Nada es como parece
CATACLISMO.– Pues no, no hubo reducción de los tipos de interés, pero sí un cataclismo bancario que ha hundido la banca de inversión y ha obligado a los bancos centrales a inundar de dólares el mercado tratando de dar liquidez a un sistema en el que ya nadie se fía de nadie. No es de extrañar. Alguno de los grandes bancos quebrados tenía sólo unos días antes la calificación A de buena solvencia, lo que indica que nadie está exento de tener problemas y que las agencias de calificación no se enteran o son abducidas por los contratos de las grandes corporaciones. Ahora, todos dirán que se veía venir, pero lo cierto es que le pilló a todo el mundo desprevenido.
DE MAGNATE A INSOLVENTE.– Fernando Martín ha pasado en unos pocos meses de ser un magnate, el propietario de la mayor inmobiliaria de Europa, Martinsa-Fadesa, a ser declarado oficialmente insolvente por un juzgado de Madrid. Martín ha perdido todo su patrimonio personal y ese es un cambio de estatus demasiado brusco, incluso para un sector acostumbrado a las oscilaciones. Como en la bolsa o en la ruleta, el secreto está en salirse a tiempo. Al comprarle Fadesa, Martín hizo multimillonario a Jové, que salió en el momento exacto, el que marcaba la diferencia entre el camino a la gloria y el camino a la debacle.
TODOS FILTRAN.– Las filtraciones de testimonios sobre la catástrofe de Barajas han producido indignación y otro tanto suele ocurrir con algunas decisiones judiciales, que aparecen en la prensa antes de ser conocidas por los afectados. Con todo, es un fenómeno imparable, pero lo que llama la atención es que el propio poder judicial actúe de una forma equívoca. El anterior presidente, el conservador Hernando, que se ha escandalizado en tantas ocasiones, convocó una conferencia de prensa para dar a conocer la sentencia de ilegalización de ANV, que no se iba a remitir a los afectados hasta el día siguiente. Si eso lo hace el Poder Judicial de una forma tan pública y ostensible, difícilmente puede perseguir las filtraciones. Y, como es obvio, para la justicia no puede haber casos y casos.
LOS MACHISTAS GANAN MAS.– De cualquier circunstancia se puede hacer un estudio y nos vamos a encontrar con revelaciones sorprendentes de las relaciones que hay entre las actitudes vitales de las personas y su forma de pensar o su trayectoria vital. Por lo pronto, un estudio norteamericano realizado a través de una encuesta a 1.500 personas ha puesto de relieve que los hombres de carácter machista obtienen 6.000 dólares más al año de renta media. También ocurre, aunque en menor medida, con las mujeres que aceptan los roles machistas, ya que, curiosamente, ganan 1.500 dólares más que las que no aceptan ningún tipo de discriminación.
EMPRESAS EN VENTA.– El peso de la deuda y el cambio de ciclo económico han provocado que muchas empresas hayan colgado el cartel de ‘se vende’ y especialmente, las filiales de inmobiliarias o constructoras. Quien tenga dinero puede escoger a gusto: Itinere, Valoriza, el 20% de Repsol, Urbaser, Dragados SPL, Digital+, Codere, Riofisa, Seur, Azucarera, SFl, Vital Dent, Cuétara, Atecsa… ¿Tendrán que acabar haciendo ofertas?
LOS ENGAÑOS DEL ARTE.– El artista británico Damien Hirst, que pasa por ser el más cotizado del mundo entre los vivos, es también un vivo negociante, lo que indica que nunca está claro cuánto hay de marketing en estos fenómenos artísticos. En la subasta que realizó para vender su obra reciente, en la que uno de sus famosos tiburones en formol alcanzó los 12 millones de euros, varios de los participantes estaban a sus órdenes para calentar las pujas, según se ha sabido ahora. Y es que la cotización forma parte de la leyenda. Si no hay un récord cada vez, cae parte del mito, así que Hirts prefiere quedarse él mismo la obra, por un aparente precio astronómico ofrecido por un falso comprador, que venderlo a un precio insuficiente para mantener la fama. Otra muestra de que en el mundo de los sentidos es terreno abonado para el timo, es la broma gastada por el polémico catador de vinos británico Robin Goldstein, que creó un falso restaurante ‘L’Osteria L’Intrépido’, supuestamente situado en Milán para inscribirse en el concurso por la prestigiosa revista americana Wine Spectator para decidir cuál tiene la mejor bodega. Su inexistente restaurante se llevó el premio por el mero hecho de pagar la inscripción y enviar por Internet la falsa carta de vinos, en la que por cierto, tampoco tuvo empacho en incluir algunos de los que habían tenido críticas más demoledoras en la revista.