Un escaparate tecnológico
Si hubiera que buscar un icono arquitectónico de lo que significa I+D+i en el campo de las nuevas tecnologías, la nueva sede de Ámbar se acercaría mucho a la imagen que el visitante esperaría ver: una audaz estructura de vidrio, tan cercana a un laboratorio futurista de investigación como alejada de un convencional inmueble de oficinas. Y es que pocas veces, como en este caso, el diseño de un edificio dice tanto del propósito de sus promotores.
Cuando en el año 2005 la dirección de Ámbar tomó la decisión de crear una sede en la que centralizar los proyectos de innovación en la integración de sistemas de telecomunicaciones –el área en el que viene trabajando desde hace 20 años– el Parque Tecnológico de Cantabria se presentaba como el espacio adecuado donde reunir a las empresas de estas características y facilitar sinergias entre ellas.
Faltaban por definir los rasgos del inmueble que mejor se identificaran con el espíritu empresarial que anima a Ámbar. “Queríamos que fuese una maqueta tecnológica –explica su director y fundador Pablo Gómez–, que trasmitiera una sensación de creatividad y que nuestros clientes pudieran recorrerlo sin interferir en el trabajo de los trabajadores”. Este último planteamiento responde a otro de los objetivos esenciales que se persiguen con esta nueva sede, el de convertir este centro de innovación en una muestra in situ del funcionamiento de todos los sistemas tecnológicos que la firma ofrece a sus clientes en campos como las redes de datos, los sistemas multimedia, las comunicaciones unificadas, la seguridad integrada y los servicios gestionados avanzados.
De la videoconferencia a la telepresencia
El primer ejemplo de las tecnologías que Ámbar implanta en otras empresas se encuentra en el control del propio edificio, compuesto por un circuito cerrado de televisión, con cámaras exteriores e interiores, control de accesos para personas y vehículos con lectores de tarjetas, tags, y lectores de matrículas que restringen el acceso por zonas en función del perfil de trabajadores y visitantes. Además de un sistema anti intrusión integrado en la red multiservicio IP.
El Centro Ambar I+D+i consta de cinco plantas, dos de ellas bajo rasante.
En la planta segunda de las dos soterradas se encuentra la recepción de logística, las dependencias de las instalaciones de climatización eléctricas y el garaje.
En la planta primera bajo rasante se encuentra el Laboratorio, el Centro de Formación, la Sala de presentación de Proyectos, el CPD y el Centro de Monitorización de Redes, además de la ingeniería de implantación. En el Laboratorio se desarrollan las maquetas tecnológicas que simulan proyectos a instalar por los ingenieros de implantación, se replican las incidencias tecnológicas para su resolución, y se ensaya con las nuevas tecnologías de los primeros fabricantes del mercado.
En el Centro de Formación, Ambar ofrece a sus trabajadores la formación externa que los fabricantes aportan como partners homologados y la formación interna entre departamentos de la propia compañía.
La Sala de Presentación de Proyectos es un espacio diseñado con todos los medios audiovisuales y técnicos necesarios para la simulación de proyectos globales y la presentación de productos y soluciones tecnológicas.
El CPD (Centro de Procesos de Datos), de alto rendimiento y gran eficiencia energética, es el punto central de la Red Corporativa donde se conectan los once centros de trabajo además de proveedores y clientes. Está dotado de alta disponibilidad en la energía, la climatización y las comunicaciones.
El Centro de Monitorización de Redes presta su servicio todos los días del año y desde él se controla el estado de las redes y los sistemas de comunicaciones de las empresas que tienen contratado este servicio con la compañía. Los servicios gestionados avanzados son una fuente de negocio con gran proyección, porque “ya nadie soporta que su sistema de información se pare ni siquiera unas horas o no tenga estadísticas de funcionamiento”, enfatiza Pablo Gómez. “Por eso”, continúa “nuestro Centro de Monitorización de Redes está diseñado para dar cobertura a las redes de nuestros clientes con ámbito nacional e internacional”. Ámbar cuenta con once centros de negocio repartidos por el país, desde los que se presta asistencia directa para la creación e implantación de proyectos y su seguimiento, así como de servicios gestionados avanzados.
En la planta baja está la recepción, zona de ocio, recursos humanos y sistemas de gestión de calidad, medioambiente y prevención de riesgo entre otros.
En la primera planta del edificio se realizan los proyectos de ingeniería, investigación e innovación. Cuenta con una sala de videoconferencia que se relaciona con las seis restantes del Centro de I+D+i, con la sala de telepresencia, y con las videoconferencias de los otros once Centros Ambar. En esta planta se ubican los responsables de Ingeniería de cada área de negocio, así como la parte de diseño gráfico de los proyectos.
En la segunda planta se encuentra ubicada la Dirección Comercial, el marketing y la comunicación, una sala de videoconferencia y una innovadora sala de telepresencia inmersiva. Además de una zona reservada para proyectos de I+D+i de colaboración entre empresas.
Todas las salas del edificio cuentan además con un novedoso sistema de reserva: una pantalla táctil situada junto a la entrada que permite reservar la sala y ver el estado de las demás.
En el campo de las videocomunicaciones, Ámbar ha dado un salto cualitativo al implantar un sistema que mejora sustancialmente las tecnologías convencionales de video y de audio. Las videoconferencias empiezan a resultar insustituibles, sobre todo para aquellas empresas cuyos centros de trabajo están dispersos. La inmediatez en la comunicación y el ahorro en desplazamientos y tiempo, justifican la inversión en un sistema lo suficientemente sofisticado como para permitir una conexión multipunto. Sin embargo, por muy alta que sea la calidad de la imagen y del sonido, su utilización es limitada para algunas actividades.
Para mejorar esta situación, Ámbar ha instalado en esta segunda planta una sala de telepresencia inmersiva que convierte la videoconferencia en un encuentro real de quienes participan en ella. La sala alberga seis puestos situados frente a tres pantallas de 65 pulgadas, alta definición y sonido en estéreo, con monitores que se despliegan en función de las necesidades. Estas pantallas de alta resolución ofrecen una imagen a tamaño natural de las personas reunidas ‘en remoto’, lo que, junto con el sonido direccional, acentúa la sensación de encuentro y de conversación personal.
En Cantabria no existe un sistema de telepresencia tan sofisticado como el instalado en Ámbar, que además, comercializa las videocomunicaciones como un servicio más para las empresas. La firma instala los equipos, los gestiona a distancia y los mantiene tecnológicamente actualizados, de manera que el cliente tenga a su disposición los mejores sistemas de videoconferencia-telepresencia sin necesidad de tener ningún experto en el establecimiento de las mismas.
Proyectos en España y Europa
Como ingeniería y socio tecnológico de grandes fabricantes internacionales, Ámbar está presente en proyectos de innovación tan relevantes como el acelerador de partículas (Sincrotrón) construido en San Cugat del Vallés (Barcelona), la inversión más elevada realizada por el Estado español en investigación en toda la historia. La empresa cántabra ha aportado en este proyecto la infraestructura de cableado científico y la de comunicaciones voz, datos, movilidad, y ahora ha comenzado a implantar el almacenamiento de imágenes en 3D.
Ambar, además de llevar a cabo proyectos de innovación para sus clientes, realiza proyectos de innovación propios, algunos de los cuales han obtenido apoyo por parte de CDTI para su ejecución, como el desarrollo de una plataforma de servicios integrada para el paciente hospitalizado; el desarrollo de una solución tecnológica basada en wimax y pre-wimax; una plataforma de servicios integrados móviles; y un sistema audiovisual para el hospital virtual.
La compañía está presente en proyectos para empresas públicas, en gobiernos autónomos y ayuntamientos, en universidades y centros de formación, en hospitales públicos y virtuales, y en la empresa privada en sectores como el siderometalúrgico, automóvil, operadores de energía y de telecomunicaciones. También en nichos de mercado como la distribución, textil, vidrio y ocio, entre otros. Además forma habitualmente UTEs con grandes ingenierías para proyectos y servicios.
Son algunos ejemplos muy evidentes de que, en el mercado de las telecomunicaciones, la localización geográfica de quien construye el proyecto no es tan relevante como en otros sectores. Una realidad que ya vislumbró Ámbar cuando eligió instalarse en Santander hace cerca de dos décadas.