaicos.

En el acceso por el hall principal, el visitante se encuentra con varios jardines verticales naturales, preservados (hechos con plantas naturales sometidas a un tratamiento de estabilización) y artificiales, aunque solo un ojo experto es capaz de distinguir de qué tipo es cada uno de ellos. Un gran televisor muestra otros trabajos realizados por la compañía, así como los diferentes tipos de suelos naturales y cerramientos que la empresa puede colocar en un jardín. El eje de ese desbordante paisaje interior es una gran escalera metálica curva de chapa de acero rodeada de árboles. 

La entrada del baño, con un magnolio artificial que se adentra en el interior, también da una idea muy clara del cuidado estilismo de todo el edificio, que se corrobora al subir a la primera planta, donde las oficinas, el office y las salas de reunión están decoradas con muebles de diseño y plantas de todo tipo.

Operarios de Diego Jardinería cargando los vehículos para realizar sus trabajos.

En el exterior se ha realizado un trabajo de paisajismo que incluye los jardines verticales de la fachada, varios tipos de césped, distintas variedades de cerramientos, macetas, una fuente e incluso un rincón formado por un hoyo de fuego, una barbacoa y una pérgola, elementos que la empresa ofrece a sus clientes para los diseños de jardín, que así pueden hacerse una idea más exacta de cómo quedarán en sus jardines.

22 años de especialización

La zona de oficinas.

Diego Jardinería nació en 2002, para atender el mantenimiento de jardines que le solicitaban clientes particulares. Cuartas destaca orgulloso que algunos lo siguen siendo a día de hoy, aunque esa actividad ya solo representa una pequeña parte del negocio. 

A medida que nuevos clientes le requerían el diseño completo de jardines, el negocio fue creciendo. “Ahora somos una empresa de servicios de jardinería, pues hacemos proyectos de jardines desde cero, incluyendo plantaciones y riego, o césped artificial, como iluminación, cerramientos metálicos, jardines verticales…”, resume Diego. “Nuestro equipo de paisajistas realiza cada proyecto personalizado y se lo entregamos al cliente en tres o cuatro planos y con infografías. Después, realizamos la ejecución de ese proyecto y, si lo desea el cliente, el mantenimiento”. 

Hace unos años, Cuartas decidió especializarse en jardines verticales y comenzó una vía de negocio que ha crecido sobremanera, hasta convertirse en el sello de identidad de la compañía.

Parte del equipo de Diego Jardinería en su sala de reuniones.

“Me formé para realizar jardines verticales naturales, artificiales y preservados, y empecé a volcar información en redes sociales y a realizar visitas a puerta fría en varios negocios de Cantabria. Así conseguí mis primeros trabajos”, explica. Recuerda que “el primero que hice fue uno artificial en el pub Little Bobby y, poco después, otro natural en el Grog. Después, continuamos haciendo más y más”. 

El salto cualitativo se produjo con un encargo público: “Hicimos el jardín vertical del edificio de Tabacalera, en Santander, que es el jardín vertical de interior más grande de Europa, y luego me surgió el jardín vertical de la M-30, en Madrid, que fue una apuesta muy importante, porque es el más grande del mundo, y lo tuvimos que realizar a 450 kilómetros de aquí”. “Pero fue una gran decisión”, valora ahora que ha pasado el tiempo. Actualmente siguen realizando su mantenimiento, desplazándose a Madrid todos los meses. 

Los jardines verticales son una opción cada vez más popular para espacios públicos, negocios de hostelería, comercios y empresas. También para particulares, aunque estos se suelen decantar por pequeños cuadros que, como el resto de los diseños de esta empresa, pueden ser naturales, preservados o artificiales.

La imponente entrada de las nuevas instalaciones.

Con el crecimiento de esta parte de su negocio, de las cubiertas vegetales y de la decoración con vegetación, la facturación aportada por la sección de jardinería ya supone el 61% de las ventas totales. El resto provienen de los cerramientos.

“Tenemos bastantes proyectos en viviendas unifamiliares que quieren realizar sus jardines desde cero”, explica Diego. Entre sus clientes están “muchas personas de Madrid y del sur se han comprado viviendas en Cantabria y quieren tener un jardín bonito”. Una de las más conocidas es la influencer María Pombo, que no dudó en compartir en su perfil de instagram lo satisfecha que estaba del buen hacer de Diego Jardinería en ‘Casa Vaca’, la vivienda que se ha construido en Galizano. 

Aunque Cantabria supone el 80% de su negocio, el jardín vertical de Madrid le ha permitido al empresario cántabro darse a conocer en la capital y visitar con asiduidad a clientes particulares de la zona. Además, también es requerido con frecuencia desde el área de influencia de la región (el País Vasco y el norte de Castilla y León, sobre todo). “Trabajar fuera nos supone trasladar a parte de nuestro equipo, porque no queremos subcontratar. Somos nosotros quienes diseñamos y quienes ejecutamos”, matiza.

El gerente, Diego Cuartas, rodeado de su hermano Gregorio, técnico de obras de la empresa, y Sheila Pereira, jefa de administración.

A pesar de que es un negocio muy marcado por la climatología, cuenta con una plantilla muy estable. “Cuando hicimos el jardín vertical de Tabacalera incorporé a seis personas, que se han quedado, y cuando hicimos el jardín de la M-30 entraron otras seis”, apunta. Actualmente cuenta con 12 equipos de trabajo –formados por dos o tres personas–, que unidos al personal de oficinas (departamentos de administración, marketing y diseño gráfico, paisajistas…) suman 46 empleados. Una cifra que no descarta que siga creciendo, a pesar de las dificultades para encontrar personal en muchas actividades, incluida la suya. 

Cuartas hace hincapié en que parte de su éxito se debe a haber sido “un valiente” y haberse lanzado a la aventura de emprender en lo que más le apasiona, pero también lo atribuye a haberse rodeado de un gran equipo profesional. 

En ese sentido, destaca la labor de quienes son sus manos derechas –su hermano Gregorio Cuartas, ‘Goyo’, técnico de obras y responsable de los equipos de trabajo– y Sheila Pereira, jefa de Administración–, así como del resto de trabajadores, de los que habla con orgullo. 

En ese afán por seguir haciendo equipo, en las nuevas instalaciones la sala de office se ha convertido en un lugar de reunión y esparcimiento en los momentos que deja el día a día, y la barbacoa y la pérgola de la exposición exterior espera que, periódicamente, acojan celebraciones de todo el equipo. 

María Quintana

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