Dynasol levanta una gran plataforma logística
Hay empresas que no se han dejado intimidar por la crisis y han mantenido proyectos que cabía la tentación de haber aplazado. Nada menos que quince millones de euros ha dedicado Dynasol, la fábrica de elastómeros de Gajano, para construir una gran plataforma logística donde almacenará y organizará la expedición del caucho sintético que allí fabrica; una instalación que será la más avanzada del mundo en su sector.
Además de las ventajas operativas en el manejo y distribución de este producto, con la nueva plataforma, va a conseguir un importante ahorro en el alquiler de las naves ajenas que hasta ahora precisaba para el almacenamiento. La nueva instalación comporta también ventajas para los destinatarios finales del caucho que fabrica, ya que saldrá de la planta con una calidad más homogénea y tendrá un transporte más directo.
Una red de almacenes externos
Hasta la construcción de esta plataforma, Dynasol se veía obligada a recurrir a naves situadas fuera del complejo químico en el que está ubicada, para poder almacenar los tipos de caucho que fabrica hasta el envío a sus destinatarios. A pesar de la amplitud de su recinto, sólo contaba con espacio para albergar el 20% de su producción. Algo que puede entenderse si tenemos en cuenta que la planta, propiedad de Repsol y Kuo –una filial del grupo mejicano DESC– al 50%, es capaz de fabricar 120.000 toneladas anuales de cauchos termoplásticos e hidrogenados. El problema que planteaba el almacenamiento de este producto era aún mayor por el hecho de que, debido a su elasticidad, no puede ser apilado, lo que obliga a utilizar grandes superficies para su estocaje.
Dynasol había recurrido, incluso, a almacenes situados en otras comunidades autónomas para poder manejar el flujo de cauchos que salen de los reactores de la planta de Gajano, al ritmo de unas cinco toneladas a la hora. En concreto, tenía alquiladas cuatro naves en Cantabria, una en Vitoria y otra en Zaragoza, con la complejidad y el coste añadido que suponía el trasiego de las grandes sacas –los bigbags– de 750 kilos en que se envasan los pellets de caucho.
Gracias a la construcción de la plataforma logística tiene un control más directo del producto final, ha suprimido un gasto muy cuantioso en alquileres y ha mejorado la operatividad de la planta. En las nuevas instalaciones se han ubicado los silos para la homogeneización del caucho y un almacén de 22.000 m2 que permite disponer los palés en tres alturas, multiplicando así la superficie real de almacenaje.
La plataforma también dará más autonomía a las líneas de fabricación. Cualquier problema que surja en la zona de envasado ya no obligará, como antes, a la parada de la producción.
Silos de homogeneización
La clave para que esto no suceda son los diez silos construidos en la plataforma a los que llegan los pellets de caucho desde el tren de secado. La gran capacidad de estos depósitos –en cada uno caben 150 toneladas de producto– permite la recirculación continua del caucho, de manera que si una de las partidas tiene alguna leve diferencia de humedad, de granulometría o un aspecto más oscuro (los pellets que salen de fábrica son de color blanco) se mezclan con el resto homogeneizando el lote completo. Esto hace que el destinatario final reciba sus pedidos con una calidad constante que se reflejará después en sus propia fabricaciones.
“Que el elastómero no se apelmace en el silo era todo un reto –señala el director de la planta Miguel Angel López– pero esta gente lo ha conseguido”. La gente a la que se refiere admirativamente López, es la empresa diseñadora de la plataforma, la belga Katoen, y su logro no resulta extraño teniendo en cuenta su especialización en logística, de la que también se han servido varias industrias químicas de Tarragona. Aún así, cabía cierta incertidumbre, porque la instalación levantada en Gajano para la homogeneización de elastómeros es la primera de este tipo que se construye en el mundo. Pero los resultados después de cuatro meses de funcionamiento, y cuando ya han pasado por esta plataforma prácticamente todas las familias de productos que fabrica Dynasol, son plenamente satisfactorios.
El silo es sólo la primera fase de toda una cadena de procesos de envasado y paletización que termina en los muelles de carga. A la boca del silo se acopla una bobina de plástico que servirá para formar los sacos de hasta 20 kilos, en un proceso continuo. La sustitución del papel por el plástico es otra de las novedades introducidas con esta nueva instalación, con las ventajas que supone para preservar el producto de humedades.
Tras comprobar con detectores que los sacos no contienen ningún elemento metálico que haya podido caer accidentalmente en el proceso de envasado, pasan a la paletizadora donde de manera automática son apilados hasta formar lotes de 750 kilos que se enfundan en plástico para mantener la estabilidad del palé. El caucho también se envasa en grandes bolsas bigbags de un peso similar, que son recubiertas por un film estirable para darles rigidez y hacerlas más manejables. Los bigbags y los palés esperan luego su expedición en la nave anexa a la zona de ensacado, un inmenso almacén de 22.000 m2 dotado con estanterías que multiplican por tres la superficie útil. En previsión de un posible incendio, la nave está construida con materiales ignífugos y dividida en tres secciones que se pueden aislar unas de otras en caso de alarma.
El proceso termina con la salida de los camiones desde los ocho muelles de carga hacia su destino final, que puede estar en cualquiera de los setenta países a los que vende Dynasol, aunque la mayor parte de las exportaciones se dirigen a la Unión Europea. Más de 50 camiones pasan cada día por esta plataforma logística, que ahora trabaja a pleno rendimiento ya que en los dos trimestres centrales del año se concentra buena parte de su demanda, sobre todo la procedente de constructoras de obras públicas que mezclan el caucho de Dynasol con asfaltos para mejorar las condiciones de rodaje y drenaje del firme de las carreteras.
De los vulcanizados a los termoplásticos
Desde que se formó hace diez años la alianza entre Repsol y el grupo mejicano Desc, la estrategia de Dynasol ha ido dirigida a conseguir una producción cada vez más especializada. La fabricación de caucho para neumáticos o bandas móviles, un segmento en el que habían irrumpido con fuerza los países asiáticos, se abandonó en el año 2000 para centrarse en elastómeros mucho más evolucionados y complejos, como los termoplásticos y, en su gama más alta, los hidrogenados. “Lo que hemos ido haciendo –explica el director general de Dynasol, Ignacio Marco–, atendiendo a la evolución de nuestros mercados, es desplazarnos hacia productos más sofisticados, porque hay países como China donde los costes son muy diferentes y porque hay industrias como la del zapato que era muy importante en España y en otros países de Europa y que ahora se ha desplazado casi por completo a Asia”.
La fabricación de vulcanizados se ha sustituido por la de los termoplásticos para firmes de carretera, la elaboración de adhesivos o la modificación de plásticos duros a los que el elastómero les aporta flexibilidad.
La mezcla de asfalto con los polímeros que fabrica Dynasol produce un material autodrenante que aporta mucha seguridad a las carreteras en los momentos de lluvia. También confiere más elasticidad a la calzada, que soporta mejor los cambios de temperatura. La fabricación de adhesivos es otro nicho de mercado con mucho futuro y en el que la planta de Gajano tiene una gran penetración. Componentes fabricados por Dynasol en su planta mejicana (en aquel país hay otra planta similar a la cántabra) han viajado al espacio en adhesivos utilizados por la NASA en sus transbordadores.
En la modificación de plásticos también existe un vasto campo de actuación para los elastómeros de la firma cántabra y una muestra son los termoplásticos hidrogenados que se utilizan en los acabados de los automóviles para darles más confort y suavidad al tacto.
El caucho hidrogenado se aplica, además, para mejorar la resistencia al impacto y disminuir el peso en aplicaciones de automoción.
Tecnología propia
La apuesta por la fabricación de productos con más valor añadido se sustenta en la aplicación de una tecnología propia. El catalizador que Dynasol utiliza en la elaboración de caucho hidrogenado ha sido diseñado en sus laboratorios de Madrid, dentro del centro de I+D de Repsol. Esto le da una gran ventaja a la hora de situarse en ese mercado, porque tan solo otro competidor de Dynasol utiliza un proceso similar al patentado por la firma de Gajano. El desarrollo de nuevas moléculas y la investigación sobre otras aplicaciones forman parte de la estrategia de Dynasol para continuar en la punta de lanza del mercado mundial de los elastómeros.
Un año difícil
El pasado año, coincidiendo con su décimo aniversario, Dynasol atravesó el momento más duro de su trayectoria empresarial. La crisis no podía dejar de hacerse notar para una firma que aprovisiona de materia prima a otras industrias. Aun así, la compañía logró cerrar el ejercicio sin pérdidas y sin acudir a expedientes de regulación o recortes de una plantilla que, entre trabajadores directos (186) e indirectos se aproxima a las cuatrocientas personas. El balance que arrojan estos primeros meses de 2010 es mucho más positivo, como lo reflejan las cifras ya presupuestadas, que calculan en 98.000 las toneladas que se venderán este año, frente a las poco más de setenta mil de 2009.
Esta recuperación se debe, en parte, a la todavía tímida reactivación de la economía de los países europeos –el mercado doméstico de Dynasol– y del norteamericano, al que surte su planta mejicana. Pero también está relacionada con un cambio de estrategia de la empresa, que ha apuntado a China como país a conquistar. A pesar de que se trata de un competidor directo en la fabricación de caucho artificial no lo es tanto en sus versiones más sofisticadas y es aquí, en los hidrogenados y en la modificación de plásticos, donde la factoría de Gajano ha conseguido hacerse un hueco. El pasado año China ya fue el destinatario del 15% de la producción de Dynasol, una cifra que confían en que vaya en aumento.
Las inversiones que los países del Este de Europa están haciendo en la construcción de infraestructuras viarias también están tirando fuerte de la planta cántabra. Hay que tener en cuenta que la fabricación de caucho para la modificación de asfaltos supone el grueso de la producción de Gajano.
Los responsables de Dynasol confían en esa recuperación de la actividad económica mundial y en los importantes ahorros que le va a suponer la nueva plataforma logística para amortizar rápidamente el esfuerzo inversor que han hecho en su construcción. Unas instalaciones que sitúan la fábrica a la vanguardia de la industria del caucho sintético.