Cantabria: Las consejerías empiezan a planificar la desescalada
Y la vuelta al trabajo presencial de los empleados públicos en los puestos que no se pueden desempeñar con teletrabajo
La Comisión Interdepartamental de seguimiento de la epidemia de Covid-19 del Gobierno de Cantabria ha acordado que cada consejería empiece a planificar en sus respectivos ámbitos la vuelta al trabajo presencial de los empleados públicos, por una parte, y la reanudación de actividades por fases, con sus correspondientes planes de contingencia y «circuitos de identificación temprana de casos sospechosos» para evitar posibles repuntes de la epidemia.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha puntualizado que en todo caso, la fase de transición o de desescalada «va a estar muy marcada por los criterios que establezca el Gobierno central», tanto en lo que se refiere a los indicadores que se van a utilizar para poder desescalar, como la demarcación territorial que se va a utilizar como elemento base para hacer la desescalada.
Partiendo de ese hecho, el Gobierno se ha puesto a trabajar en dos ámbitos. Por una parte, la vuelta al trabajo presencial del personal de las consejerías en aquellos puestos en que sea necesario, manteniendo los criterios básicos de distancias de seguridad y de medidas de prevención para evitar contagios del personal de la Administración.
En este sentido, son «especialmente delicados» los puestos que trabajen de cara al público. El consejero ha precisado que el criterio fundamental sigue siendo que en aquellos puestos de trabajo que sea posible se mantenga el teletrabajo.
Por otra parte, cada consejería empezará a diseñar la reanudación de actividades en sus respectivos ámbitos, «teniendo en cuenta que tiene que ser progresiva y escalada», por fases. Rodríguez ha explicado que tiene que haber al menos dos semanas entre la apertura de unas actividades y otras para poder ver los efectos de cada paso en la evolución de la epidemia.
Se trata, ha explicado, de que cada consejería «vaya pensando en su ámbito, en qué actividades podrían irse abriendo y viendo luego los efectos que eso pueda tener en la evolución». Y en este sentido, se les ha pedido también que diseñen «planes de contingencia por si hubiese un repunte de casos y también que vayan pensando en «crear circuitos de identificación temprana de casos sospechosos precisamente para evitar repuntes de casos».