El Rey, en Solvay
Cuando José Luis Zárate, director de la fábrica de Torrelavega propuso a su Comité Ejecutivo en Bruselas invitar al Rey al centenario de la factoría, la iniciativa fue acogida con entusiasmo y cuando la alta dirección de Solvay fue recibida en la Zarzuela y pudo exponérselo en persona al Rey, Don Juan Carlos lo acogió con más interés aún. Incluso sugirió que se invitase también a su pariente, el Rey de Bélgica, dado que la empresa es de capital belga, para hacer una visita conjunta. Pero a la vista de las dificultades de agenda que ya planteaba conseguir un día para la visita del Rey de España, la comisión organizadora pensó que la posibilidad de llegar a cuadrar dos agendas reales, si es que el Rey de Bélgica aceptaba, era poco menos que una quimera.
Don Juan Carlos visitó la fábrica de Solvay en Torrelavega el 2 de julio y dio la enhorabuena a sus directivos y trabajadores además de desear «mucha suerte» a los dirigentes de la empresa belga en Cantabria de cara al futuro.
Inversión multimillonaria
Por su parte, el presidente cántabro, Miguel Angel Revilla, definió a Solvay como un «modelo de empresa», tanto por su faceta «productiva» como por su labor de «concienciación social y medioambiental».
Revilla añadió que la planta de Barreda es un «referente» y adelantó las intenciones de la compañía de realizar, en año o año y medio, inversiones «como no ha conocido ninguna empresa privada de Cantabria en la historia». El presidente regional se refería a la casi segura elección de la planta cántabra por parte de su matriz en Bruselas para la instalación de un centro de I+D en el ámbito de la química básica, lo que le permitiría añadir una actividad puntera de investigación y desarrollo de nuevos productos y encabezar, con ello, la potente división de álcalis del grupo Solvay, que tiene fábricas de sosa repartidas por todo el mundo, alguna de ellas más grande, incluso, que la de Torrelavega, como es el caso de la asentada en Polonia.
El presidente del Comité Ejecutivo de Solvay, Christian Jourquin, que estuvo presente en el acto y conoce bien la planta de Barreda por haber sido responsable del grupo en España, destacó el compromiso de la Monarquía con la fábrica y aseguró que ese mismo compromiso lo tiene su consejo de administración con la planta de Torrelavega, a la que se refirió como un «modelo industrial en Cantabria, España y el mundo» gracias a la «buena química» existente con la sociedad en la que se asienta.
Don Juan Carlos recorrió las instalaciones de la factoría y escuchó, por boca de su director, José Luis Zárate, una breve explicación de su historia. Posteriormente, firmó en el Libro de Honor de la fábrica y descubrió una placa conmemorativa de sus cien años de existencia.
Además de la plantilla, en el acto participaron cerca de 700 invitados y un amplio número de autoridades, entre ellos el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez y el embajador de Bélgica en España, Claude Rijmenans.