Tamames rechaza que se compute el subsidio de paro en el PIB
Por dos ocasiones consecutivas, el catedrático de Estructura Económica Ramón Tamames ha tenido la oportunidad de exponer en Santander sus teorías sobre las circunstancias que atraviesa el mundo y en ambas se mostró muy poco crédulo ante las estadísticas que aseguran que a lo largo de la crisis España solo se ha empobrecido un 8%. Una de las circunstancias que le lleva a discutirlo es la forma en que computan las rentas del desempleo en la Contabilidad Nacional, ya que las prestaciones que paga el Estado a los parados (que han llegado a ser de 4.000 millones de euros al año) se incluyen en el PIB. “Eso no puede ser considerado renta porque, además, se ha venido pagando con endeudamiento del país”, sostiene Tamames, quien sospecha que la pérdida de PIB ha sido probablemente el doble de lo que estima el sistema estadístico español.
El hecho de que la caída haya sido tan profunda hace que el actual crecimiento no pase, en su opinión, de “mediocre”. “Se ha pasado la recesión, pero no la crisis”, sostiene.
El veterano profesor achaca buena parte de la riqueza perdida a que el sector de la construcción, que llegó a aportar el 13% del Producto Interior Bruto se haya quedado reducido al 6,5% y esa aportación no haya sido sustituida por la pujanza de otros sectores en el nuevo nuevo modelo económico al que se ha visto abocado el país, una vez perdido el impulso especulativo que le proporcionó la construcción.
Un Plan Marshall para África, un buen negocio para Europa
Tamames aseguró que el financiero más importante de España en estos momentos es Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, que facilitó el famoso manguerazo de dinero barato y controla ya la mitad de la deuda del país.
Ante dos auditorios muy distintos, el de la Facultad de Económicas y el de la Cámara de Comercio, Tamames, figura histórica de la Transición, dejó algunas pinceladas sobre las posibles vías de desarrollo de la comunidad autónoma, afectada por el despoblación y el envejecimiento, y se refirió a los problemas que tiene la Unión Europea, en su opinión derivados de un cierto complejo de la Comisión Europea. “Y no lo entiendo, porque es un éxito total, la mejor situación de bienestar de la historia”, dijo. Algunos de esos problemas se solucionarían, en su opinión, con un Plan Marshall para África financiado por la UE, ya que, además de su fin más obvio, generaría un negocio capaz de reactivar las economías europeas.