Más dinero para combatir la crisis

A pesar del descenso en la recaudación del 20% que sufre la autonomía y del sensible recorte en la aportación del Estado, el Gobierno no tiene la intención de quitarle presión a la caldera presupuestaria. Al contrario, contará con más dinero efectivo, si se tiene en cuenta que el Presupuesto ordinario sólo decrece en un 1,5% y que dispone de una especie de Presupuesto bis para inversiones con capital privado por importe de 700 millones de euros que no computan en el endeudamiento.
Gracias a la excursión extrapresupuestaria, el Gobierno cántabro liberará recursos para aumentar el gasto social en tiempos de crisis y tratar de reconducir el modelo económico por la vía de creación de capital físico (más carreteras), capital humano (más recursos para educación e investigación) y, para que no falte de nada, un fuerte impulso del sector industrial, con las inversiones privadas del Plan Eólico.
Conseguir la cuadratura del círculo no parece fácil en épocas más boyantes y mucho menos en las actuales, pero el consejero de Economía está convencido de que el Gobierno va a movilizar alrededor de 3.100 millones de euros, entre recursos públicos y privados.

Reforma fiscal

El presupuesto ordinario (2.457 millones) se queda prácticamente para pagar los gastos recurrentes y cada vez tiene menos interés político, por lo que su debate en la Cámara lleva camino de resultar intrascendente. No obstante, en este caso está condimentado con un picante que lo va a hacer más sabroso: una reforma fiscal que no pretende recaudar más, pero sí aumentar la progresividad del sistema, especialmente en el Impuesto de Sucesiones y en la compra de viviendas de alto precio. El consejero de Economía echa mano de las encuestas para hacer ver que aún en esta época de crisis hay un porcentaje significativo de familias cuya situación económica sigue mejorando y cree que han de ser solidarias “con las que peor lo están pasando”.
El Gobierno, en cualquier caso, no recaudará mucho más por esta vía, porque los mayores ingresos por la venta de las viviendas más caras (Transmisiones pasa al 8% a partir de los 300.000 euros de valor), las grandes herencias y el nuevo Impuesto Ecológico sobre los residuos industriales es posible que se compense por la extensión de las bonificaciones para los jóvenes y colectivos desfavorecidos en Sucesiones y Donaciones.

La ayuda de la nueva financiación

La recaudación va a estar mucho más condicionada por otro factor, la evolución de la economía: tanto los impuestos sobre los que tiene potestad el Gobierno regional como su participación en el IVA y en el IRPF dependen extraordinariamente de la actividad económica.
Afortunadamente para la región, el nuevo sistema de financiación autonómica va a suponer unos ingresos adicionales de 93,5 millones de euros y, lo que es tan importante o más, permite aplazar el reembolso de los 135 millones de euros que debe devolver al Estado por la diferencia entre el anticipo que le envió a cuenta de su recaudación de 2008 y la cuantía realmente recaudada, bastante inferior.
Madrid ha aceptado que esta cantidad se devuelva en cinco años, con uno de carencia. Un aplazamiento con el que las autonomías esperan llegar a tiempos mejores, cuando tengan que digerir la mala noticia de tener que devolver algo que ya gastaron.

Agotar el endeudamiento

El Gobierno cántabro presume que para el próximo año tanto los impuestos directos que maneja como los indirectos recauden un 17% menos. No obstante, el descenso general de los ingresos será algo más moderado, un 11% si se cumplen las previsiones. De esta forma, vamos a pasar de un superávit fiscal del 2,2% del PIB en 2007 a un déficit de alrededor del 10%, algo que no cabía imaginar por entonces. Eso repercutirá en un aumento de la deuda pública en nueve puntos y hará muy difícil retornar a un déficit del 3% en el 2012 como ha exigido a España el Ecofin europeo.
Por lo pronto, para el próximo año la autonomía tendrá que acudir a los bancos en busca de otros 372 millones de euros. No obstante, Cantabria seguirá siendo la cuarta región menos endeudada del país (4% del PIB) y seguirá en una posición envidiable si se compara con las desmesuras de la Comunidad Valenciana (13%), Cataluña (12%) o Baleares (11%).

Financiación privada

El Gobierno regional va a aprovechar todo el margen de endeudamiento autorizado por el Consejo de Política Fiscal (2,5% del PIB, además de un 0,25% extraordinario para inversiones en carreteras). Gracias a esta flexibilización de la política de rigor presupuestario que hasta ahora ha mantenido el Ministerio de Economía, el gasto de la autonomía sólo se reducirá, nominalmente, un 1,5% con respecto al actual ejercicio. En la práctica –y a pesar de los significativos ajustes que se hacen en algunas consejerías y en algunos capítulos– es posible que todas ellas cuenten con algo más de dinero que en 2009, porque a lo largo de este año han sufrido dos recortes en las partidas que figuraban en la Ley de Presupuestos.
Además, van a manejar fuera de presupuestos más de 700 millones de euros: 477 que ya están en marcha en nuevos colegios, Plan de Choque de Carreteras, promociones de VPO, sedes públicas, suelo industrial o el puerto deportivo de Laredo, y otros 234 en proyectos sobre los que el Gobierno aún no ha decidido. Esta fórmula permite disfrutar de las obras a cambio de un canon anual que se paga a la entidad particular que las financia, en lugar de tener que aportar todo el montante de la inversión de una sola vez.

Más gastos sociales

Al acudir a la financiación privada para gran parte de las inversiones, el Presupuesto quedará lo suficientemente aliviado como para dar cobertura a un mayor gasto social (+3,5%), como consecuencia de la Ley de Dependencia y el aumento de perceptores de la renta social básica, destinada a quienes no tienen otros ingresos. También aumentará un 0,6% el gasto en sanidad, donde no hay forma de detener la farmacéutica, y habrá un guiño a Justicia (+0,6%) para congraciarse con jueces y funcionarios.
A pesar de que los sueldos en la función pública sólo subirán un 0,5%, la nómina que paga el Gobierno será casi un 2% más gravosa, por las mejoras en complementos salariales, lo que indica la dificultad para contener este capítulo, sin la que la absoluta congelación salarial que van a sufrir los altos cargos pueda hacer mucho por evitarlo.
Todos los demás gastos disminuirán, incluidos los destinados a inversiones (capítulos VI y VII) aunque eso resulta poco significativo, dado que el grueso de las inversiones se ha desviado fuera del Presupuesto, donde habrá nada menos que 477 millones, obtenidos a través de sistemas mixtos de financiación público-privada, de los cuales la mitad se aplican sobre obras que ya están en marcha.
No podrán recortarse, en cambio, los gastos financieros que produce la deuda pública, que se elevarán a 44 millones de euros, un 66% más que el año anterior. El esfuerzo en este terreno será matizado por la reducción de la deuda que se amortiza cada año, que en esta ocasión será de sólo 30 millones, 10,7 menos que en el ejercicio precedente.

Recorte de los gastos corrientes

La financiación estructurada queda fuera del Presupuesto pero antes o después se va haciendo un hueco en él, a través del pago de arrendamientos por el uso de aquellos colegios, depuradoras o sedes financiados por el sector privado. No obstante, por el momento, el Gobierno ha logrado embridar el Capítulo II, al que van a parar esos gastos con otros muchos suministros. Los severos ahorros provocarán que no sólo no se incremente este capítulo consuntivo, sino que descienda un 1,6%.
Amparado en esa capacidad de controlar el gasto corriente, el Gobierno va seguir recurriendo a la ingeniería del Instituto Cántabro de Finanzas, que saldrá al mercado para conseguir otros 234 millones de euros para nuevos proyectos, entre los que se van a incluir varias depuradoras pero no la sede de Moneo, que a la vista del ritmo al que avanza la reforma del Plan General de Santander, esperará otro año más.
Como los Mandamientos, la filosofía de los Presupuestos de 2010 es fácilmente resumible en dos orientaciones generales: más atención social, porque más gente la va a necesitar, y una polarización de las inversiones hacia la búsqueda de un nuevo modelo productivo para la región, a través del I+D+i, la Universidad y las infraestructuras. Pero esa cosecha, si llega, tardará en madurar.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora