El PSOE pide en el Congreso concienciar a la ciudadanía sobre los efectos de la moda rápida o fast fashion

El PSOE ha registrado una iniciativa en el Congreso con la que plantea concienciar la ciudadanía, especialmente a las personas más jóvenes, sobre los efectos en el medio ambiente de la conocida como moda rápida o fast fashion .

En una proposición no de ley que se debatirá en la Comisión de Derechos Sociales y Consumo, el Grupo Socialista explica que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo, siendo responsable del 20% de las aguas residuales, del 10% de la emisión de gases a nivel global y del 9% de los vertidos anuales de microplásticos en los océanos, al tiempo que consumo 215 billones de litros de agua al año.

El partido denuncia que el auge de la moda rápida o fast fashion , que es aquella con grandes volúmenes de producción a bajo coste, ha sido «crucial» en el aumento del consumo, favorecido por las redes sociales y la propia industria, que impulsa que las tendencias de la moda lleguen a más consumidores y a un ritmo más rápido que en el pasado.

CONSUMIMOS 26 KILOS DE ROPA AL AÑO

A renglón seguido, el grupo parlamentario explica que en Europa una persona consume de media casi 26 kilos y se desprende de unos 11 kilos cada año, siendo la mayoría de la ropa, el 87%, incinerada o depositada en vertederos.

En este escenario, la Comisión Europea presentó en marzo de 2022 una estrategia para hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables, hacer frente a la moda rápida y estimular la innovación en el sector. Asimismo, el Gobierno de España identificó al sector textil como uno de los tres sectores prioritarios al que destinar subvenciones específicas dentro del PERTE de Economía Circular.

Con este panorama, el PSOE insta en su iniciativa a continuar trabajando para garantizar una mayor transparencia y veracidad de la información ofrecida por parte de las empresas textiles en materia de sostenibilidad, favoreciendo así modelos de consumo responsables que impulsen prácticas empresariales más éticas y facilitando decisiones que minimicen el impacto ambiental y que contribuyan a la creación de un modelo económico circular en la industria de la moda.

También pide promover el «empoderamiento» de los consumidores en el proceso de transición ecológica, garantizando una mayor protección contra prácticas desleales y facilitando un acceso más claro y preciso a la información. Por último, el partido apuesta por seguir apoyando las actividades de las entidades de economía social involucradas en la gestión de textiles usados.