CENFARTE: 75 años distribuyendo medicamentos
Dos veces ha resurgido Cenfarte de las cenizas y en ambas ocasiones con bríos renovados. En sus 75 años de historia ha sufrido dos incendios que destruyeron sus instalaciones pero no el propósito con el que un grupo de farmacéuticos cántabros crearon esta empresa que hoy cuenta con 960 accionistas, todos ellos con oficina de farmacia abierta al público, asentadas en cinco comunidades autónomas.
El último siniestro que sacudió a la entidad, y del que ha emergido con unas instalaciones renovadas, ocurrió en abril de 2013, y en el lugar del poligono de Candina que ocupaban las oficinas y almacenes destruidos se levanta ya un moderno edificio diseñado con la colaboración de los propios empleados, que han contribuido a mejorar la funcionalidad de sus espacios de trabajo. Unas nuevas instalaciones que sitúan a la distribuidora Cenfarte (Centro Farmacéutico del Norte) a la vanguardia de su sector, con un equipamiento totalmente renovado en el que destaca un dispensador automático de última generación que mejora los procesos de recepción de mercancía y entrega de pedidos a las oficinas de farmacia de todas sus delegaciones. Una agilidad que le permite distribuir mensualmente 1,3 millones de medicamentos a sus socios.
Una sede nueva
Del amasijo de hierros en que se convirtió el almacén en aquella Semana Santa de hace cuatro años ha surgido la nueva sede de Cenfarte. El edificio se levanta en una parcela de casi 5.000 metros cuadrados sobre la que se ha construido una nave de tres plantas, con una superficie total de 10.000 m² y una cubierta transitable de 1.232 m².
En la planta baja se encuentran las zonas de carga y el aparcamiento, mientras que en la primera planta se ha situado el gran almacén robotizado. Las oficina y dependencias auxiliares se ubican en la segunda.
El edificio ha sido construido por SIEC y tiene 90 metros de largo, un anchura que va desde los 31 hasta 47 metros y doce de altura. En la fachada se han empleado paneles prefabricados de hormigón y unos espectaculares muros cortina, y la cubierta está formada por panel sándwich y losa de hormigón.
Una de las características más llamativas del nuevo edificio es el acristalamiento de sus fachadas, hasta el punto de que Vidrios Cobo, como proveedor, y Alufasa como instalador, lo presentaron a los premios CITAV de Arquitectura en Vidrio. El reto era proporcionar a Cenfarte una solución que, además de identificarle con su actividad fuese eficiente en el consumo de energía, algo que no resultaba fácil teniendo en cuenta que se ha diseñado con una fachada de vidrio de unos 2.000 metros cuadrados de superficie y el edificio tiene una orientación sur.
La solución pasaba por un doble acristalamiento que ofreciese eficiencia energética, ya que la actividad que se desarrolla en el interior necesita mantener una temperatura estable para preservar la eficacia de los medicamentos. Además, se buscó una trasmisión luminosa adecuada, puesto que muchas de las zonas acristaladas dan a laboratorios y oficinas.
Utilizando vidrios templados formando cámara y vitrificados en los pasos de forjado se ha logrado ese equilibrio térmico y luminoso. Además, el color verde de la envolvente identifica al edificio con la actividad que Cenfarte desarrolla y se convierte en imagen corporativa.
La distribuidora farmacéutica ha invertido seis millones de euros en la construcción de la nueva sede, incluyendo las instalaciones de sistemas tan sensibles para una empresa dedicada al almacenamiento y distribución de medicamentos como la climatización, la seguridad y la prevención de incendios.
Un proceso automatizado
El gran almacén robotizado que ocupa la primera planta es el corazón de las instalaciones, ya que la razón de ser de la empresa es su capacidad para dar una respuesta ágil a los pedidos de sus asociados.
Con este objetivo, Cenfarte organiza la distribución con dos repartos diarios, uno a primera hora de la mañana y otro a primera hora de la tarde. Esta logística, que incluye la automatización de todos los procesos, permite que, desde que el cliente formaliza su pedido hasta la entrega en su farmacia no transcurran nunca más de dos horas.
El nuevo almacén tiene un área de almacenamiento manual y otra automática en las que da cabida a sus más de 22.500 referencias en stock y está diseñada para poder alcanzar las 100.000 líneas de pedido. El área manual está equipada con seis estaciones de picking con radiofrecuencia mientras que la automatizada cuenta con un área de carruseles con 8.704 ubicaciones, dos puestos de trabajo de pick-to-tote y dos líneas de autómatas con más de 2.600 canales automáticos.
El almacén se complementa con un área de finalización de pedidos para las labores de inserción de documentación, etiquetado y flejadora, y las rampas de expedición.
Los más de 1.500 pedidos que se reciben al día se preparan en cubetas, que se apilan y desapilan automáticamente.
La preocupación de Cenfarte por la automatización de procesos, para garantizar una respuesta inmediata, le ha acompañado a lo largo de toda su larga vida. En 1984 la empresa incorporó a su actividad las nuevas tecnologías, informatizando la gestión. Cumplida esta primera fase, quiso ir un paso más allá y, en 1987, instaló el primer dispensador automático. Esta decisión fue clave para afianzar la expansión que había iniciado una década antes hacia Asturias y Vizcaya.
El proceso de adecuación a la evolución de las nuevas tecnologías prosiguió en 2008, cuando se reinformatizó la empresa. Los pedidos había ido en aumento y Cenfarte debía gestionar a diario miles de ellos recibidos por vía electrónica. Pero, sobre todo, buscaba la posibilidad de conocer y transmitir el stock en tiempo real, lo que se consiguió con el nuevo sistema informático.
Esta evolución en el uso de la robótica y de las nuevas tecnologías ha culminado con el dispensador automático de última generación que se ha instalado en la sede reconstruida en Candina.
Un proyecto expansivo
La creación de Cenfarte es obra de un grupo de farmacéuticos cántabros liderados por Antonio Navedo Basterrechea que, en 1942, fundó el Centro Farmacéutico del Norte tratando de buscar solución a un problema vital para ellos como era el desabastecimiento que sufrían a diario las oficinas de farmacia en aquella época. Esta unión permitió a los asociados optimizar sus recursos y mejorar la gestión de sus farmacias.
Cenfarte empezó su trabajo desde la farmacia del propio Navedo, situada en la Calle del Martillo, la actual Marcelino Sanz de Sautuola, contando para ello con cinco empleados y medios tan precarios como una carretilla. Tiempo después se trasladó a la calle de Los Acebedos.
1976 fue un año trágico para la distribuidora de productos farmacéuticos; el 27 de julio se produjo el primero de los dos incendios que ha sufrido la empresa. El fuego arrasó completamente las instalaciones de Santander y obligó a una reconstrucción completa de las oficinas y el almacén. Un año después, terminada la reconstrucción, Cenfarte inauguró su nuevo almacén, con las más avanzadas instalaciones del momento. Esta modernización le permitió afrontar en 1978 la expansión comercial hacia la Meseta.
La empresa ya era consciente de que necesitaba una expansión nacional para poder competir con otros distribuidores que formaban grandes cadenas. Fue así como aprovechó la quiebra del Centro Farmacéutico Castellano y el posterior reparto de sus almacenes para entrar en Palencia y, desde allí, acceder a Valladolid y a la zona limítrofe con León. La expansión continuó, años después, por la meseta castellana, tras haber alcanzado Burgos.
En 1983 fundó una filial, el Centro Distribuidor del Norte, que asumió la distribución de Cenfarte ofreciendo a la vez el servicio de transporte de paquetería para cualquier cliente que lo requiriese. Aprovechando el despliegue logístico que exige el reparto de medicamentos, esta nueva empresa le permite cubrir con periodicidad diaria buena parte de la geografía del norte de España, asegurando unos tiempos mínimos de entrega con unas tarifas muy competitivas.
Con la empresa ya consolidada en Cantabria, el proceso de expansión continuó y desde 1988 Cenfarte también está presente en Asturias. En 1995 amplió su mercado a Vizcaya.
Para dar respuesta a las mejoras tecnológicas que ha ido demandando el sector, el almacén del País Vasco, situado en Baracaldo, ha sido objeto en los últimos años de una ambiciosa ampliación para adaptar las instalaciones al fuerte crecimiento que ha experimentado su negocio en esa comunidad durante los últimos años. La ampliación ha duplicado la superficie de oficinas y almacenamiento, lo que le ha permitido atender con mayor rapidez a las oficinas de farmacia de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava.
En 2011 fue la delegación de Asturias la que inauguró un nuevo almacén propio, localizado en Cayés-Llanera (Polígono de Asipo), con una mayor superficie de almacenamiento y una automatización de alta rotación apoyada en ocho robots Cenker de última generación, cuatro de ellos con reposición automática, y unas modernas oficinas.
Ese mismo año, continuando con la expansión geográfica hacia el sur, Cenfarte instaló una delegación en Madrid, con la adquisición de un almacén en Alcobendas que le permite dar servicio a las oficinas de farmacia de aquella comunidad.
En 2012 le llegó el turno modernizador a la delegación de Castilla y León, con la apertura de un nuevo almacén en Palencia. Ese traslado facilitó la ampliación de oficinas, la disposición de mayor superficie de almacenamiento y la instalación de un sistema de automatización de alta rotación como en el que ya se había introducido en los otros almacenes. Desde esas instalaciones se da cobertura a las oficinas de farmacia de Palencia, Valladolid, Burgos, León y Segovia.
En 2013 tuvo lugar el segundo de los incendios que ha sufrido Cenfarte. Las llamas acabaron con la nave que tenía en el polígono de Candina, en Santander, destruyendo más del 65% del aprovisionamiento de la sociedad. Solo se salvaron varios camiones de reparto y parte de las oficinas.
El rápido acuerdo con la aseguradora, que desembolsó más de 14 millones de euros como indemnización, permitió poner en marcha sin demora la reconstrucción de las instalaciones.
La edificación de la nueva sede se realizó a lo largo de 2015 y en junio del pasado año Cenfarte retomaba la completa normalidad de todos los servicios.
El almacén de Santander es el centro neurálgico de la compañía. Sus oficinas recepcionan los pedidos de los socios y desde ellas se procede a surtir a los almacenes de todas las delegaciones mediante los 40 vehículos que constituyen su flota.
Sensible a las nuevas necesidades y contratiempos con que se encuentran las oficinas de farmacia en su trabajo diario, Cenfarte ha ido incrementando paulatinamente los servicios que presta a sus socios, asesorándoles ante cualquier necesidad que se produzca en el devenir diario de la farmacia. Desde hace años les ofrece ayuda en gestión comercial, dinamización del punto de venta, seguros, equipamiento, climatización, iluminación, suministro de material de oficina o prevención de riesgos laborales.
Acuerdo con Unnefar
En la distribución farmacéutica cada vez son menos las entidades que operan de forma individual, sin integrarse en cooperativas de segundo grado o sin mantener acuerdos comerciales con otras entidades. Ante la tendencia evidente del mercado hacia la concentración, Cenfarte también ha procurado adaptarse y, tras unos años en los que el esfuerzo ha estado encaminado a la reconstrucción de sus almacenes centrales, la culminación de ese proceso le ha permitido afrontar este nuevo reto. En noviembre de 2016, firmó un acuerdo para entrar a formar parte de Unnefar, una cooperativa farmacéutica de segundo grado que agrupa a nueve distribuidoras con una cuota conjunta de mercado del 12,2%, en la que Cenfarte aporta el 1,3%. Unnefar da cobertura a más de 4.100 farmacias, con más de 150 millones de unidades de productos comercializados al año.
Será la plataforma desde la que Cenfarte afronte una nueva etapa, marcada por las estrategias de los grandes laboratorios y su creciente competencia para vender directamente a las farmacias, alterando el modelo clásico de distribución. Y lo hará manteniendo su propia identidad y el espíritu cooperativista con el que nació hace 75 años.
En el camino, la distribuidora cántabra, en la que trabajan 105 personas, ha demostrado que sabe como convertir el infortunio en fortaleza.