Los principales titulares de vías ferratas de Cantabria piden su certificación

Hace un par de años se elaboró la norma UNE 16869:2018 de Diseño y Construcción de vías ferratas. Esta norma establece la necesidad de certificar su cumplimiento de forma anual para confirmar que se cumple con las medidas de seguridad que protejan a los usuarios de esas instalaciones.

En Cantabria varios Ayuntamientos como Peñarrubia o Vega de Liébana ya se han encargado de que Ad Control revise sus instalaciones, puesto que, tras el confinamiento, vías ferratas como las de La Hermida serán un buen reclamo para el turismo rural, y la población querrá huir de las ciudades para pasar el fin de semana en la montaña.

Carlos Liaño, ingeniero industrial al frente de Ad Control, afirma que sólo la revisión anual por profesionales independientes es garantía de seguridad para todas las familias que querrán disfrutar de estas instalaciones de aventura.

Por otro lado, en la comunidad montañera hay un debate abierto hace años sobre la responsabilidad en caso de rescate y lesiones, y en estas instalaciones muchas veces el Ayuntamiento en el que se encuentra ubicada la ferrata termina siendo responsable subsidiario. Por este motivo, y para evitar responsabilidades por un mal estado de las instalaciones, cada vez son más los Ayuntamientos que piden a Ad Control la certificación de sus instalaciones que, tal como ocurre con la ITV de un coche, sólo se otorga una vez subsanados los fallos de la instalación.