El lujo de vivir solo

Alquilar un estudio para una persona o una habitación en un piso compartido es una de las disyuntivas a las que se enfrentan muchas personas sin pareja. Las diferencias as opciones son notables y en todos los casos resulta más costosa la intimidad de un estudio. 

Según el portal Idealista, el alquiler medio de una habitación en España se situaba en el segundo trimestre de este año en 400 euros, frente a los 750 euros que eran necesarios para arrendar un estudio. 

Palma es la capital donde más se ha encarecido el precio de los estudios en alquiler en los últimos doce meses, un 19%, hasta alcanzar los 950 euros mensuales, mientras que la media nacional ha sido del 7%. En Santander, en cambio, los precios de los estudios se mantuvieron estancados, aunque es cierto que la oferta en la ciudad siempre ha sido tan escasa que esta estadística no resulta muy confiable.

 La mayor diferencia entre los precios de los estudios y las habitaciones compartidas se da en la ciudad de Valencia, donde los primeros son, de media, un 153% más caros. En Santander la disparidad de precios también es muy significativa pero bastante menor, un 86%. Un estudio en la capital cántabra cuesta unos 650 euros al mes y una habitación en un piso compartido, 350.

Con estas diferencias tan significativas, cada vez más personas se ven forzadas a compartir vivienda. En 2021, el Instituto Cántabro de Estadística contabilizaba más de 15.000 hogares compartidos en la región, un 6,4% del censo total. 

Además, según Idealista, el interés por alquilar habitaciones compartidas ha crecido el ultimo año un 17% en la capital regional, reflejando una tendencia general en todo el país, que se afianza a medida que capas más grandes de población se encuentran sin opciones asequibles para acceder a una vivienda completa, por el encarecimiento de los inmuebles, tanto en la opción de compra como de alquiler.