Julio Cabrero: «Nos vamos a encontrar con un otoño muy duro»
La empresa prevé acometer inversiones pese a la caída de los dos sectores a los que vende
Julio Cabrero es una de las compañías que no han detenido su actividad durante el estado de alarma al ser considerada esencial. Su fábrica, situada en el Puerto de Requejada, produce y envasa azufres solubles para la industria y la agricultura, dos sectores que se han visto afectados por la crisis del coronavirus. El primero de ellos ha experimentado una importante bajada en su ritmo de trabajo y el segundo dejará de comprar en julio, cuando recojan las cosechas, ya que su demanda es estacional. «Nos vamos a encontrar con un otoño muy duro», vaticina.
El gerente de la empresa de Polanco confía en que el sector industrial vuelva cuanto antes a la normalidad. “En el caso contrario, el segundo semestre podría ser muy lesivo para los intereses y desarrollo de nuestra empresa”, explica.
No obstante, este periodo de crisis sanitaria le ha servido profundizar en el desarrollo de algún producto o mercado nuevo de cara a un futuro.
Cabrero se declara optimista, pero lo hace de una forma muy matizada, porque augura que pronto será necesario afrontar un escenario plagado de cierres definitivos y de empresas con dificultades para mantener sus negocios.
“Como empresarios, cada uno de nosotros debe seguir trabajando para que la recuperación sea lo más rápida posible”, concluye voluntarioso.