Nada es como parece
DEMASIADA CASUALIDAD.– La operación económica de más calado de los últimos tiempos en España es el vuelco accionarial que se ha producido en el sector energético. Sacyr está dispuesta a tomar el control de Repsol, Acciona de Endesa y ACS de Iberdrola. Cualquiera de las tres operaciones hubiese podido ser la estrella de un año cualquiera, pero 2006 es tan distinto que todo se amontona. Lo raro es que las tres tomas de posiciones se hiciesen en tan solo 24 horas, según se ha podido comprobar al declarar las fechas de las compras. Que casi todo el sector constructor decida a la vez dedicarse a la energía, adquiriendo el mismo día compañías que les superan en tamaño es una casualidad tan sospechosa que hace suponer que las constructoras españolas se coordinaron para hacerse con el control del sector energético y repartírselo, ya que ninguna de esas operaciones puede ser producto de la improvisación. Un ejemplo más de que las normas legales en el terreno de la libre competencia, la transparencia y la información privilegiada dejan mucho que desear en España.
DOS PUNTOS DE VISTA.– La cruda llamada de atención de Bruselas a España como consecuencia de la evolución del endeudamiento familiar ha tenido una inmediata respuesta en el sector privado español. Mientras que la Comisión Europea ha calificado la situación de “insostenible” (el endeudamiento ha llegado al 115% de la renta disponible de las familias) y considera que las viviendas están sobrevaloradas, los periódicos económicos han contraatacado con informes optimistas, destacando que el patrimonio acumulado por las familias como consecuencia de la revalorización de las viviendas es cinco veces superior a su endeudamiento. Dos formas muy distintas de ver un mismo fenómeno. En unos años sabremos cuál de los dos enfoques era más acertado.
LA VIVIENDA DA UN SUSTO EN EE UU.– La economía norteamericana también cabalgaba a lomos de la vivienda y el caballo ha tropezado. En el último trimestre el ritmo de la construcción residencial se ha desplomado (–17,4%) y eso no sólo ha llevado al PIB a su menor crecimiento desde hace década y media, sino que ha asustado a los propietarios, pinchando bruscamente el globo de los precios inmobiliarios. Quizá todo se quede en un susto, pero habrá servido de aviso para todos.
GOLPE AL JUEGO VIRTUAL.– En un solo día, las empresas de juegos por Internet que cotizan en las bolsas internacionales perdieron la mitad de su valor. Bastó para ello una enmienda introducida en una ley sobre puertos en el Congreso de EE UU. Para sorpresa general, el Gobierno aprovechó una vía tan anómala para prohibir el uso de tarjetas de crédito para el pago de apuestas en la red. EE UU no permite el juego por Internet, pero no había encontrado la forma de impedirlo. Los casinos y varias confesiones religiosas, sin embargo, no habían cejado en sus presiones para conseguirlo y han forzado esta medida que ha tenido un éxito inmediato: de un plumazo ha desaparecido la mitad de la clientela que tenían estos juegos en todo el mundo. Quizá sea un ejemplo para España.
POR FIN SE JUZGA EL CASO DEL LINO.– Siete años después de ocurridos los hechos, el fraude del lino va a llegar a juicio. Lo curioso es que los hechos están más que juzgados por la Comisión Europea, que nada más conocerse no dudó en sancionar a España con la pérdida de 13.000 millones de pesetas en subvenciones para el siguiente ejercicio, al margen de forzar la devolución de lo indebidamente cobrado. Una cantidad de la que nadie nos resarcirá a los españoles, incluso si los cazaprimas (entre los que, curiosamente, había altos cargos del Ministerio que entonces dirigía Loyola de Palacio) fueran condenados ahora por la justicia nacional.
LOS BENEFICIOS DEL PETROLEO.– Nunca se sabrá del todo qué parte de culpa tuvo la guerra de Irak en la subida del precio del petróleo, o la del huracán Katrina o la influencia que haya podido tener el aumento del consumo chino. Lo que sí es seguro es que no todos los occidentales tienen motivos para lamentarlo y, especialmente, las petroleras. La norteamericana Chevron ha sobrepasado los 5.000 millones de dólares de beneficio trimestral, un 40% más que el año pasado. Y eso que el crudo ya está bajando.