Díaz exhibe sus políticas laborales en el Congreso Internacional de Trabajo: «Cerraron el ciclo neoliberal»

Defiende que las grandes fortunas contribuyan más y que se apruebe internacionalmente un tipo mínimo del 15% para grandes corporaciones

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha presumido de las políticas laborales aprobadas por el Gobierno en estos últimos años y de la reforma laboral, una norma que, a su juicio, cerró un «gran ciclo neoliberal» en España.

«Tras más de 52 reformas laborales que traían paro y precariedad. Justamente esta es la primera reforma en nuestro país que gana derechos para la gente trabajadora de España», ha subrayado la ministra durante el primer Congreso Internacional del Trabajo que se desarrollará en Madrid durante dos días.

En el mismo, la titular de Trabajo ha recalcado que los ERTE, una de las herramientas recogidas en esta reforma, ha mostrado su eficacia al lograr mantener el empleo en dos crisis ya: la del Covid-19 y la provocada por la DANA.

El Congreso Internacional del Trabajo reunirá durante este miércoles y el próximo jueves en Madrid a ministros, legisladores, intelectuales y representantes sindicales internacionales para analizar el presente y el futuro del mundo laboral y la manera de universalizar los derechos de las personas trabajadoras.

En el mismo, Yolanda Díaz ha defendido que las grandes fortunas, los grandes bancos, las grandes energéticas contribuyan más para recortar la brecha de desigualdad que avisa «cada día» crece más.

Así, ha demandado que a nivel internacional se apruebe un tipo mínimo del 15% para las grandes corporaciones para luchar contra la desigualdad y a favor de la «justicia social» porque, a juicio de la ministra, no es de justicia que se tenga que debatir la subida del salario mínimo, pero luego las empresas se repartan «sin rubor» dividendos y beneficios millonarios.

En esta línea, ha indicado que la redistribución de las ganancias y de la productividad solo se puede hacer de manera «eficiente» si las personas trabajadoras tienen voz en las empresas, por lo que ha vuelto a defender la participación de los trabajadores en los Consejos de Administración de las compañías.

Además, la ministra ha mantenido la necesidad de construir una «utopía laboralista» frente a las «distopías reaccionarias» que se están generando y el desarrollo de alternativas a las políticas del «dolor y del miedo», con el sindicalismo como «defensa de la democracia».

También ha defendido la reducción de la jornada laboral que está intentando llevar a cabo el Gobierno, así como abordar la revolución «aún pendiente» en relación a «cómo cuidamos» y quién lo hace, porque en la actualidad estos trabajos no remunerados ni reconocidos recaen sobre todo en las mujeres.

DEFENSA DEL DIÁLOGO SOCIAL

Durante la inauguración del acto, la ministra ha recalcado también que el diálogo social es una «fórmula de trabajo» que ha caracterizado a su Ministerio y ha asegurado que «nadie tiene derecho de veto, la patronal tampoco».

En la inauguración, en la que también han estado presentes los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, los sindicalistas han defendido también la negociación colectiva como una herramienta de la democracia y han pedido fortalecer el papel de los sindicatos.

«Sin negociación colectiva no hay democracia», ha recalcado Sordo, mientras que Álvarez ha pedido un nuevo contrato social para redistribuir la riqueza en el siglo XXI.

HACIA UNA INTERNACIONAL LABORALISTA

Durante las jornadas, la ministra ha defendido movimiento internacional laborista que, lejos de conformarse, trabaje incansablemente por ensanchar los derechos laborales en todo el mundo», quien ha recordado que en el Sur Global se menoscaban los derechos de las personas trabajadoras perpetuando la pobreza y la exclusión social, lo que contribuye a rasgar el tejido social creando desigualdades extremas que erosionan la democracia.

«Esta confluencia de factores exige una respuesta coordinada y robusta que blinde los derechos de las personas trabajadoras a nivel global», ha asegurado la vicepresidenta, abogando por un futuro del trabajo que sitúe el trabajo decente en el centro, ensanche derechos y por tanto refuerce la democracia.

Con ese objetivo, Díaz firmará mañana junto a la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch, y el secretario general de la Confederación sindical Internacional (CSI), Luc Triangle, una carta global de derechos laborales para crear un marco general de referencia internacional, que recoja los estándares básicos en la protección de las personas trabajadoras.