No habrá movilidad en el norte a partir del 15 de junio
Revilla valora permitir la movilidad a partir del viernes en función de la evolución de los focos en el País Vasco
El presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, ha decidido no adelantar al 15 de junio la apertura de la movilidad con el País Vasco y otras regiones vecinas, tal y como ha recomendado la Dirección General de Salud Pública, debido a los brotes hospitalarios registrados en los tres últimos días en Euskadi.
Revilla ha explicado que el informe que ha solicitado a la Consejería de Sanidad recomienda no abrir la movilidad, al tiempo que el departamento vasco de Sanidad traslada «prudencia».
«Yo podría abrir» porque la decisión corresponde a los presidentes autonómicos, ha dicho Revilla, que ha explicado que, no obstante, ha decidido no hacerlo porque «sería un insensato» cuando un informe de Sanidad le recomienda no abrir el lunes y esperar una semana. «Si tomara la decisión unilateralmente sería una irresponsabilidad que no he querido aceptar», ha subrayado.
Sin embargo, Revilla no entiende «por qué tiene más riesgo abrir el lunes que el siguiente lunes» cuando «tenemos que prepararnos para convivir con el virus» porque «cuando abramos el día 21 pues va a haber contagios». Además, el presidente cántabro valora permitir la movilidad a partir del viernes en función de la evolución de los brotes de Covid-19 aparecidos en Euskadi.
Revilla ha asegurado que «todo estaba preparado» para abrir este lunes como era su voluntad y la del lehendakari, Íñigo Urkullu, además de que «había interés» también por parte de La Rioja y Aragón en abrir el corredor una semana antes del plazo oficial.
En este sentido, ha sostenido que «una semana antes o después no puede cambiar mucho las cosas» porque las regiones que el día 21 estén en fase 2 pasarán directamente a la movilidad, saltándose la fase 3, lo que en su opinión «es más riesgo que unir dos comunidades que están en la misma fase y con datos similares», destacando la «muy buena evolución» de los datos en Cantabria, Euskadi, Asturias, La Rioja y Aragón.
Revilla ha subrayado que la decisión de la movilidad ahora es «exclusiva» de los presidentes autonómicos, que podrían adoptarla «unilateralmente». Sin embargo, él decidió pedir un informe a la Consejería de Sanidad a la vista de la situación «nueva» de los dos brotes de Covid-19 en Euskadi, aunque no «excesivamente preocupante en la medida que están localizados en dos centros sanitarios», de forma que están «perfectamente aislados», ha afirmado.
El presidente ha explicado que el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, habló ayer con su homóloga vasca, Nekane Murga, quien le trasladó «prudencia».
Además, el informe de Sanidad de Cantabria, que «valora de manera extraordinaria la situación de la evolución de la pandemia en Euskadi y en Cantabria, que ha ido muy bien», también advierte de la aparición de los focos, en uno de los cuales «está en duda su origen», por lo que recomienda no abrir.
Ante estos hechos, Revilla ha decido esperar y así se lo ha comunicado este jueves a Urkullu y al presidente de Asturias, Adrián Barbón, que tampoco abrirá, como no lo hará La Rioja.
De este modo, Cantabria esperará una semana o incluso menos, en función de la evolución sanitaria de los focos vascos, que podría permitir la movilidad el viernes. «Así aprovechamos un fin de semana para que empecemos ya habituarnos a esa relación que va a durar todo el verano de trasiego de gente que hay entre Cantabria y Euskadi».
NO PODEMOS PARAR LA ECONOMÍA
El jefe del Ejecutivo ha subrayado que «lo que no podemos es parar la economía» porque un país sin actividad económica es «insostenible». «Podemos estar con renta vital y EREs una temporada pero todo eso viene de dinero público, que es fruto de impuestos que genera la actividad económica», ha recordado.
Para Revilla, «hay que abrir la economía porque si no es peor el virus económico que el sanitario», y por eso hay que procurar «recuperar el verano» y ese es el «espíritu» que mueve a Cantabria y Euskadi a abrirse a la movilidad de dos territorios que «tienen tan gran dependencia».
«Yo agradezco muchísimo que los vascos tengan el buen gusto de querer venir a Cantabria y lo entiendo» pero «vamos a esperar un poco», ha instado el presidente. «Esto es lo que hay y yo he tenido que tomar la decisión; y la tomo responsablemente, a tenor del documento de Sanidad».
ZULOAGA: REVILLA «ACIERTA»
Por su parte, el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Pablo Zuloaga, considera que Revilla «acierta» tomando la decisión de no abrir la movilidad con el País Vasco el próximo lunes 15 de junio.
La decisión, según ha precisado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, implica no solicitar el levantamiento del estado de alarma ni permitir la movilidad, de momento, con ninguna comunidad autónoma.
Zuloaga ha señalado que en el próximo Consejo de Gobierno «se volverá a valorar la fecha» de la llegada a la llamada nueva normalidad, prevista inicialmente para el 21 de junio, aunque ha recordado que la decisión «compete al presidente».
El también secretario general del PSOE, que se había mostrado contrario a la apertura de las fronteras interprovinciales antes de tiempo si ello conlleva riesgos para la salud de las personas, ha explicado que «para tomar la decisión de una forma basada en hechos científicos», Revilla ha solicitado el consejero de Sanidad, el también socialista Miguel Rodríguez, la elaboración de un informe desde la Dirección General de Salud Pública.
El informe concluye que «una medida como permitir el movimiento entre comunidades autónomas puede incrementar el riesgo de transmisión» al haber aparecido dos brotes en el País Vasco.
Según ha precisado Zuloaga, el informe pone de manifiesto que si bien la evolución de la enfermedad ha sido favorable en ambas comunidades a la largo de las últimas semanas, los dos focos hospitalarios registrados en el País Vasco en los tres últimos días, «de los que aún no se conoce su posible impacto», suponen una «situación diferencial» que ha elevado el denominado número reproductivo básico a 1,9, mientras en Cantabria este índice está en 0,13.
«La aparición de estos rebrotes es una circunstancia que lo ha cambiado todo», ha reconocido Zuloaga, quien ha puntualizado que la situación tanto en Cantabria como en el País Vasco a lo largo del fin de semana -cuando Revilla anunció su intención de abrir la movilidad con Euskadi el lunes 15- era «favorable», con un índice de transmisión «muy bajo».
«El Gobierno de Cantabria siempre ha actuado con total responsabilidad y pensando en la salud de las personas, y eso nos ha permitido avanzar de forma segura hasta llegar a la fase 3, en la que nos encontramos», ha dicho Zuloaga, quien ha insistido en un mensaje de «prudencia» porque, aunque son ya varias las semanas sin fallecidos y con una evolución favorable, «el riesgo cero no existe».
Así, ha pedido de nuevo a los ciudadanos que cumplan las normas de higiene, distancia social y uso de mascarilla. «Se lo debemos», ha dicho, a los profesionales que han trabajado en primera línea contra el Covid-19 y a todos los cántabros que «hemos perdido por el camino».
Zuloaga ha recordado que de cara a la entrada en la llamada nueva normalidad, el Gobierno de Cantabria publicará un decreto -igual que hizo para la fase 3- con las normas de salud pública de aplicación en la comunidad autónoma. «Normas que serán de aplicación no solamente a los ciudadanos de Cantabria, sino también a todas aquellas personas que nos visiten».
ASTURIAS
El Gobierno asturiano ha decidido este jueves no solicitar al Ejecutivo central autorización para permitir la movilidad con Galicia y Cantabria a partir del lunes 15 de junio. Según ha señalado la portavoz del Ejecutivo y consejera de Bienestar y Derechos Sociales, Melania Álvarez, se debe a «cuestiones de salud pública».
En ese sentido, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Álvarez ha indicado que los últimos brotes de COVID-19 en el País Vasco han modificado la previsión inicial de Asturias de solicitar esa movilidad con las autonomías vecinas, lo que permitiría el establecimiento de un «corredor del norte» entre las regiones de la Cornisa Cantábrica, que se encuentras todas en fase 3.
Por otro lado, la portavoz del Gobierno asturiano ha recordado que con Galicia «se plantea otro problema» ya que el presidente de la Xunta, el ‘popular’ Alberto Núñez Feijóo, se ha mostrado partidario de levantar el estado de alarma «mientras que el Principado defendemos que se mantenga hasta el final», ha sentenciado.
La movilidad entre toda la zona cantábrica era una reclamación que en los últimos días habían venido anunciado los presidentes de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. Sin embargo, va a tener que esperar por lo menos hasta el 21 de junio, fecha del fin del estado de alarma y, por lo tanto, de las restricciones de movilidad entre autonomías.
«GESTIONAR LA INCERTIDUMBRE»
Sobre ese cambio de criterio y las medidas específicas puestas en marcha durante la desescalda, Álvarez ha incidido en que estos momentos el Principado está «en la permanente gestión de la incertidumbre» donde «la situación marcará las decisiones a seguir».
Por eso, preguntada por los periodistas sobre las futuras medidas que planteará Asturias de cara a la ‘nueva normalidad’, la portavoz del Gobierno ha preferido «aportar certezas» y ha señalado que el conjunto del Ejecutivo trabaja en concretar el decreto-ley estatal a las especificidades asturianas. Así, a partir del 21 de junio, fecha del fin del estado de alarma, espera que haya «certezas, guste o no gusten», aunque por el momento ha considerado «precipitado» anunciarlas.
Preguntada por las críticas de la patronal hostelera OTEA a que en Asturias se haya impedido durante la fase 3 la apertura de discotecas y bares de copas, Álvarez ha destacado que esto responde a «criterios de salud». Para la portavoz, el Principado ha tenido el propósito de que en el sector hostelero los pases de fase sean «con las mejores condiciones de seguridad» ante la posibilidad de nuevos brotes de coronavirus.
Por otro lado, en referencia a las guarderías infantiles de gestión privada, que han rechazado los criterios marcados por el Ejecutivo para su reapertura, Álvarez ha afirmado que desde su Consejería han trabajado en el protocolo de actuación «para que la apertura de esas guarderías privadas y para los jardines de infancia garantice la seguridad».
Ese protocolo, ha explicado, implica que cada centro debe elaborar su propio plan de contingencia y adaptarse a esas medidas de seguridad. «A partir de ahí nosotros no podemos entrar más. La decisión de abrir o no es una decisión empresarial, nosotros atendimos la demanda de cómo garantizar la seguridad», ha explicado.