30 años de Global Steel Wire en el Grupo Celsa
Cuando hace tres décadas, el grupo Celsa, propiedad de la familia Rubiralta, adquirió Nueva Montaña Quijano al Banco Santander, la situación no era nada fácil. La empresa siderúrgica cántabra atravesaba una situación difícil y sus perspectivas no eran muy halagüeñas. Aunque poseía unos amplísimos terrenos que podían contribuir a su saneamiento financiero, su pequeño tamaño en un sector de colosos industriales no auguraba un futuro despejado. La compra, que de alguna manera se encuadraba en la política del Ministerio de Industria de la época de crear grupos más fuertes, cambió esas perspectivas, aunque por entonces la adquirente no fuese una empresa demasiado conocida.
Este año se cumplen tres décadas desde la incorporación de la antigua Nueva Montaña Quijano al Grupo Celsa, que la convirtió en Global Steel Wire (GSW). En este tiempo, GSW ha aumentado significativamente su peso en la comunidad autónoma, gracias al compromiso de todo el equipo con la mejora continua. De los 1.260 personas que emplea la compañía, 920 trabajan en Cantabria. Además, genera en torno a 4.000 empleos indirectos.
GSW engloba un grupo de empresas especializadas en la fabricación de alambrón de alta gama y en su transformación en alambres y derivados que salen de varias trefileras de su propiedad, lo que le permite obtener un mayor valor añadido de esa producción: TYCSA PSC, BSTQ, GBB y Trefilerías Quijano, en Cantabria, y MRT en Asturias y Cataluña.
Sus productos tienen destinos muy diversos pero en los últimos tiempos han entrado con fuerza en la automoción, un sector muy exigente. Una presencia que se vio reforzada por la creación a principios de 2016 de otra filial, Global Bright Bars, dedicada a la fabricación de barras calibradas de acero de precisión para automóviles.
Apoyándose en la experiencia que ya tenía en la fabricación de aceros especiales de alto valor añadido, GSW decidió empezar a producir las barras calibradas con las que se fabrican los muelles cilíndricos de suspensión, los vástagos de amortiguadores y las barras estabilizadoras y de torsión. La empresa cántabra también produce el material para otras piezas hechas con aceros al carbono, aceros aleados y de cementación.
Aunque el sector de la automoción se ha convertido ya en el principal cliente, GSW tiene una amplia gama de productos con alambrón de alta calidad para otras actividades. Su filial TYCSA PSC fabrica alambre y cordón de alta resistencia para sistemas constructivos avanzados, que se pueden encontrar en los puentes atirantados más espectaculares de Europa; Trefilerías Quijano produce alambres técnicos para el sector energético y las comunicaciones; BSTQ alambres para muelles de colchonería y tapicería y Moreda Riviere Trefilerías, alambre para cerramientos.
El hecho de tener una concesión propia en el Puerto de Santander y una red de almacenes en mercados clave ha sido una ventaja competitiva para una empresa tan volcada en la exportación.
Compromiso
Celsa ha hecho importantes inversiones para la mejora tecnológica de GSW que, en este caso, no han supuesto reducciones de plantilla.
La empresa reconoce el compromiso demostrado, a su vez, por la plantilla cuando, en 2013, vio reducidos los salarios para mejorar la eficiencia de la compañía, un sacrificio que ha ayudado a que hoy tenga más trabajadores en Cantabria. La empresa, no obstante, advierte que ese esfuerzo habrá de mantenerse para poder ser competitiva en los mercados internacionales, a los que destina el 80% de su producción.
Innovación
El Grupo puso en marcha hace cuatro años el programa GSW Innova, que anima a todos los trabajadores a aportar ideas y sugerencias para mejorar la eficiencia de sus fábricas. Durante el año se conceden unos premios mensuales a las mejores iniciativas y en la reunión anual, que este año se celebró en el Palacio de la Magdalena con la presencia de la familia Rubiralta, del presidente regional, Miguel Ángel Revilla y del entonces alcalde de Santander, Iñigo De la Serna, se entregó el premio al Mejor Proyecto.
Los resultados de este programa son calificados por la empresa como “un éxito extraordinario”. En la anterior edición (2015) le llegaron cerca de 900 aportaciones, con las que consiguió unos ahorros operativos de 2,6 millones de euros.
El grupo también ha creado los Francisco Rubiralta Awards, que reconocen las actuaciones excepcionales que refuerzan los objetivos empresariales así como los valores y actitudes representativos de su cultura empresarial.
Formación
Una de las áreas en las que GSW ha mostrado un mayor compromiso es la formación. “Nos lo tomamos muy en serio, ya que los estudiantes son la ‘cantera’ de las empresas y, contribuyendo a su formación, estamos influyendo en la consecución de un perfil más ajustado a las necesidades del tejido empresarial”, señala el Grupo.
GSW ofrece prácticas a alumnos de los ciclos medio y superior de FP, plazas de FP Dual y becas para titulados universitarios y de FP de grado Superior. Además, ha firmado varios convenios con el Servicio Cántabro de Empleo.
Competitividad
El mundo está atravesando una de las etapas de mayor incertidumbre social y económica de la historia reciente y la empresa sostiene que “hay que seguir apretando el acelerador”.
Su receta es la excelencia y la competitividad en costes para luchar en un mercado globalizado, donde los clientes son cada vez más exigentes y los competidores más agresivos. Su eslógan, ‘sólo los mejores tienen futuro’, ilustra claramente el entorno fuertemente competitivo en el que se mueve.