A un clic del peligro: 5 riesgos que acechan a los menores en un Internet sin supervisión

Al ser un espacio sin límites, donde se puede acceder a cualquier tipo de información o herramienta, es crucial que los padres estén familiarizados con los riesgos que puede suponer para sus hijos el acceso libre a Internet, así como tratar de evitar que hagan algo que les pueda poner en peligro. El consumo de contenidos inapropiados es lo que más preocupa a las familias, en concreto, al 78% de los progenitores, según el estudio ‘El dilema digital: La infancia en una encrucijada’ elaborado por Qustodio

Cada vez son más los menores que se conectan a la red sin la supervisión adecuada, pues casi nueve de cada diez adolescentes se conectan varias veces al día a Internet o están permanentemente conectados y el 37% afirma saber cómo saltarse las medidas de control, según señala un informe de Save the Children. Por esa razón, dado que Internet es un mundo prácticamente sin límites, donde se puede acceder a cualquier tipo de información o herramienta, es crucial que los progenitores estén familiarizados con los riesgos que esto supone, así como evitar, en la medida de lo posible, que sus hijos hagan algo que les pueda poner en peligro.

Entre los principales riesgos de navegar por Internet sin ningún tipo de supervisión, el consumo de contenidos inapropiados es el que más preocupa a los padres, en concreto, al 78% de los progenitores, según el estudio ‘El dilema digital: La infancia en una encrucijada’ elaborado por Qustodio, plataforma líder en seguridad online y bienestar digital para familias. Por ello, los expertos de Qustodio insisten en la importancia de que los progenitores supervisen y guíen la actividad digital de sus hijos. Además, añaden otras amenazas, entre las que se encuentran:

  • Ciberacoso. Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea han facilitado la comunicación, pero también han dado pie al ciberacoso. Por ejemplo, los menores pueden sufrir insultos, amenazas o humillaciones online sin que los padres se percaten, lo cual puede afectar a su salud emocional y a su autoestima.
  • Riesgos para la privacidad y el robo de datos. En caso de no haber una supervisión parental ni una educación digital adecuada, los niños pueden compartir información personal (dirección, datos bancarios, fotos) con desconocidos o en entornos inseguros, lo cual puede llevar a la suplantación de identidad o el uso fraudulento de sus datos.
  • Aumento de inseguridades y problemas de salud mental. El uso excesivo de las pantallas por la noche antes de dormir puede llevar a trastornos del sueño o ansiedad, así como una alta exposición a redes sociales puede fomentar la comparación constante y la insatisfacción personal, especialmente en la adolescencia, la etapa de formación de la autoestima.
  • Hábitos digitales poco saludables. Al no contar con orientación, los menores pueden desarrollar conductas adictivas a los videojuegos o a ciertas aplicaciones. Por ende, esto puede reducir el tiempo de estudio o de actividades al aire libre, repercutiendo en su rendimiento académico y en sus relaciones sociales.

Teniendo en cuenta todos los peligros que esconde el entorno digital, Emily Lawrenson, gerente de comunicación de Qustodio, insiste en que «es muy importante que las familias sean conscientes de sus hábitos digitales, además de fomentar un diálogo abierto con sus hijos sobre el uso responsable de Internet y sensibilizarles sobre las situaciones de riesgo a las que pueden exponerse». Asimismo, Lawrenson añade que «otro aspecto esencial es tratar de buscar alternativas a la tecnología, así como acordar horarios y límites de tiempo para el uso de los dispositivos electrónicos, de manera que los menores no hagan un uso excesivo».

Source: Comunicae

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