Nada es como parece
GUERRA DE AUGURES.– Hasta ahora, lo relevante en los Presupuestos era el capítulo de gastos. En los últimos ha sido el reparto por autonomías, pero eso entra dentro de lo normal. Lo que no entra es que ese debate haya quedado desplazado por otro tan opinativo como cuál va a ser el crecimiento de la economía el año que viene. De repente, la estrella de la temporada es discutir si resulta más acertado el 3,3% del Gobierno o el 2,7% que pronostica el FMI de Rato. Y como todo el mundo tiene su bolita mágica, la discusión sobre la nada está asegurada. Más o menos, como ponerse a debatir las previsiones del horóscopo.
CAIDOS EN DESGRACIA.– Si las previsiones sobre el futuro son tan opinables, debiera haber más unanimidad sobre lo que ya ha ocurrido, pero tampoco. En buena hora se le ocurrió a Alan Greenspan incluir una frase sobre la guerra de Irak en su libro autobiográfico, dando por sentado que fue una guerra por el petróleo. El gran gurú de la economía mundial, cuyos augurios se interpretaban como si los hubiese emitido el mismísimo Oráculo de Delfos ha pasado, de repente, a ser vapuleado en sus teorías económicas por los mismos medios que antes quedaban extasiados ante la inteligencia de sus crípticos mensajes. Claro que tampoco está siendo mejor tratado el que fue jefe de las tropas americanas en Irak, que al pasar a la reserva se ha despachado a gusto, calificando toda la estrategia de la Administración Bush de desastre sin paliativos. Puede que quienes les desautorizan sólo busquen no tener que dar la razón a los europeos, que todo eso lo habían percibido mucho antes.
EL PODER HACE MAS AMIGOS.– Que se lo digan a Convergencia i Unió cuyos ingresos por donaciones anónimas disminuyeron en un 66% al ser desalojada de la Generalitat. Este brusco descenso de la generosidad de sus militantes y afines aparece en los datos que entrega la formación política en el Tribunal de Cuentas. Si esto ha ocurrido en la financiación confesable, podemos imaginar lo que ha podido pasar en la parte sumergida e inconfesable, donde las fuentes se habrán secado por completo. Por ejemplo, en esas comisiones por obras y contratos que ha aflorado un juzgado de Barcelona. Una investigación que crea un precedente para decubrir un sistema de financiación ilegal que, desgraciadamente, no es monopolio de CiU.
LAS CUENTAS SECRETAS DE LOS EMPRESARIOS.– La patronal francesa aprendió de los sindicatos a crear una caja común para hacer frente a las huelgas, claro que en su caso no es para sostener económicamente a los huelguistas, sino a los empresarios. Y la caja no es pequeña, 160 millones de euros. Pero alguien debió pensar que resultaba más barato ir a la raíz del problema y empezó a dar parte de este dinero a los sindicatos para evitar que convoquen las huelgas. La cuenta secreta de la patronal se ha desvelado cuando la policía financiera investigó al presidente de los industriales metalúrgicos, que manejaba grandes cantidades de dinero no declarado. La procedencia y destino se han conocido ahora.
EL NOBEL Y ALMODOVAR.– El premio Nobel de Física, el francés Albert Fert, que junto al alemán Peter Grünberg, revolucionaron la capacidad de almacenamiento de los ordenadores y han hecho posible la aparición de aparatos como los MP3 o los iPod, es posible que se sienta orgulloso de haber abierto una vía tecnológica que está demostrando unas ingentes posibilidades en aparatos de todo tipo, pero los científicos ya no viven en torres de marfil y ha manifestado que lo que de verdad admira son las películas de Almodóvar. A la vista de esto, es posible que no estemos valorando correctamente nuestra aportación al I+D+i mundial. No es que no tengamos, es que es… distinta.
CONCURSOS FALLIDOS.– Cuando hace tres años se modificó la regulación de las suspensiones de pagos y las quiebras, que había quedado obsoleta por lo menos un siglo antes, se pensó que las empresas en crisis por fin tendrían un mecanismo ágil para poder recuperarse en la nueva ley concursal, en lugar de otro lastre más de gastos y burocracia diseñado para hundirlas definitivamente. Los resultados, sin embargo, son desmoralizadores. Sólo el 10% de las empresas sometidas a concurso desde entonces han sobrevivido a la liquidación y el procedimiento sigue siendo complejo y caro. Ni siquiera ha producido grandes ventajas para los acreedores, que deben conformarse con cobrar, como promedio, un 57% de los créditos.
EL MERITO DE ASISTIR.– Son muy pocas las empresas cotizadas que cumplen el Código Conthe en su totalidad y explicitan lo que gana individualmente cada uno de sus consejeros, pero entre las que lo hacen hay un dato que sorprende. El 40% priman a sus consejeros por la asistencia, lo que plantea una duda existencial: ¿si prácticamente su única obligación es asistir a los consejos, unas pocas veces al año, cómo es posible que haya que incentivarles para que vayan?